Capítulo 14: Experimento

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Amo la luna llena, no solo porque me gusta su brillo y estoy a menos de cincuenta kilómetros de su encarnación física, sino el aumento de poder que me otorga. Durante la luna llena, el truco de las alas de ángel funciona con una efectividad casi sobrenatural.

¿Por qué esto es importante? Pues es vital cuando quieres experimentar con humanos vivos, así se reducen los riesgos de perder sujetos de prueba. Puede que tenga mis desacuerdos con Yugoda, pero debo de agradecerle por enseñar formas de tratar la hipotermia.

El calor es energía y la temperatura es una medición interna de esa energía. Si bien el chi sigue teniendo un tema mágico, no deja de ser una realidad en este mundo, por lo que infundir chi mediante sanación es un método relevante para salvar a una persona, pero no todo es tan simple.

En circunstancias normales, se debe usar agua caliente, pues ayudará al control de la temperatura, por otro lado, yo usé agua fría, diseñada para dejar a estos tipos en un estado de inconsciencia o coma inducido. Si tuviera más conocimiento, podría incluso manipular algunos de sus nervios mediante sanación fallida, pero no hemos llegado a ese tema.

Tres cuerpos enteros solo para mi, esperando a que los use cómo mis títeres, tengo suerte que Tui esté presente esta noche.

Primero me concentré en el de la derecha, acostado junto a los otros en el piso. Hace mucho les quité las ropajes de piel, por lo que deberías de sentir una dolorosa sensación fría al despertar. Usé algo de agua curadora en su frente para estimular su cerebro, provocando que se despertara.

Obviamente no se movió, por lo menos no antes de que cadenas comenzaran a rodear su cuerpo, unidas a una placa de hielo que cubrió sus labios. Intentó gritar, moverse e incluso buscar el mínimo calor, pero sus músculos estaban totalmente restringidos por mi.

- No me importa quién eres. Si no has muerto es porque te considero útil y no soy un miserable asesino. - comencé mientras señalaba a los otros - No sé si los conoces, pero si intentas algo, lo que te haga será el paraíso comparado a lo que les haré a ellos.

Pese a mis palabras, el dolor pareció superar su cordura, provocando que se lesionara ligeramente los labios y la piel alrededor, un intento inútil por gritar. No podría contestar nada en ese estado, por lo que me tomé la molestia de hundir su cabeza en una burbuja de agua, ahogándolo por unos segundos hasta retirar el agua. Bien, ahora se ve mejor.

- Quitaré la placa de tu boca, cuando lo haga, me dirás lento y calmado la razón por la que me siguen, quién los envió y si hay algún otro objetivo. Si dices que nadie te envió, te mato; si dices que no lo sabes, te mato; si dices que eres inocente, te torturo. Solo tienes una oportunidad, úsala bien.

La placa salió, el silenció reinó mientras pequeños caminos se sangre se formaban en la comisura de los labios del hombre.

- Y-Yo... - su mirada era vacilante, casi como si eligiera entre dos males - Nos envió el consejo... para matarte y... evitar que influenciaras a las sanadoras. Rompiste la tradición, por lo que... debes ser eliminado. Solo tu fuiste seleccionado como... ejemplo de rebeldía en la ceremonia de expulsión espiritual.

Ceremonia de expulsión espiritual... Otro nombre largo el cual debo aprender...

- ¿Qué es esta ceremonia?

Otro silencio, esta vez infundido en un profundo sentimiento de terror y precaución.

No va a hablar... Que triste...

Cerré nuevamente sus labios, provocando que el miedo inundara sus ojos. Concentré algo de agua a lo largo de su cuerpo, formando una red de serpientes que se congelaron en segundos, provocando quemaduras frías a lo largo de su cuerpo, todo mientras se iluminaban y lo curaban en sincronía.

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