Parte 25: no digas esas cosas

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TN

Pasó el tiempo, por fin entré nuevamente a la escuela. Me comencé a juntar en los recesos con el chico que me había hablado en el camión, era muy amable.

-Lamento haber quemado el arroz -dije triste.

-No te disculpes, lo hiciste genial en las rondas anteriores. Además, también sobrecosimos el pollo que íbamos a usar, no te eches toda la responsabilidad.

Resulta que terminó con su novia poco después del concurso. Él parecía muy afligido, pero era lo mejor, ella era muy egoísta.

Me volvieron a contratar en la primaria para ese ciclo escolar, entonces seguía levantándome temprano. El mini Marcelo continuaba siendo un amor de personita, su mamá me mandó otras flores.

Iba saliendo de la universidad cuando recibí un mensaje de mi hermoso novio.

Güeritaaaaaa

Vine por ti

Salí rápidamente y no tardé en encontrar con la mirada su carro, así que me subí.

-Holaaaaaaa -saludé feliz.

-Hola, linda. ¿Y esas flores?

-Me las dio un pretendiente -bromeé.

-Nada más yo puedo darte flores, princesa -me dijo serio, antes de acercarse y besar mi mejilla.

Reí y él me miró mal.

-Me las dio un niño de la escuela donde trabajo, el mismo que me dio las otras flores y me regala picafresas -le expliqué con ánimo.

-Bueno, igual voy a cuidarte más, no puedo dejar que un niño consienta más a mi novia que yo.

-No puedo creer que te pongas celoso de un niño de ocho años, Marcelo -le dije, aún riendo.

-Es que parece que los niños ya andan muy despiertitos, ¿no?

-No seas exagerado, es normal que los niños crean que se enamoran de sus profesoras.

-No exagero. A ver, ¿por qué no se enamoró de una maestra viejita? No, le gusta una profe joven y muy bonita.

Reí. Estuvimos platicando todo el camino de regreso a mi departamento. Una vez ahí, hicimos pollo con salsa de chipotle para cenar. Nos quedó muy bien, éramos un gran equipo. 

-Cada vez cocinas mejor, güerito -le dije sonriendo, después tomé su rostro con una mano y le di un beso en la mejilla.

Ya que terminamos de comer, nos pusimos a platicar un rato en la sala.

-Voy a estar pasando a recogerte a tu trabajo, linda. Ya me dio desconfianza que llegues con flores -dijo lo último bromeando.

-No, me vas a espantar los ligues -bromeé, acercándome a Marcelo.

-Ahora me das más motivos para ir, princesa -dijo riendo.

Puse mis manos en sus mejillas y él colocó las suyas en mi cintura mientras nos comenzábamos a besar. Me sobresalté al escuchar que mi celular comenzó a sonar. Miré que era mi mamá, así que me separé de Marcelo sonrojada y le respondí.

-Hola, corazón -me dijo mi mamá alegre.

-Hola, mami.

-¿Cómo te ha ido en la escuela?

-Me ha ido muy bien, gracias. ¿A ustedes cómo les va? 

-Igual. ¿Y cómo te va en el amor, cariño? ¿Ya te robó el corazón algún muchacho? -me preguntó mi mamá.

Me puse nerviosa al escuchar eso, no estaba segura de decirle que Marcelo y yo éramos novios. Es que nunca le oculto nada, pero, por alguna razón, me daba miedo contarle eso.

-Ay, mamá... ¿Qué preguntas son esas? -dije intentando no sonar nerviosa.

-Ya estás en edad de buscarte un noviecito. A tu edad, yo ya andaba con tu padre.

Supongo que Marcelo supuso de qué estábamos hablando, porque recargó su cabeza en mi hombro, al parecer intentando escuchar.

-¿Y no has visto a Marcelo? 

-Sí, todavía nos vemos cuando tenemos tiempo.

-¿No te gusta? Es un buen muchacho, me cae bien.

Sentí como mi cara se ponía bastante roja.

-Ay, mamá... No digas esas cosas -dije apenada.

-Bueno, cariño. 

No dijo mucho. La llamada terminó poco después de eso.

-¿No le has dicho que somos novios? -me preguntó Marcelo confundido.

-No, no encuentro el momento -respondí nerviosa.

-Pues ese sonó como un buen momento.

-Es que me da vergüenza.

-¿Vergüenza? Es bueno saber que te avergüenza ser mi novia -dijo un poco irritado.

Marcelo se levantó y dio un par de vueltas a la sala, bastante pensativo.

-¿Sabes qué? Mejor me voy, Tn. Nos vemos mañana -dijo, ahora más triste que enojado.

-No, Chelo, espera -dije corriendo a abrazarlo.

Marcelo me miró algo desanimado.

MARCELO FLORES

Mi familia y todos los que me conocen supieron que estaba enamorado de ella desde mucho antes de que anduviéramos, me dolía bastante darme cuenta de que ella me negaba con su familia.

-Lo siento, en serio perdón. Es que esta sería la primera vez que le cuente a mi familia que tengo una relación, eso me pone muy nerviosa. Me expliqué mal, obviamente no me avergüenzo de ser tu novia, te amo bastante, Chelo... Mañana le llamamos a mis papás para decirles, amor, ¿sí?

Sentí cómo mi piel se puso rosita, después Tn tomó mis manos.

-No, lamento haberte presionado. Tú puedes decirles cuando estés lista, preciosa.

-Estoy lista, güerito -me dijo y luego me besó.

Best Friend - Marcelo FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora