SONIDO 32

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Salgo de la casa bañado y me voy al primer bar que encuentro. Me acerco a la barra dándole la espalda, porque no he venido a tomar, he venido por mi presa, visualizo a dos tres, pero una de ellas viene acompañada con un tipo, otra con una amiga, pero no quiero un trío, quiero a una sola mujer y entonces la encuentro, está sentada tomando una bebida, moviendo el pie al ritmo de la música, sonriendo, viendo a todos bailar, ella es.

Pido una cerveza, me dan la botella y me acerco a donde está, me paro en uno de los pilares y me muevo un poco, igual al ritmo de la música, van pasando los meseros, me voy echando para atrás tranquilamente, hasta que la piso, me giro de inmediato y me disculpo.

-Lo siento, de verdad lo siento, es que los meseros no dejan de pasar.

-Tranquilo, no pasa nada. ¿Tienes mesa?

-No, solo viene a distraerme, no he venido con mis amigos ni nada.

-Siéntate, mis amigas no paran de bailar, cuando vienen solo toman y se vuelven a ir.

-Gracias. –Me siento y sigo viendo a todo mundo, pero sé que me está viendo, la veo en mi campo periférico.

-No te había visto. –Me giro para verla y hablarle.

-No, creo que es la primera vez que vengo, he llegado a ir a otros lados, pero hoy quise entrar a este. Dime, ¿Por qué no bailas?

-No tengo ganas, estoy cansada, trabajo y estudio, ellas solo estudian, pero son muy insistentes y vine a acompañarlas, una copa no está mal antes de llegar a casa.

-... Tan cansada como quedarte o no tan cansada como para irnos a divertir de otra manera.

Ella me sonríe, los ojos se le iluminan, pero voltea a ver a sus amigas.

-Te juro que no te haré nada que no desees. Manda tu ubicación en tiempo real a alguna de tus amigas, solo quiero divertirme un rato.

-...

-Entonces ¿Cansada?

-Cansada, no muerta. –Y se levanta.

Ambos sonreímos, en un par de minutos entramos a un motel, pago, les digo que eso es todo, saco un par de condones y los pongo en la mesa, ella está de pie en el borde de la cama, no hace nada, me acerco y me voy quitando la ropa, entiende el mensaje y empieza a quitarse la suya, vine a coger no a hacerle el amor.

Cuando ambos estamos completamente desnudos, se sube a la cama boca arriba y se toca los pechos, chupa uno de sus dedos y juega con uno de sus pezones, ya los tiene erectos, me acerco y se los chupo suavemente, ella gime despacio, sé que me gustará, odio que griten o tengan la voz demasiado aguda o exageren.

Bajo por su abdomen dejando besos, se cohíbe y cubre un poco, tiene un poco de sobre peso, pero eso a mí no me importa, sigo besando hasta llegar a su parte íntima, chupo, lamo, juego, ella gime, jadea, se va humedeciendo poco a poco. Abre por completo las piernas para mí, dejándome pasar, voy directo a su vulva, la cual chupo y lamo, a los pocos minutos se corre, quiere cerrar las piernas, pero no se lo permito, se sigue corriendo, hasta que sus jadeos me indican que ya no puede con el placer.

Sé tratar a una chica, usualmente la mayoría de los hombres se enfocan en darles un orgasmo vaginal, a mí me gusta provocarles el clitoriano, duran más y pocas lo llegan a sentir, supongo que por eso me vuelven a buscar. Así la mantengo relajada, cansada y hará todo lo que le pida.

La giro, le doy un azote en el trasero y da un pequeño grito, pero su sonrisa me dice que sigue esperando más de mí. Me bajo de la cama y le ato hacia atrás las manos, me mira con un poco de miedo.

-No lo apretaré mucho, déjame disfrutar y te juro que haré que te corras un par de veces más.

-Ok...

Saca la cara a un lado para respirar, me pongo un condón y la penetro, está muy mojada, así que no se me dificulta en nada entrar, entro y salgo a mi ritmo, le tomo de las caderas y marco un ritmo rápido. Tiene el cabello largo, así que la jalo, dando una vuelta en mi mano con el cabello, por lo que ella tiene que levantar la cabeza, sino quiere que la lastime, jadea todo el tiempo, grita cuando se corre nuevamente.

Salgo de ella, la giro sin soltarle las manos, se acomoda y abre las piernas, me vuelvo a meter y sigo penetrándola, le doy una ligera bofetada, su mejilla se pone roja de inmediato, es blanca de color, pero no le he hecho daño, jadea y sonríe, le meto los dedos de mi mano en la boca, ella abre más, bajo su quijada, intento lastimarla, intento meter el puño, se pone más roja, reacciono cuando en su mirada hay temor, vuelvo a tomar el ritmo, dejando mis manos a sus costados y vuelve a correrse.

Me detengo unos segundos, cuando sé que ha terminado, me muevo, la penetro, rápido.

-Bésame...

Abro los ojos para verla, hasta con su mirada me suplica que la bese, pero niego con la cabeza, apresuro y termino. Estoy cansado, jadeando, he disfrutado, pero algo sigue molestándome. Salgo de ella y me acuesto en la cama boca arriba, solo unos minutos y me incorporo, me bajo de la cama y la giro ligeramente, le quito el cinturón y me meto a bañar, el agua está caliente, me tomo unos minutos, pero sigo igual, con ganas de llorar, tengo esa misma sensación de querer golpear a alguien, me siento peor por querer hacerlo. Creí que cogiendo se me quitaría la sensación que sentí al salir de casa de Scott, pero no fue así.

Salgo y ella entra a ducharse, me visto, cuando termino me acuesto en la cama y cierro los ojos en lo que ella se viste. Salimos del motel, nos metemos a un taxi y la vuelvo a dejar en el bar. No decimos nada, no me pide mi número, pero me ha tomado de la mano en el trayecto, antes de bajar me regala una sonrisa triste, sé que no es porque no nos volveremos a ver, sino porque ha visto algo en mí.

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Qué vio ella en él? Por qué Jan se sigue sintiendo frustrado?

Opiniones!!!!

EL SONIDO DE TU VOZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora