MARCELO FLORES
Llegó el día del partido y Tn no me había dicho si iría o no. Le pregunté por mensaje, pero no me respondió. Esa chica a veces se desaparece de la nada, en ese momento me puso muy ansioso, aunque no quise llamarla para no interrumpir si estaba en su concurso.
-¿Va a venir la lindura de tu novia a vernos? -me preguntó Ozziel, adivinando mis pensamientos.
-No sé -le respondí algo nervioso.
-¿Todo bien con ustedes? -noté que me lo preguntaba con buenas intenciones, no intentando algo más. En serio valoré eso.
-Sí, gracias. Es que anda fuera de la ciudad, no sé si alcance a regresar -le conté.
-Igual tú mete goles. Los va a ver, ya sea mirándolo en el estadio o en su celular -después de decir eso, me dio una palmada en la espalda y se fue.
El partido comenzó y no miré a Tn, tampoco recibí un mensaje o llamada suya. Efectivamente, metí un gol. Celebré haciendo una voltereta y después un corazón con las manos, dirigiendo la vista hacia el palco donde debía estar mi novia, enorme fue mi sorpresa al mirarla celebrar desde ahí, con un leve rubor en sus mejillas. Me emocioné mucho al verla, le envié un beso y mis compañeros me abrazaron por detrás.
El partido continuó y ganamos. Después de que terminara, miré a Tn acercarse a nosotros caminando; yo corrí impaciente y la cargué, después la di un beso, el cual correspondió.
-¡Mira qué bonitos! -escuché que Nahuel le dijo a alguien, supuse que a Gignac.
Puse mis manos en su cuello y junté nuestras frentes.
-Te extrañé mucho, linda.
-Y yo a ti, Chelo.
Estuvimos así unos segundos, hasta que nos separamos y tomé su mano.
-Felicidades, estuvo fantástico el gol que metiste -me dijo sonriendo.
-Gracias. Es que lo hice pensando en una chica muy hermosa.
Besé su mejilla, luego ella me abrazó.
-¿Cómo te fue en el concurso, güerita?
-Lo importante ahora es que ganaron el partido, amor.
No pude responder nada, ya que un beso suyo me interrumpió.
Tn saludó a los demás y ellos nos invitaron a cenar. Era un restaurante que tenía bar, así que todos estarían felices. Ambos accedimos.
Llegamos allá e intenté hacerle plática a Tn, pero se veía algo distraída.
-¿No vas a comer, guapa? -le pregunté mientras rodeaba sus hombros con un brazo.
-No tengo hambre, Chelo... Nada más te acompaño.
Tn comenzó a pedir cerveza o vino mientras yo cenaba, lo cual se me hizo extraño.
-Linda, no deberías tomar tanto, ya ves lo que ocurrió la última vez -le dije preocupado.
-Ah sí, claro, lo siento -dijo alejando de ella la copa que tenía previamente en la mano.
Nos pusimos a hablar sobre nuestra vida esas últimas dos semanas, aunque la noté algo rara. Su sonrisa no lucía tan sincera y alegre como antes.
-Ahorita vengo, Chelo. Voy al baño -me dijo, levantándose de su asiento.
Esperé algunos minutos, pero no llegaba, sentí que ya había tardado mucho. Me levanté y me dirigí al baño. La miré, no estaba adentro, sino sentada en el pasillo, con las rodillas cubriendo su rostro, parecía que estaba llorando.
-¿Todo bien, linda? -le dije, hincándome junto a ella.
-Sí, lo siento -dijo ella, para después secarse las lágrimas y mirarme.
-¿Por qué lloras?
-No es nada, vámonos a la mesa, corazón -me dijo mientras se levantaba y comenzaba a caminar.
Tomé su mano, para evitar que se fuera. Tn me miró algo avergonzada.
-Perdón, no quería arruinar tu celebración por ganar el partido -me dijo triste.
-No arruinas nada, linda. Pero me preocupas, ¿qué te pasa?
-Es que... llegamos a la final del concurso, pero perdimos por mi culpa -me contó desanimada.
-No creo, güerita. ¿Por qué dices eso?
-Porque se me quemó el arroz -dijo llorando- Esa vez lo único que me tocaba hacer era cocinar el arroz, pero lo quemé. Era tan simple y, aún así, lo arruiné.
-No digas eso. Eres bastante buena, sólo fue un error -le dije mientras ponía mi mano en su hombro.
-Pues fue un error horrible.
-No llores, eres muy talentosa. Ese arroz no significa nada.
TN
Marcelo me estuvo animando hasta que dejé de llorar. No me sentía mal por haber perdido, sino porque éramos un equipo, no me parecía justo que perdieran por mi culpa.
Luego regresamos con sus compañeros. Me sentía más tranquila, ya que me había desahogado. Estuvimos platicando un poco con los demás, a mí aún me daba pena, pero ellos me preguntaban o decían cosas, por lo que me uní a la conversación.
Algunas horas después, Marcelo me invitó a su casa. Nos pusimos a ver la tele, hasta que nos quedamos dormidos abrazados en la sala.
-Buenos días, linda -me dijo Marcelo dándome un beso en la frente.
-Hola, güerito.
Me estaba levantando, cuando Marcelo me lo impidió.
-Espera, voy a hacer el desayuno. Verás que me voy a lucir.
Me dio un beso en la mejilla antes de levantarse e ir a la cocina. Yo lo esperaba mirando Bob Esponja, porque no se me ocurría otra cosa. El celular de Marcelo estaba en una mesita frente a donde me encontraba sentada, y noté que le llegaron varios mensajes.
-Chelo, te están llegando mensajes, ¿te paso tu celular? -pregunté con amabilidad.
-Fíjate si son los del equipo, estamos esperando a que nos digan cuándo será el próximo partido -escuché que dijo desde la cocina.
Tomé su celular, lo encendí y miré sus notificaciones, no eran los del equipo.
Holaaaaa
Oye, fue lindo verte en el bar la otra vez
¿No te gustaría salir a algún otro lado?
Una chica le estaba enviando mensajes por instagram. No los abrí, sólo apagué el celular y lo dejé nuevamente sobre la mesa.
-¿Sí son ellos, linda? -me preguntó Marcelo.
-No -le respondí algo insegura.
No sabía qué decirle y tampoco sabía a qué se debían esos mensajes, pero tampoco quería buscar respuestas, tenía miedo, además no quería verme como novia tóxica. Pero ¿qué hacía?
Hola, corazones jaja
Espero que estén disfrutando la historiaaaaaaaaaaaaaaaaa. Aprecio todo el apoyo que le brindan <3
Quería preguntarles: ¿les gustaría que hiciera una historia sobre otro futbolista cuando termine esta?
Porque tengo ideas para otra de Marcelo, una de Sebastián o una de Gerardo Arteaga, pero no sé cuál les llame la atención, o si preferirían con otro.
Otra vez gracias y byeeeeeeeeee.
ESTÁS LEYENDO
Best Friend - Marcelo Flores
FanfictionEllos dos son mejores amigos desde niños. Su amistad se convierte en una a distancia desde que él debutó como futbolista, pero, aún así, ella asiste a sus partidos cada que puede e incluso se transfiere de universidad una vez que el chico es contrat...