Cerca de las siete de la mañana Eliud me deja en mi casa, lo dejo pasar, vamos directo a mi recámara, me cambio la ropa y me acuesto, con su maletín cura los pequeños cortes que me he hecho con las tazas, una vez que terminé de llorar, nos hemos levantado, me acerca la caja de pañuelos y me aseo, me da una botella con agua, que bebí lentamente, me ha aumentado la dosis de las pastillas por un mes, sin embargo, por tres días vendrá a mi casa a inyectarme un medicamento para dormir, he accedido porque quiero dormir y no pensar más en lo que ha pasado con Scott.
Sí, me ha gustado estar en mis cinco sentidos con él, me ha gustado coger con él, incluso... me gusta él.
- ¿Cuánto tiempo dura? –Le pregunto una vez que ha terminado de aplicarme la inyección.
-El efecto del medicamento entre seis u ochos horas, aun cuando te despiertes, estarás somnoliento, pero estarás bien, lo que queremos evitar es que salgas y no solo dañes a alguien, sino a ti mismo. Y empezará a hacer efecto en unos treinta minutos. Relájate, me iré una vez que estés dormido. Vendré mañana por la tarde una vez que la última consulta termine y así lo haremos por tres días seguidos, verás que después estarás mejor.
- ¿Olvidaré lo que ocurrió con Scott?
-No, pero ahora eres consciente de que no te ha pasado nada, aun cuando te ha gustado, que has podido tener sexo con otra chica y que las cosas seguirán igual, solo que lo que te abruma es el saber que no solo te gusta el sexo con Scott sino...
-Que también me gusta él...
-Y no tiene nada de malo, no por ello te empezarán a gustar los chicos, y aun si eso pasara, tampoco tendría nada de malo. Recuérdalo.
- ¿Y si me empiezas a gustar tú?
Ambos reímos a carcajadas, pero empiezo a bostezar, una vez que dejo de reír.
-Descansa, te veo mañana.
Asentí, cerré los ojos y disfruté del tiempo de paz que proporcionaba el medicamento.
Eliud se quedó hasta que me dormí, al día siguiente seguía somnoliento, miré mi celular, no había ninguna notificación, me reí un poco de mí mismo, ¿Qué esperaba, un mensaje, una llamada de Scott? Tal vez, algo que me dijera que, estaba preocupado por mí, pero no fue así, solo me metí a bañar, salí, tomé un desayuno y volví a dormir, jamás en mi vida había dormido tanto, solo cuando había golpeado a alguien o realmente me habían dado una buena tunda.
Al segundo día Eliud volvió y me inyectó, me dijo que él sentía que no era tan necesario, cuando lo agarré de las solapas de su saco, accedió, juro que no quiero ir a golpear a nadie, pero me siento frustrado y herido, pero también solo, muy solo, podría ir con mis padres y sentirme bien cuando mi madre me abrazara o mi padre me diera una palmada de apoyo, pero no quiero ir y sentirme así y perder el poco camino que he avanzado con ellos.
Eliud me manda un mensaje al tercer día, me dice que tiene consultas y que saldrá tarde, aun, antes de terminar de leer el mensaje le llamo.
- ¿Vendrás no es así?
-Jan buen día, a mí también me da gusto escucharte.
-Deja las idioteces ¿Vendrás o no?
-No sabía que no sabías leer. Claramente el texto dice que llegaré tarde, pues mi última consulta es a las nueve, por lo que en lo que termino la consulta estaré contigo cerca de las once.
-... No me siento nada bien, solo quiero dormir.
-... Jan, ya diste el paso de aceptación, necesitas afrontar lo que venga, tengo consulta, llego tarde a tu casa, pero iré, intenta hacer ejercicio, caminar, mantente ocupado.
-No saldré... no quiero salir y lastimar a nadie.
-De acuerdo, has ejercicio dentro de la casa, te veo en un par de horas.
Y colgó, el teléfono sonó notificándome que tengo muy poca pila, no me importa, lo dejé en la mesita de noche y comí algo, hice un poco de ejercicio, hace meses compré una cuerda, salto y salto hasta cansarme y sudar, la respiración me falta, caigo en el piso, me quedo unos minutos ahí, regreso a mi recámara y busco el celular y les llamo a mis padres, mi mamá me saluda feliz, dice que la próxima semana hará algo rico de comer y que le gustaría que fuera, le pido permiso a mi padre para ir, para que mi madre no sospeche y él se sienta seguro, le digo que me he lavado bien las manos y la cara y que incluso estaré bien bañado para ese día. Mi padre ríe un poco, mi madre me dice que, aunque no me bañe ese día puedo ir, me río un poco y mi padre me autoriza ir.
.
.
.
.
.
El hecho de que Jan no quiera ir y que sus padres se preocupen, es un gran cambio, así como la comunicación que ahora tiene con su padre.
Hay días en que, es muy necesario hacer ejercicio, tal vez más que otros días, sacar el estrés, la frustración o lo que llevemos dentro. La medicación a veces es necesaria, solo recuerda, siempre ir de la mano con un profesional.

ESTÁS LEYENDO
EL SONIDO DE TU VOZ
De TodoJan Parkin un chico problemático, incapaz de controlar la ira. Scott Williams un hombre que no tolera el descontrol. Uno debe aprender que las cosas no se resuelven con violencia. El otro que no puede tener el control de todo. Ambos vivirán circuns...