SONIDO 39

25 3 4
                                        

Los siguientes días son tranquilos, he seguido yendo a terapia, Eliud y yo tratamos de entender los planes que tiene Scott para conmigo, le pregunté directamente con relación a lo que dijo, que buscaran otra manera de persuadirme, pero no ha querido tocar el tema como tal, conociendo a Cristian y a Scott, no dudo que lo tengan amenazado, desisto, no me dirá nada, solo me pide que siga tomando el medicamento, me ha dado la receta tanto para comprar más, como para anotar la dosis, ya que no debí tomarme la medicina cuando él aun me aplicaba la inyección, por eso me puse mal.

Estos días he podido ir con mis padres, mi mamá está cada día más contenta, su semblante ha cambiado, su cara tiene más color, sonríe más y ya no ha enfermado, mi padre habla conmigo y me dice que si ha mejorado es por mí, porque sabe que estoy con ellos y estoy echándole ganas a todo. Que las visitas que realizo la mantienen estable.

Mi padre cree que los cambios que he tenido son solo por el hecho que así lo decidí, que, entre las terapias, el medicamento, el trabajo, mantenerme ocupado y mi buena disponibilidad han hecho el cambio, me dice que en un futuro podría volver a casa, lo he abrazado y hemos llorado juntos, cuando me lo dijo, sentí una inmensa paz, una felicidad que no creí volver a tener.

Cuando llego a casa pienso en que estos días han sido los mejores, que, si algún día Scott me permite salir de esto, podré seguir con mi vida, solo que, sin la agresividad, supongo que, en algún momento sin medicamento, sin terapias, que tal vez pueda regresar a ellas ocasionalmente, solo para reafirmar con Eliud que todo está bien y no porque en realidad las necesite.

Que si llego a estar con mis padres es porque soy una ayuda y apoyo para ellos y no porque no tenga dónde vivir, aunque claro que pienso que, lo mejor sería, pagarme mi propio espacio, trabajar e irlos a visitar, así como ahora, solo que, con más frecuencia, apoyarlos económicamente también sería lo mejor, sí, creo que puedo lograr ese cambio.

A los pocos días Cristian llega, no tengo cara para verlo, toca a la puerta, le abro y lo dejo pasar, sin decir gran cosa, no puedo sostenerle la mirada por mucho tiempo. Llega con varios papeles y los deja en la mesa de centro de la sala, son libros, cuadernos y carpetas con varias hojas.

Con algo de miedo tomo una carpeta, siento que es como si me estuviera entregando un sobre número cuatro. Lo hojeo y voy leyendo, están en ¿alemán? Miro a Cristian dubitativo.

-Tenemos entendido que estudiabas la carrera de lenguas ¿No es así?

-... Sí.

-Empezarás a retomar tus estudios, aquí en casa.

- ¿Qué?

-Creemos que aún es muy pronto para que convivas con más gente, así que, por el momento, se te ha proporcionado, libros, libretas y una laptop para que reanudes tus estudios, las carpetas son las que irás traduciendo poco a poco, eso será trabajo.

- ¿Por qué?

-El señor Williams sigue teniendo esperanzas en ti, cree que algún día serás un gran filólogo, aunque duda que puedas ser capaz de ser un buen maestro.

-No pensaba ejercer en escuelas... solo traducciones a mi ritmo y tiempo.

-Supongo que sí, era lo mejor.

-... ¿El sobre dos?

-... Harás ambos trabajos.

Cristian se levanta, me entrega una laptop en una funda que deja en la misma mesa. Y se dirige a la puerta.

-Cristian.

Este se voltea y me mira, pese a que no le sostengo del todo la vista, me armo de valor y le digo.

-Lamento que nos hayas visto a mí y al señor William... nunca he tenido la intención de herirte.

-...No es verdad, las primeras veces querías hasta matarme. –Río un poco.

-No, no me refiero a esos días o a esos motivos.

-... Estudia mucho, concéntrate y sigue haciendo tu trabajo, que para eso te pagan.

Abre la puerta y sale de mi casa. Por alguna razón me da coraje su respuesta, yo no estuve trabajando cuando Scott estuvo en mi casa, tampoco recibí un pago por ello, ¡Porque no estaba trabajando! Pese a que me quedo en la sala plantado, me río, y me siento bien, las manos no me tiemblan y no tengo ninguna intención de buscarlo y golpearlo, no, ninguna, me auto felicito, estamos logrando el objetivo y esto sin duda es un gran avance.

Sin más, me pongo a ver los libros, hojeo las carpetas, es mucho trabajo, pero haré mi mayor esfuerzo. 

.

.

.

.

.

Háganlo, cuando las cosas les salgan bien, cuando noten un cambio positivo o una mejora, auto felicítense, no olviden hablarse bonito. 

EL SONIDO DE TU VOZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora