Parte 21: tienes una gran chica, Marcelo

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TN

Pasaron los días, Marcelo y yo nos la pasábamos juntos siempre que no se encontrara entrenando u ocupado con alguna otra cosa, aunque finalmente había llegado el día de irme para el concurso, el cual tendría lugar en Ciudad de México, así que tendría que irme de viaje algunos días.

Me levanté, me arreglé y revisé que estuviera empacado todo lo que necesitaba. Después escuché cómo tocaron la puerta de mi departamento.

-Hola, güerito -le dije mientras habría la puerta.

-Hola, linda -me respondió con una sonrisa.

Marcelo me dio un corto beso, luego me hice a un lado para que pasara.

-¿Cómo estabas tan segura que era yo? A lo mejor era un acosador y tú le abriste la puerta como si nada -me dijo Marcelo riendo.

-Hoy me voy a ir, así que supuse que vendrías -le respondí, sonriendo.

Marcelo me ayudó a hacer hot cakes, mientras platicábamos un poco.

-¿Vas a durar mucho allá? -me preguntó Marcelo con un puchero.

-Depende qué tal nos vaya, pero será máximo dos semanas.

-Bueno... Porque en dos semanas comienza la apertura de la liga MX, y me encantaría que fuera mi hermosa novia a apoyarme -me dijo mientras rodeaba mi cintura con sus brazos.

-No sabía que tenías una ¨hermosa novia¨, pero puedes llevarla, no te lo voy a impedir -dije fingiendo estar indignada.

Marcelo rio y luego me besó. Cada vez me enamoraban más los delicados labios de mi novio, es un chico maravilloso.

Después de que me pusiera roja y él se aprovechara para ponerse de coqueto, nos pusimos a desayunar.

Teníamos que ir a la escuela los seleccionados, ahí nos esperaría un camión que nos llevaría hasta Ciudad de México.

-¿Quieres que te lleve, hermosa?

-Me encantaría, pero ¿hoy no tienes cosas qué hacer? -pregunté algo apenada, no quería que fuera a cancelar sus planes por mí, lo cual solía hacer.

-No, no te preocupes.

Después de terminar nuestros alimentos, me llevó a mi universidad, aunque de camino nos paramos por un frappé.

-No quiero irme, me quiero quedar contigo, corazón -le dije una vez en la escuela, recargando mi cabeza en su hombro.

-Tampoco quiero tenerte tan lejos, pero tienes que ir, es importante que les demuestres a todos tu talento -me respondió, para después besar mi frente.

-Te amo, güerito -dije y luego besé su mejilla.

Noté que sus mejillas se pusieron algo rojas, después desvió la mirada algo avergonzado.

-Yo te amo más, güerita. 

MARCELO FLORES

Me quedé helado al escuchar esas palabras. No es que no sintiera lo mismo, porque claro que lo hacía, sólo que fue algo inesperado.

Me quedé estacionado afuera de su escuela un rato, reflexionando sobre lo que acababa de pasar, me sentía en un sueño. Sin embargo, mis pensamientos se vieron interrumpidos por algunos mensajes que llegaron a mi celular: eran del grupo de whatsapp de Tigres.

Gignac: Marcelo, vamos a ir a un bar, ¿vienes?

Ibáñez: ¿O no te deja tu novia?

No tenía nada qué hacer, así que les respondí que sí iría. 

Una hora después, llegué al lugar y me encontré con todos. Ocurrió lo mismo que todas las veces: cada quien se fue por su lado, sólo que está vez nos quedamos juntos Gignac y yo.

-¿Cómo te ha ido, niño? Ya casi no sales con nosotros después de los entrenamientos -me dijo Gignac con amabilidad, intentando hacer plática.

-Pues me ha ido bien... y lo siento -dije algo arrepentido.

Giganc me volteó a ver con el ceño fruncido, después me dio unas palmadas en el hombro.

-Sabes que puedes confiar en mí, ¿no? Somos un equipo, y estoy aquí para ti -me dijo André con una sonrisa.

-Gracias... -no tardé en empezar a contarle- Es que siento que ya dejé a Tn sola mucho tiempo, todo ese en el que estuve rolando de equipos, ya no quiero hacerlo otra vez -le dije algo triste.

Sentía que todo era muy difícil: no quería dejar sola a Tn, pero tampoco debía descuidar a mi equipo. Intentarlo todo era complicado.

-El problema no es ella. Por lo que me han contado Córdova y tú, Tn siempre te ha apoyado, sin importar la distancia y la poca comunicación que llegaron a tener, así que no tienes que preocuparte. A mi parecer, tienes una gran chica, Marcelo.

Estuvimos un rato hablando, hasta que Gignac se fue con los demás y me dejó sólo. En eso, se acercó una chica y se paró junto a mí.

-Holaaa. Disculpa que te moleste, pero ¿eres Marcelo Flores? -sinceramente, no se notaba muy arrepentida de ¨molestar¨.

-Hola. Sí, soy yo -le dije sonriendo con cortesía.


Best Friend - Marcelo FloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora