Parte 3: felicidades, Chelo

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TN

El día de las audiciones para el equipo varonil llegó y Marcelo decidió participar, aunque se encontraba bastante nervioso.

-Holaaa- dije acercándome a él, quien se encontraba sentado, con las manos en tal tal posición que parecía que rezaba. 

-Hola- respondió algo nervioso.

-Te traje algo- dije mientras sacaba de mi mochila un powerade azul.

-Gracias.

Lo tomó y luego me abrazó por los hombros, podía sentir lo tenso que estaba.

-No te pongas nervioso, tienes todo lo que se necesita y más.

Ahora yo lo abracé y dejé un beso en su mejilla, justo después de eso lo llamaron, por lo que se alejó bastante apresurado.

Me quedé a mirar las audiciones, aunque no fui la única, gran parte de la escuela se encontraba ahí, mirando a los prospectos para representar a la escuela en un deporte tan amado como es el futbol.

Varios chicos jugaban bien, aunque solamente uno sobresalía, sólo uno se robaba las miradas por su deslumbrante habilidad: Marcelo. A pesar de los nervios, logró hacer ver a los demás como simples niños.

Una  vez finalizadas las audiciones, todos se fueron por su lado. Marcelo se acercó a mí con la mirada baja, mientras tomaba un poco del powerade que le había dado.

-¿Qué tal lo hice?- preguntó nervioso.

-¿En serio preguntas? ¡Lo hiciste genial! Fuiste el mejor, por mucho- dije y él sonrió.

-Gracias, necesitaba escuchar que no la regué- dijo aún con su bonita sonrisa.

-Te abrazaría, si no estuvieras todo sudado- dije y ambos reímos.

A él no le importó y me abrazó, fue un contacto tan cálido que me habría encantado que jamás terminara. 

-Diu, ahora huelo a tu sudor- dije riendo.

Era mentira. No sé qué desodorante usaba ese chico, pero debía ser de una gran calidad porque no olía mal, a pesar de tener la camiseta empapada.

A la mañana siguiente ya tenían los resultados, obviamente Marcelo estaba en el equipo. Me sentí bastante feliz por él.

-Deberías audicionar tú para el equipo femenil- me dijo Marcelo mientras salíamos de la escuela.

-Noo, lo del futbol es lo tuyo, yo no soy tan buena- dije algo apenada.

-Claro que eres buena, además, podemos practicar juntos- dijo emocionado.

-Ay, Chelo... Ni siquiera alcanzo a procesar lo que estoy haciendo, cuando reacciono, ya estás del otro lado de la cancha metiéndome un gol- dije con la mirada baja.

-Llevo mucho practicando, pero estoy seguro de que puedes jugar igual o mejor- dijo de una manera muy amable.

-No creo, ser tu fan ya va a ser demasiado trabajo como para todavía ponerme a jugar en un equipo- bromeé.

Estuvimos un rato caminando, hasta que Marcelo se dio cuenta de que no sabía a dónde nos dirigíamos.

-Güerita, ¿a dónde vamos?

-A la pastelería- respondí con normalidad.

-¿Por qué?

-Pues para comprar un pastel.

La verdad estaba muy nerviosa, no quería que Marcelo supiera que el pastel era para él. Afortunadamente, ya no hizo más preguntas lo que quedaba de trayecto.

Él me esperó afuera mientras yo entraba por un pequeño pastel que había encargado.

Después de eso, le pedí que fuéramos a una cafetería con el pretexto de que ''tenía ganas de un frappé''. No sé cómo se lo creyó, aunque, quizá yo también hubiera sido igual de ingenua como para creérmelo.

-Ábrelo- le dije con una enorme sonrisa, acercándole la caja.

Él lo hizo, dejando ver un bonito pastel con forma de cancha que decía ''felicidades, Chelo'' con letras doradas.

-¿Qué tal si no quedaba? ¿Qué harías con el pastel entonces?- preguntó sonriendo.

-Pues se lo lanzaría al tonto que no valoró tu talento- respondí mientras le daba un sorbo a mi frappé.

Marcelo rio y partió el pastel, para que ambos tuviéramos una porción.

-Gracias, Tn. Eres mi mejor amiga.

-Y tú el mío, güerito.

No mentía con eso de ser su fan, iba a todos sus partidos; algunos ganaban, otros perdían, pero él siempre lo hacía genial.





Best Friend - Marcelo FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora