EL SONIDO DE TU VOZ

SONIDO 28

Esta vez sí soy consiente cuando llego a casa, me ha ayudado Cristian a abrir la puerta, porque estoy cansado, mareado y tengo hasta náuseas, pero puedo caminar lentamente y no estoy borracho, me deja en la cama, yo solo me dejo caer.

- ¿Necesitas algo?

- ¿Podrías traerme agua? Odio tener resaca.

Va y viene, me trae una jarra con agua simple y un vaso.

-Gracias.

- ¿Algo más?

-La vez pasada ¿Tú me trajiste?

-Sí, no estabas en condiciones de llegar por tu cuenta... hoy tampoco, pero comprende que no puedes llegar a un trabajo ebrio.

-No es fácil lograrlo ¿Sabes? Me sigo haciendo la misma pregunta ¿Por qué no lo haces tú?

-Deja de decir estupideces, yo no soy importante para el señor Williams

- ¿Y yo sí? Eso no es verdad, al parecer para el señor Williams, solo soy un recuerdo, una cara que no es la mía, según tú, un simple trabajo, pero para mí...

Se me quiebra la voz y no puedo decir nada más. Me cubro los ojos con el antebrazo y siento que la cama se mueve un poco, por lo que asumo que Cristian se ha sentado.

-Jan... no estás preparado para que te cuente las cosas, estamos haciendo lo mejor para ti, te estamos ayudando, el señor Williams no siempre tiene la mejor forma de demostrarlo, de llevarlo a la práctica, pero lo logra.

- ¿Lo logró con Brandon, Josh o con Robert de la misma manera?

-Ya te lo dije, no estás preparado para saberlo, pero sí, ellos no quisieron entender por las buenas.

- ¿Y esto para mí es por las buenas?

-Sí. Estás controlando tu temperamento, te hicimos tocar fondo, vas a terapia, ya no eres tan impulsivo, tomas el medicamento, has ido a visitar a tus padres sin ningún problema, incluso suplicaste tanto para no volver al tiempo atrás, como para permitirte hacer lo que querías, si otro fuera el tiempo, habrías agarrado a golpes a Jonathan, a mí o incluso lo habrías intentado con el señor Williams, pero no, no hiciste nada de eso, por el contrario, vimos a un Jan completamente diferente. Así que sí, lo estás aprendiendo por las buenas.

Me quito el brazo de los ojos y miro a Cristian que, efectivamente está sentado en la cama mirándome.

- ¿Me dejaron a propósito? En el tiroteo, ¿Sabían que me quedé? ¿Y si me hubieran matado?

-No lo iban a hacer, por eso regresé por ti, sabemos cómo trabajan.

- ¡Por Dios Cristian! ¡Casi me matan!

-...Bueno sí, no esperábamos eso, pero justo eso, fue lo que te hizo no volver a querer pasar por eso nuevamente, aunque sigas sin comprenderlo, has salido de ahí, espera un poco más y saldrás de esto también.

- ¿Dos años? Para esas fechas me volveré alcohólico.

-No si intentas abrir tu mente.

-Con abrir las piernas es más que suficiente, gracias.

Cristian ríe un poco y por alguna extraña razón lo hago por igual yo, se levanta, me mira, nos sonreímos un poco y se va.

¿Abrir mi mente?... aceptar que no me disgusta hacerlo, no es algo para lo cual esté preparado, sin embargo, la cruda realidad, me atormenta bastante. Me duermo, cada que giro mi cuerpo y me despierto un poco, tomo agua, un par de tragos o medio vaso, hasta que amanece, sin duda no tengo resaca al amanecer. 

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Eso lo dejo como tip jeje tomar agua por la noche después de haber tomado es de gran ayuda.

Bueno ya dijo que no le disgusta hacerlo. Va por buen camino.