Balance

Capítulo 23: Espera

- {Sabes que vas a morir} - dijo el espíritu de la luna en mi mente.

- [¿Por qué no solo te escapas? Eres lo suficientemente fuerte.] - comentó La.

En este momento estoy caminando por los pasillos de hielo mientras varios guardias reales me retienen con cadenas hacia la superficie. Hoy es el día en el que se llevará a cabo la prueba del Espíritu del Hielo, el día en el que Hanta ganará y el día en el que se llevará la batalla con Pakku. Puede que mi alumna consiga la victoria, pero aún así me enfrentaré a ese viejo para hundir aún más su maltrecho y estúpido ego.

Y por eso tengo a los dos espíritus molestándome con pensamientos intrusivos.

- {¿Y si envían asesinos?}

- [Viene una tormenta, lo sabes.]

- (Si no me van a decir nada útil, regresen a su estanque y déjenme concentrarme en mi alumna. Confío en ella, nada va a impedir que gane.)

Estoy seguro que se ofendieron, pero no pueden hacer nada por una simple rabieta.

Caminé por unos minutos hasta llegar al patio principal, espacio en el que se estaban comenzando a organizar las preparaciones para los candidatos. Algunos de la academia del Oso Polar ya habían llegado, mientras que solo mi alumna estaba presente en el espacio de los maestros agua.

Noté cómo algunos tenían la intención de alegar, pero las decisiones de Arnook son palabra divina en la tribu, por lo que nadie haría ningún comentario directo contra Hanta, por lo menos no en un espacio tan público.

Desafortunadamente no pude disfrutar de las vistas, mas que nada porque de repente Pakku apareció, tomando las cadenas que me retenían y llevándome al lado de Arnook y su familia, lugar en el que todos me podían ver.

¿Qué fue lo que hice? Mostrar una sonrisa confiada mientras creaba un asiento con nieve.

- Cuando todo esto acabe, tu ego será tan grande como tu matrimonio.

Mi comentario pareció tocar una fibra sensible del maestro agua, el cual casi estalla si no fuera por tener a su líder al lado.

Voy a disfrutar cada segundo.

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- ...Y por esa razón debes comer las aletas en diagonal, pero solo si el calamar-tiburón está crocante, porque si se guisó entonces su carne se desprende en dirección a su boca...

Tres horas... El joven maestro agua había estado hablando por tres horas sobre las preparaciones del calamar-tiburón, las formas de consumirlo, los momentos y lugares para morder e incluso sobre cómo sacarle provecho a la sangre y las espinas cerca de las aletas.

Solo había un problema, lo estaba haciendo mientras escupía en las bóvedas de la oscuridad, convirtiendo cada par de flores en bombas portátiles de gas venenoso, siempre preparados para abrirse y esparcir la muerte por el campamento. Claro, esto solo pasaría si se lanzaran las esferas por el aire, cosa que nadie iba a realizar, por ahora.

Si, los tres tenían sus máscaras de gas, pero las palabras de su superior no hicieron mucho para tranquilizarlos.

- Ehhh... Capitán, ¿Cómo es que sabe tanto de los calamares-tiburón? No es por ofender, pero ni siquiera nosotros que somos nobles hemos llegado a comerlos. - preguntó Yu Meng mientras intentaba parar el tren de su oficial.

- Muy fácil. Fue lo único que comí en mi estancia en el polo sur. Eran fáciles de cazar y su sabor era maravilloso. - comentó con calma el oji verde mientras seguía trabajando.