𝟑𝟏: 𝐀𝐩𝐚𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨

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Cuando llegaron al restaurante junto con Daniel, los que ya estaban empezaron a gritar animados mientras aplaudían, todo porque Max y Sergio habían llegado con sus manos entrelazadas.

Sergio se encontraba avergonzado y trataba de soltar la mano de Max, pero este no lo permitió, es más, apretó su mano con un poco más de fuerza para que el hombre entendiera el mensaje.

—Ya era tiempo que bajaran, nos hemos estado muriendo de hambre. —Habló George en lo que se ponía de pie. —Agradezcan que aparté un salón porque si no, los demás pilotos y mecánicos ya se habrían dado cuenta de que ustedes ya andan.

—¡¿Cómo?! —Exclamó Carlos y empezó a toser porque se había atragantado con el agua que estaba tomando en esos momentos. Charles le daba leves palmadas en la espalda con preocupación, porque su novio ya se estaba poniendo rojo. Lo que Charles no sabía es que Carlos estaba así porque se encontraba avergonzado y ahora era el centro de atención de los demás.

—George está exagerando, aún no andamos en ese sentido. —Max soltó una risita enamorada.

—¿Y a este qué le pasa? —Preguntó Alex, el cual estaba sentado frente a Charles.

—Es que dijo "aún".

—Así de estúpido lo tienes, Sergio.

—Él ya era estúpido. —Dijo Daniel.

—Mira que si no hablas ni cuenta me doy de que venías detrás de la pareja.

—¿Es en serio? ¿Ni porque soy alto?

—Pensé que eras su guardaespaldas, no me culpes. —El piloto de Mercedes se encogió de hombros, restándole importancia.

Ricciardo iba a ponerse a pelear con él hasta que llegó Lando caminando como si estuviera en un desfile de modas. Ni hablar de lo que vestía; el menor de todos llevaba puesto ropa formal y usaba lentes de sol.

Alex al verlo cubrió su rostro, Charles y Carlos se aguantaron la risa, pero Daniel no pudo ocultarlo.

George lo juzgaba con la mirada, Sergio abrió su boca sin poder creer lo que estaba viendo y luego volteó a ver a Max.

—No lo conozco. —Le murmuró.

Lando finalmente se puso frente a ellos, quitó sus lentes y le sonrió a Sergio.

—¡Oh! No sabía que estarías aquí. —Le tomó la mano que tenía libre y le besó el dorso de esta.

El mexicano hizo una mueca incómoda, Max estaba a punto de explotar por lo rojo que estaba y George no entendía el porqué no hacía algo al respecto, por lo que él separó a Lando del hombre.

—Seas imbécil, leíste en el grupo que Sergio estaría aquí. —Lo tomó de los hombros y lo encaminó hacia la salida del salón.

—¿A dónde me llevas?

—¡Afuera! —Abrió la puerta y lo empujó. — Ahora ve a cambiarte que te ves ridículo.

Después de ese momento —para algunos divertido— y para otros (Max) molesto. Decidieron tomar asiento y así empezar con la velada.

─── ❖

—Y como te decía, Max se la pasa escribiendo en nuestro chat grupal que va a contratar a Taylor Swift para su boda. —George comentó divertido mientras tomaba un sorbo de su vino. —Eso no es todo, hasta ya planeó en nombre de sus hijos.

Max estaba que lo consumía una ira irreprimible. No podía tirarse a golpear a sus amigos porque le había prometido a Sergio que se portaría bien. Si lograba hacerlo recibiría la mejor de las recompensas.

𝐌𝐚𝐱 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧'𝐬 𝐖𝐀𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora