Recargo mi cara en la pared, el agua sigue caliente y cae sobre mi espalda, cierro la llave, tomo la toalla y seco mi cuerpo, me pongo la toalla en la cintura y salgo a la recámara, antes de ponerme ropa, sorbo mi taza de té que sigue caliente, me siento en la cama y sigo con esa angustia y temor, con esa maldita inseguridad.
Tomo el celular y leo una y otra vez el mensaje He depositado el pago de esta noche. El extra es por si necesitas ir al médico.
Saco ropa del ropero y me la pongo, pantalón de mezclilla ajustado, color negro, camisa satinada azul, ligeramente abierta, me pongo gel en el cabello, loción, me observo en el espejo y salgo de mi recámara y salgo de la casa.
No me toma ni quince minutos llegar a un bar, hay mucha gente, el ambiente es bueno, la música resuena incluso en mi pecho, me acerco a la barra y pido cualquier bebida, me la tomo rápido y pido otra, el barman me sirve más y esta me la tomo con más calma.
En la pista hay mucha gente bailando, elijo a mi objetivo y me acerco, entro a la pista de baile bailando tranquilo, no me topo con nadie para evitar enojarme y arruinar el momento, poco a poco me acerco hasta que topo con la espalda de una chica, caderas pronunciadas, buen trasero, senos firmes aunque pequeños, la he visto desde el bar, ambos giramos para vernos, le sonrío y me disculpo, me acerco lo suficiente a su oído para que pueda escucharme, inclino un poco mi cabeza y pongo mis manos juntas frente a mí, disculpándome.
Ella me sonríe, veo atrás de ella y por igual me disculpo y también le sonrío, la chica que la acompaña es ligeramente más alta que la primera, sus senos son más grandes, tiene igual la cadera pronunciada, pero no tiene tanto trasero como la primera.
- ¿¡Vienes solo!? –Me pregunta la chica con la que topé.
- ¡Sí! –Le contesto gritando por el ambiente tan ruidoso que hay.
Se voltea a ver a la chica, le guiñe el ojo y ambas se acercan a mí para bailar, me meto entre ellas, bailamos los tres, a la primera le sujeto de las caderas para seguir el ritmo de la música, ella levanta los brazos y se deja guiar, la otra toca mis brazos, los va acariciando, sin dejar de moverse, se acerca a su amiga y la besa en la boca, yo grito de júbilo, abro mi brazo para darle la bienvenida, ahora tengo a ambas bailando conmigo, los tres nos besamos, nos tocamos, no es después de un par de horas que salimos del bar, bastante tomados, no hemos parado de besarnos, y como hay mucha gente, a nadie le ha importado que ambas me hayan estado tocando el trasero y el miembro sobre la ropa.
Llegamos a un motel, una de ellas va al baño, la otra se empieza a desnudar, mientras yo voy sacando los condones.
Cuando me giro hacia la cama, ella ya se encuentra boca arriba, estimulando sus pezones, yo solo me desnudo, me pongo el condón y me meto entre sus piernas, sin dejar de besarnos, sin dejar de acariciarla, se lo hago, ella gime y está tan mojada que puedo entrar y salir con mucha facilidad.
Su cuerpo tiembla, espero a que disfrute su orgasmo y vuelvo a atacarla, su amiga llega minutos después y se acerca a ella para besarla, en lo que se la meto a una, acaricio a la otra, ellas se besan y yo sigo en lo mío.
Una vez que tengo cansada a una, la dejo, me siento en la cabecera y la otra se monta en mí, me cabalga por mucho tiempo, sigo estimulando sus pezones, se los chupo, se los muerdo ligeramente y siento su cuerpo erizarse.
Llego a casa cerca de las cuatro de la mañana, cansado, sudado y satisfecho, vuelvo a darme otra ducha y me acuesto a dormir.
Cada que tengo que trabajar para el señor Williams, desde que acepté el sobre dos, hago lo mismo, por lo que es cansado en todos los sentidos, no puedo dejar de sentir que, si no voy a coger con una o dos mujeres, la verga en algún momento no se me volverá a parar.
Un pensamiento sumamente retrógrado, me gustan las mujeres, siempre me han gustado, no importa su talla, físico, o incluso color de piel, pero desde que inicié con este trabajo, pese a que no fue nada fácil, terminó por gustarme el sexo, o más bien me gusta la nueva sensación de placer que siento.
Quisiera simplemente dejar de pensar en ello, cojo cuando quiero y a quien quiero, no he tenido ningún tipo de problema con cogerme a esas dos chicas, los tres la pasamos bien, una de ella me dio su número, sabiendo que podría llamarlas en cualquier momento, eso significa que quieren repetir, que he hecho un buen trabajo al satisfacerlas, pero lo que me frustra es el tener que ir a hacerlo, por el simple motivo de pensar que pudiera perder mi virilidad por coger con mi jefe.
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Y es aquí más notorio el cambio de escena y escritura, pero vamos bien? Si hemos entendido el ir y venir en los eventos?
Si hay alguna duda, háganmelo saber.
Las loveo lunitas!!!
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EL SONIDO DE TU VOZ
CasualeJan Parkin un chico problemático, incapaz de controlar la ira. Scott Williams un hombre que no tolera el descontrol. Uno debe aprender que las cosas no se resuelven con violencia. El otro que no puede tener el control de todo. Ambos vivirán circuns...