Es temprano, falta poco para que el sol salga, pero ya estoy caminando hacia las barracas para reunirme con mi nuevo escuadrón.
- ¿Crees que pase algo interesante? - me pregunta mi alumna.
- Espero que no. Somos novatos, por lo que es probable que nos encarguen búsquedas simples o la protección de figuras poco importantes. Lo primordial es mantenernos al margen, ya pasó lo más difícil, por lo que solo nos tenemos que preocupar por subir poco a poco en la escala.
- ¿Eso puede pasar?
- Para ti va a ser difícil, eres la primera mujer guerrera. Para mí no va a ser diferente, soy aquel que escupió públicamente en la tradición, por lo que el concejo no me lo dejará fácil para obtener poder.
La charla transcurrió con normalidad hasta llegar al centro de entrenamiento de los guerreros no maestros. Se supone que debemos buscar a un tipo llamado Khota, el cual será nuestro líder en las próximas misiones. Debo decirlo, el lugar es mucho más grande que lo mostrado en mi antiguo mundo, no solo hay una armería y un almacén para bienes de guerra, sino que también hay un centro de entrega de recompensas o lo que parece un ring improvisado.
A lo largo del complejo se podían ver diferentes grupos de personas, algunos maestros agua, otros no maestros, incluso llegué a ver a un anciano del concejo. Al final simplemente decidí ir a la "ventanilla" de recompensas, la cual estaba dirigida por una sanadora.
- Buen día. ¿Qué se les ofrece? - preguntó en un tono profesional y cálido.
- Buscamos a alguien llamado Khota. - respondí mientras notaba que los ruidos se concentraban en un lado de las barracas.
- ¡Ohh! - eso no es una buena señal - Es desafortunado, pero tendrán que esperar a que termine. Es el hombre de barba. - mencionó al final mientras apuntaba al cuadrilátero de madera y piel en una esquina.
En un lado se encontraba una mezcla entre un hombre y un perro-oso polar, más que nada por la cantidad innecesariamente grande de pelo que se podía ver a lo largo de todo su torso desnudo, el cual parecía ser un requerimiento al subirte.
El otro lado combatiente era mucho más "humano", si es que se le puede decir así a una montaña de músculo, aunque por lo menos este si tenía pelo en su cabeza y cara, manteniendo una barba de perilla que lo hacía parecer un policía de los 80.
- Ese es nuestro maestro... - dijo Hanta en un tono desolador.
- Bueno, ya lo encontramos. Ahora falta buscar a los tres guerreros que nos acompañaran.
Si, al parecer las estupideces de Pakku de segregación maestro-no maestro acaba justo después de completar la prueba, pues ese asignado junto a otro maestro agua, tres guerreros no maestros y un líder de escuadrón. Algo que, en perspectiva, podría ayudar bastante a las futuras sanadoras que ingresen al sistema, pues no hay mucha discriminación a la mujer después de que es capaz de matarte.
Nos quedamos al margen unos minutos en medio de la multitud, casi como dos niños perdidos en un supermercado, algo no muy raro en novatos pero muy útil cuando quieres pasar desapercibido. Miré por unos minutos a la multitud hasta notar a tres personas agrupadas al lado de una de las columnas de hielo, mirando fijamente a Khota con vergüenza y rechazo mientras agachaban ligeramente la cabeza cada que le daban un golpe.
Bingo...
- Esas personas en la columna, son nuestros nuevos compañeros. - le dije a la sanadora de combate mientras comenzaba a caminar.
- *ahh* En serio, sigo sin entender cómo lo haces...
-¿Hacer qué?
- El darte cuenta de todo. De las verdades, las mentiras, las cosas sutiles e incluso de las personas.
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Balance
FanficRodeado de nieve roja... Con sus huesos martillando contra la piel de sus enemigos... Expulsando lenguas de destrucción en el cielo... Marcado por la traición... Encontrará la paz...