Balance

Capítulo 13: Expectativas

¿Cómo funciona la manipulación?

Interesante pregunta, una la cual estuve recitando en mi mente a lo largo de los años, muy probablemente teniendo la respuesta, pero saboteando mis pensamientos hasta que terminé encontrando la verdad.

Hay muchas formas de manipular, desde usar los sentimientos ajenos hasta coaccionar a los demás, pero he de decir que lo que está pasando en este momento es... ciertamente curioso.

Es sorprendente la forma en la cual Lu Ten (y seguramente Iroh) leyeron mi estrategia con tan solo unos segundos de espacio para procesar la información. Es natural, no soy tan vanidoso como para pensar que puedo igualar sus mentes militares, pero eso no es un gran impedimento, al contrario, me permitirá aprender de ellos mientras se encargan de posibles detractores. Además, mis palabras también están atribuyendo mérito hacia padre e hijo.

Solo mira la forma de hablar de Lu Ten, es tan calmado, paciente, buscando transmitir de forma correcta y pacífica sus palabras a los demás, sin embargo, su discurso está cargado con un implacable sentido de rectitud y voluntad, lo que funciona como un aviso a todo aquel que lo desee interrumpir.

Los otros oficiales no cortaron al vicealmirante tanto como a mi, pero lo que si hicieron fue mantener sus miradas laterales en mí, casi como si les fuera a lanzar nubes de veneno. Los mas viejos incluso parecieron buscar con duda en la mirada de Iroh, pero este mismo se encontraba estático mientras se concentraba en el discurso de su hijo.

Arpías, buitres que solo quieren llevarse un pedazo de mi idea maestra, aterrorizados por aquello que no entienden... No importa, tarde o temprano estaré a un nivel en el cual no me podrán superar.

El hecho de querer tener un batallón de forma directa es una declaración directa a mis deseos de ascender de puesto, debido a que solo a los capitanes se les otorga un batallón para comandar. Si lo logro, conseguiré un grupo de combate de élite. Si, tendré que deshacerme de las malas hierbas, pero al final los armaré con mi hoja, una contra-medida temporal contra Long Feng y los Dai Li.

No puedo decir que estas reuniones no son interesantes, pues omitiría las miradas y planes que se llegan a revelar en este lugar, pero es verdad que una persona normal vería estas charlas como simples ancianos hablando. Cuando gobierne Ba Sing Se, me veré en la obligación de eliminar al consejo de los cinco, por lo que seré yo mismo el encargado de administrar todo, pues tanto Lu Ten como Iroh, las únicas personas en las que confío, se encontrarán en el palacio real.

Por ejemplo, el coronel Shiluo se encuentra pensando en una forma de eliminar mi presencia del mapa. Dejará que Lu Ten hable hasta el final, dejando paso a Iroh mientras mantiene una posición relativamente calmada y serena. Cuando Iroh comience a promover las partes finales del plan, él intervendrá, alegando que mis métodos no son lo suficientemente seguros para con nuestras propias tropas.

¿Cómo lo sé? Una corazonada, o más bien el hecho de que no parece ser capaz de dejar de mirarme.

Sé que me escuchas Shiluo, prepárate para caer.

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Estoy cansado de esto.

¿Por qué Yugoda me mira así?

Desde hace varias clases he tenido que soportar la mirada de Yugoda, siempre fija con un sentimiento constante de molestia y escrutinio. No creo que sea por lo del entrenamiento, pues no ha mirado así a Hanta no una sola vez.

- ...Y de esta forma pueden extraer el veneno de una persona, pero es recomendable usar orificios como la boca, pues usar otros más pequeños, como los poros de la piel, podrían generar un extremo dolor en la persona. Recuerden, esto último se puede omitir solo si es necesario y la persona se encuentra en sus últimas etapas. Eso es todo, pueden irse.