La prueba del Espíritu del Hielo era una celebración sagrada, originada por la antigua existencia de un espíritu de escarcha y hielo, una entidad la cual protegió de las tormentas a los primeros habitantes del polo norte. Esto encadenó en que, al ser una actividad ligada directamente a la tradición de la tribu agua del norte, la presencia de Hanta fuera aún más impactante.
Los murmullos corrían a lo largo del campo de salida, hablando entre sonidos indiscretos sobre la primera maestra agua en realizar la prueba de los guerreros. Los no maestros estaban intrigados, conocían la soberbia de los maestros agua en la tribu y les resultaba curiosa la implementación de una mujer en la prueba, pero más allá de eso no les importaba, después de todo, menos de la mitad de ellos llegarían ilesos al final de la batalla, por lo que no le importaba si había un maestro agua más o menos en la formación.
Los maestros agua, por otro lado, se encontraban absolutamente ofendidos, tanto o incluso más si hubieran agredido a sus familias. Para ellos esta era la mayor falta de respeto cometida en la historia de la tribu, y, aún si era orden de Arnook, el hecho de que Hanta hubiera tenido el valor para pararse junto a ellos fue el último clavo en el ataúd.
La sanadora, lejos de importarle la opinión de los otros, simplemente se encontraba esperando a que dieran la señal de inicio. Podía escuchar los murmullos resentido y envidiosos de los otros, pero poco era su efecto, por lo que simplemente se dedicó a meditar mientras repetía las enseñanzas de su maestro en su mente.
Sin embargo, la persona más odiada en la tribu no era Hanta, sino que era su propio maestro: Aratak, el cual seguía sentado en su trono de hielo y nieve. La mayor parte de la tribu se había reunido con el único propósito de presenciar la muerte de aquel que había tenido la osadía de quebrantar de forma consecutiva la tradición de la tribu agua del norte. Todo esto se vio aumentando por su mirada confiada y su actitud retadora hacia Pakku.
Muchos pensarían que el joven maestro agua tendría cierto impacto y apoyo respecto a la tribu agua, siendo esto una realidad, pues varias mujeres, guerreros e incluso familias enteras apoyaron a Aratak al momento de conocer sus acciones, pero nadie era lo suficientemente valiente o estúpido como para someterse de forma voluntaria a la muerte social, aún menos en un lugar tan cerrado y "familiar" como lo era la tribu principal.
Pese a esto, Aratak si fue capaz de ver entre la multitud a ciertas personas que habían llegado para apoyarlo, puede que no con gritos o carteles como en su anterior vida, pero incluso las miradas de apoyo discreto o de compromiso oculto llenaban su corazón de algo que nunca había sentido.
Saber que había personas que confiaban en su mensaje, en el hecho de que ya no era solo una persona, sino un símbolo al cual las personas podían llegar a confiar y seguir, le dio la confirmación de, que pese a todo lo que sufriría en su camino, valía la pena.
De repente todo el público quedó en silencio cuando Arnook se levantó, dando inicio a la prueba del espíritu del hielo con su discurso.
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Cinco de la mañana, un horario al cual, pese al dolor inicial, había logrado adecuar a mis tenientes. Los cuatro estábamos algo alejados del campamento, portando en sus antebrazos no dominantes sus respectivos segadores.
- Antes de iniciar, quiero dejarles algo en claro. - comenté mientras levantaba mi artefacto personal - No me imiten, aprendan de mi. Mi segador no es solo más avanzado que el de ustedes, u otro en la nación del fuego, sino que es un elemento de apoyo en la batalla, por lo que no es recomendable usarlo como enfoque principal en un entrenamiento.
Con un simple movimiento clavé mi alabarda en el suelo acercándome a ellos mientras alzaba mi brazo.
- Los mecanismos están diseñados para expandir tres funciones, todos controlados por el movimiento de los dedos. - formando un puño, moví ligeramente mi pulgar, liberando la cuchilla principal - Esto es una daga personal, perfecta para penetrar las defensas de las armaduras del reino tierra y responder de forma rápida.
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Balance
Hayran KurguRodeado de nieve roja... Con sus huesos martillando contra la piel de sus enemigos... Expulsando lenguas de destrucción en el cielo... Marcado por la traición... Encontrará la paz...