Parte 4: feliz nochebuena

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TN

Pasaron algunos años, estábamos en primer semestre de prepa. Eran las vacaciones navideñas y Marcelo se encontraba solo, su familia estaba de vacaciones, pero a él lo dejaron aquí porque tuvo que hacer el extraordinario de matemáticas.

-Ay, Marcelo, me hubieras dicho que no entendías, te habría ayudado a estudiar- dije algo triste.

-¿Marcelo? ¿Estás enojada conmigo?- preguntó él, más preocupado por el motivo de que lo llamara por su nombre que por la situación en que se encontraba.

-Nooo, pero ahora no pasarás navidad con tu familia- dije con la mirada baja, no podía imaginarme pasar las fechas festivas sin mis padres.

-No te preocupes por eso, estaré bien- dijo poniendo un brazo alrededor de mis hombros, intentando llamar mi atención.

Ese día Marcelo me acompañó a comprarle un regalo de navidad a mis padres, a cambio le compré un café. 

-No era necesario- dijo, dispuesto a pagarme.

-Claro que sí, debe ser aburrido para ti acompañarme a estas cosas.

-No lo es, me gusta pasar tiempo contigo, y también ayudarte a conseguir regalo para tu mamá, ella siempre es muy linda conmigo.

Una vez en mi casa, me despedí de Marcelo con mucho sentimiento, ya que creí que no lo volvería a ver hasta después de Año Nuevo, lo cual me ponía algo triste. Entré a mi hogar y mi mamá se encontraba preparando la cena, así que decidí ayudarla.

-¿Qué preparas?- pregunté abrazando a mi mamá.

-Lasagna.

-Yo te ayudo.

Mi mamá me miró con detenimiento y sonrió.

-¿Encontraste lo que buscabas?- preguntó refiriéndose a los regalos.

Asentí con emoción y comencé a partir el queso en rebanadas.

-¿Cómo está Marcelo? Ya hace mucho que no viene a la casa.

Le respondí que bien, aunque le conté sobre el extraordinario y la ausencia de su familia en esas fechas.

-Pobre muchacho, deberías decirle que venga con nosotras a pasar navidad- dijo mi mamá con seguridad. 

-¿Segura?

-Claro que sí. Tu papá estará fuera de la ciudad por negocios y a mí me encantaría tenerlo aquí- dijo mi mamá emocionada.

-Está bien.

Continué con lo que hacía, hasta que noté que mi mamá se giró en mi dirección, mirándome confundida.

-¿Qué esperas? Háblale, cariño.

Algo avergonzada, tomé mi celular y lo llamé, puse altavoz para que mi mamá escuchara.

-¿Bueno?- dijo tras contestar.

-Holaa, ¿Ocupado?- pregunté algo nerviosa.

-No, acabo de llegar a mi casa. ¿Pasa algo?

-Pues, mi mamá y yo queríamos invitarte a pasar navidad con nosotras, si quieres.

-No lo sé, güerita, no quiero ser una molestia- fue lo primero que me respondió.

Mi mamá no dudó en quitarme el celular de la mano.

-Hola, cariño. No eres ninguna molestia, todo lo contrario, sería lindo tenerte aquí.

-Buenas tardes, gracias por la invitación...

Quizá se encontraba próximo el ''pero'' que tenía Marcelo, mas mi mamá lo interrumpió.

-Aquí te esperamos, cariño. Te cuidas- dijo mi madre antes de colgarle.

Me sentía tan apenada, faltaban dos días para Nochebuena y creí que Marcelo definitivamente no iba a llegar.

Ese día, mi mamá y yo estábamos preparando tamales.

-Mejor ve a esperar a Marcelo, no debes recibir a las visitas con la ropa llena de masa- dijo mi mamá.

-No creo que venga, mejor te ayudo.

-Sí va a venir.

Parece que mi mamá veía el futuro, porque justo en ese momento llamaron a la puerta. Me acerqué a abrir mientras me quitaba el mandil que llevaba puesto. Abrí y miré a Marcelo esperándome.

-Holaaaa, feliz Nochebuena- dije y lo abracé.

Él correspondió y, una vez separados, me quité para que pasara.

-Les traje un regalo a ti y uno a tu mamá- dijo, sacando dos cajas relativamente pequeñas de una bolsa del mandado.

-Gracias- dije un poco ruborizada antes de poner ambos regalos debajo del pino.

Yo también le tenía un regalo, aunque no creí que se lo daría el mero día de Navidad, y enfrente de mi mamá. No era nada malo, pero me daba vergüenza.

Miró el mandil en mis manos y sonrió.

-¿Apoco sabes cocinar?

-Ya verás que sí, estamos haciendo tamales.

-¿Ocupan ayuda?

Ambos fuimos a la cocina y mi mamá intentó corrernos, pero yo la terminé ayudando a hacer los tamales y Marcelo ayudó a hacer una ensalada.  






Best Friend - Marcelo FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora