Best Friend - Marcelo Flores

Parte 17: ¿Ya te conquisté?

MARCELO FLORES

Llegué a mi casa muy feliz, incluso había olvidado casi por completo la derrota de Tigres.

-Hermanito, ¿qué horas son estás de llegar? ¡De seguro andabas de coqueto! -me dijo Silvana, mirándome con una sonrisa.

-No.

-¿Cómo que no? Ya vimos las historias de Tn -agregó Tatiana sonriendo.

-Nada más hicimos lasaña.

-Ahhhhhhh, pero si yo te pido que hagamos hot cakes, de seguro me dices que no -bromeó Silvana.

-Ni que supieras hacer hot cakes -la bromeé ahora yo.

TN

Estaba en mi departamento, muy feliz descansando, cuando me di cuenta de que casi no tenía comida en el refrigerador, por lo que decidí ir al mercado. En cuanto salí de mi casa, me encontré con una señora, quien vivía en el departamento de a un lado.

-Buenos días... Creo que no nos hemos presentado, me llamo Aylin, vivo aquí -dijo la señora con una sonrisa, mientras señalaba la puerta de su departamento.

-Mucho gusto, yo soy Tn, me acabo de mudar.

-Sí, lo noté. ¿De dónde vienes, cariño?

-De Inglaterra.

-No me estés bromeando, chica. 

-Es en serio.

-¡Pero si hablas muy bien español!

Estuvo un rato haciéndome preguntas o comentarios, me sentía algo incómoda, además, en serio quería ir al mercado, comenzaba a darme hambre.

-Si no es indiscreción, ¿el chico que vino ayer a tu departamento es tu novio?

-Noo, es mi amigo.

Poco después, por fin me dejó libre.

-Oh, se me hace tarde, tengo que irme, cielo... Fue un gusto conocerte.

Ahora sí, me dirigí al mercado. Me tomé mi tiempo y regresé a mi casa con las compras.

MARCELO FLORES

Mis hermanas me pidieron que invitara a Tn a la casa, entonces le mandé mensaje para preguntarle y me dijo que sí, por lo que iría a recogerla.

-Pórtate bien -me dijo Tatiana.

-No, mejor no, róbale un beso o algo -bromeó Silvana riendo.

Me fui. No tardé mucho en llegar, me bajé y noté que estaban unas señoras platicando en el estacionamiento, al parecer no notaron mi presencia.

-¡No puedo creerte, amiga! Se veía tan decente la muchacha -decía una señora.

-Te lo juro, Selena... La otra vez miré como un chico morenito con un carro deportivo la dejaba, y ayer miré cómo, en la noche, llegó ella con unas flores, acompañada por otro muchacho que se veía de dinero -dijo otra señora en voz baja.

-No andes de chismosa, a lo mejor alguno era su novio y tú ya te andas inventando una novela -mencionó una tercera mujer.

-Hoy le pregunté que si el chico de las flores era su novio, me dijo que no.

No tenía la plena certeza, sin embargo, supuse que estaban hablando de Tn y de mí.

Subí las escaleras, toqué la puerta y no tardó mucho en abrirme Tn con una enorme sonrisa.

-Hola, Chelo. Hace años que no te veo -dijo de broma mientras me abrazaba.

Bajamos y nos subimos a mi carro. Noté que seguían ahí las señoras chismosas, mirándonos para después cuchichearse cosas.

-Oye, linda. ¿Conoces a esas señoras? -le pregunté bastante serio.

-A una de ellas, se presentó conmigo hoy en la mañana... Creo que se llama Aylin.

-¿Qué opinas de ella?

-Pues fue amable, aunque me ponía algo incómoda.

Le conté a Tn sobre lo que les escuché hablar mientras llegaba. Era bastante desagradable la idea de que hablaran así de nosotros, no tenían ningún derecho a hacerlo.

-A lo mejor no hablaban de nosotros... Ni siquiera nos conocen, ¿por qué dirían esas cosas? -me dijo Tn con la mirada baja, mientras jugaba nerviosamente con sus manos.

-No lo sé, pero igual intenta no acercarte mucho... No vale la pena entablar amistad con esas señoras chismosas.

Ella asintió.

Llegamos a mi casa, entramos y nos encontramos nuevamente con mis hermanas.

-¡Hola, Tn! -dijeron mis hermanas casi al unísono.

Mi amiga les devolvió el saludo. Después comenzamos a hablar.

-Oye, ¿cómo le hiciste para convencer a mi hermano de cocinar? Porque nosotras a cada rato le decimos y no quiere -dijo Tatiana, mirándome con una maldad disimulada.

-Siii, la otra vez le dijimos que cocinara hot cakes con nosotras y no quiso -me delató Silvana con un puchero.

-¡Ay, Marcelo, muy mal! -bromeó Tn sonriendo.

-Déjenlo, es que tiene miedo de que nos queden más ricos a nosotras -dijo Tatiana riendo.

-Uy, Chelo. ¿Vas a dejar que te digan miedoso? -me provocó mi amiga sonriendo.

Decidimos ponernos a hacer esos famosos hot cakes. Cada quien tomó un recipiente y preparamos algo de harina, luego los calentamos. Tatiana y Silvana estaban muy emocionadas, aunque a la primera le quedaron crudos y a la otra, quemados; a mí me quedaron buenos, aunque bastante asimétricos; a Tn le quedaron bonitos y muy ricos. ¿Hay algo que Tn no haga bien?

-Creo que tenemos una ganadora -dijo Silvana abrazando a Tn.

-Y yo quedé en segundo lugar, así que ya les demostré que cocino mejor que ustedes.

-¡¿De qué hablas?! ¡Mira eso! Parece lo que sea, menos un círculo -me dijo Tatiana.

-Al menos los míos sí se cocieron.

TN

Me divertía ver a Marcelo interactuar con sus hermanas, aunque se la pasaran discutiendo. Yo fui hija única, así que me parecía lindo todo lo que hacían.

-A ver, Tn... Tú que cocinas bien, ¿qué opinas de esa frase de la Princesa y el Sapo, que dice que conquistas a un hombre conquistando su estómago? -me preguntó Tatiana, mientras limpiaba un poco de harina que tenía en su blusa.

-No sé... Chelo, te he cocinado mucho, ¿ya te conquisté?