Parte 6: la próxima vez que esté aquí

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TN

Recuerdo que batallé un poco, pero pude ver algunos de los primeros partidos de Marcelo con el club Tigres. Me gustaba verlo jugar, aquí lucía más seguro y sus compañeros lo asistían más, así como él a ellos, incluso dio algunos buenos goles.

Un día, llegué a Nuevo León con el pretexto de ''ver universidades'', ya que mis papás habían estudiado ahí, aunque en realidad quería ver a Marcelo. Fue muy breve mi estadía ahí, duró solamente un día, el cual pasé en su mayoría peinando a Marcelo.

-¿Qué me estás haciendo? Ya me duele la cabeza- dijo, ya que no le dije qué hacía.

-Es una sorpresa, un cambio de look- dije sonriendo.

Estuvimos hablando un rato.

-¿Y viniste por algo en especial? No creo que estés aquí nada más para verme- preguntó sonriendo.

-Pues se supone que voy a ver si me puedo cambiar a la universidad donde estudiaron mis papás, está aquí en Monterrey- dije con toda la tranquilidad del mundo.

Marcelo giró la cabeza para mirarme, lo cual me tomó por sorpresa.

-¡No te muevas! Así nunca voy a terminar- dije riendo.

-¿Apenas me vas diciendo?

-Pues sí- dije algo avergonzada.

-¿Ya fuiste?- preguntó inquieto.

-Tengo una cita con la directora en dos horas- dije mientras miraba la hora en mi celular.

-¿Por qué no me habías dicho que vendrías a estudiar acá?- preguntó confundido.

-No sé si se vaya a poder, así que no quería que nos hiciéramos esperanzas antes de tiempo- dije sin mirarlo.

Él volvió a su postura inicial, para que pudiera seguirlo peinando.  

-Espero que sí se pueda, sería lindo que estuvieras aquí- dijo feliz.

La verdad era bastante mala peinando, así que tardé bastante, pero logré hacerle a Marcelo unas trencitas.

-¡Listooooooo!- dije pasándole un espejo.

-Te quedaron bien- dijo mirándose.

-Sí, me gusta cómo se te ven- dije sonriendo.

Marcelo me miró con las mejillas un poco rositas y luego sonrió, aunque supongo que era porque hacía algo de calor y porque es güero, mi mamá dice que a las personas más blancas se les pone roja la piel por cualquier cosa.

-¿Quieres comer algo? Te invito- preguntó Marcelo.

-No lo sé, ya falta menos de una hora para la cita.

-Yo te llevo, en el camino compramos algo y comemos en el carro.

  Acepté, compramos una hamburguesa en el Carls jr.

-¿Puedes comer hamburguesas?- pregunté mirando cómo Marcelo mordía la suya.

-No, pero me pondré rebelde por ti.

-Si quieres, compramos otra cosa... No quiero que rompas tu dieta o te metas en problemas.

-No te preocupes por eso; si no quisiera, solamente te habría comprado a ti- respondió sin despegar su mirada de la carretera.

Llegamos a la universidad unos minutos antes de la cita, por lo que alcanzamos a terminar de comer. Me bajé y hablé un rato con la directora. No pareció tanto, pero, al salir, ya era de noche. Supuse que Marcelo ya se habría ido, así que comencé a caminar mientras prendía google maps, hasta que una voz me llamó.

-Tn, ¿a dónde vas?- preguntó Marcelo trotando en mi dirección.

-Lo siento, creí que ya te habías ido- dije algo apenada.

-No te podía dejar sola, además, tengo que saber qué te dijeron.

-Pues...

Me miró con incertidumbre, parecía  bastante preocupado por lo que respondería.

-La próxima vez que esté aquí, no tendrás que preocuparte porque me vaya- dije sonriendo.

Marcelo sonrió emocionado y me abrazó, sosteniéndome unos segundos en el aire.




Best Friend - Marcelo FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora