Best Friend - Marcelo Flores

Parte 30: ¿de verdad amas a mi hija?

ELENA (MAMÁ DE TN)

Estuvimos un rato más platicando mi esposo y yo.

-¿Dónde andan los enamorados? ¿No querrán un café? -preguntó Francisco.

-No sé, deja les pregunto.

No se escuchaba ruido, así que empecé a buscarlos. No tardé en notar que estaban en la habitación de Tn. Me asomé, ya que tenían la puerta abierta: se habían quedado dormidos abrazados. Qué bonitos, me hacen recordar cuando Francisco y yo éramos novios.

Regresé con mi esposo, le dije que estaban dormidos y seguimos ahí, conversando.

TN

Me desperté hasta la mañana siguiente, recostada en el pecho de mi novio.

-Buenos días, Chelo -dije tallando mis ojos.

-Hola, bonita.

Nos levantamos y bajamos a la cocina, donde supuse que estarían mis papás, ya que ellos se levantan temprano para desayunar.

-¡Hola, papás! -saludé feliz.

-Buenos días -saludó Marcelo.

-Holaaa. Llegan justo a tiempo, acabamos de hacer el desayuno -dijo mi mamá con una sonrisa.

Mis papás hicieron algo simple: huevos con tocino. Cada quien tomó un plato y nos pusimos a comer.

-¿Qué tal durmieron? -preguntó mi mamá sonriendo.

¿Nos había visto? ¡Ay, qué pena! Me puse roja y Marcelo, pálido.

-Bien, mamá.

Mi mamá se rio y mi papá nos miró confundido.

-No pongan esas caras, cielitos. Ni que hubieran hecho algo malo -dijo mi mamá sonriendo.

Estuvimos un rato platicando, hasta que terminamos de desayunar.

-Amor, ¿no tienes algo que decir? -dijo mi mamá a mi papá, poniéndose a su lado.

-Ah, sí. Marcelo, ¿me acompañas al... mercado?

ELENA

¿Es en serio? ¿Al mercado? ¿No se le ocurrió algo mejor? No sé qué voy a hacer con este hombre.

Lo miré feo, aunque me compadecí al notar que me devolvió la mirada triste, sintiéndose regañado. 

-Claro -respondió Marcelo algo nervioso, aunque se motivó al ver la sonrisa de Tn, alentándolo.

Los dos hombres se fueron, por lo que Tn y yo nos quedamos solas.

-¿Por qué van a ir al mercado? -preguntó Tn, confundida.

-Porque le dije a tu papá que pasara tiempo con él para conocerlo, pero creí que se le iban a ocurrir mejores planes.

Tn y yo reímos.

-Déjalo, se la van a pasar bien -me dijo mi hija.

-Sí, yo creo que sí.

Estuvimos un rato más platicando sobre cómo le iba a Tn en México y cómo nos la pasábamos nosotros aquí. Después recordé que me hacía falta comprar ropa nueva, porque alguna de la mía ya está algo gastada, así que le propuse a mi hija que me fuéramos a comprar algo para nuestro guardarropa. Ella aceptó encantada, entonces fuimos a una plaza por ahí cerca.

MARCELO FLORES

Nos subimos al carro del papá de Tn, después comenzó el trayecto rumbo al mercado.