Capítulo 9: Idiota

434 3 22
                                        

Menos es más.

Esto era algo que había escuchado en ambas vidas, lo que hace aún más impresionante el hecho de que Yugoda haya destrozado esa frase.

Literalmente fue lo primero que nos dijo al momento de iniciar.

- El día de hoy aprenderán que más siempre es más.

Y seguido de eso nos acribilló con decenas de venenos, todos diseñados para destruir el modelo de madera que usábamos como sujeto de pruebas. La ferocidad de esas sustancias es algo que nunca había visto.

Por ejemplo, uno tenía la capacidad de degradar a gran velocidad la mano del maniquí, otro tenía la capacidad de cortar los canales de chi mientras quemaba por dentro a la persona, mientras que uno estaba especialmente diseñado para causar muerte cerebral.

Al parecer el veneno solo funciona de forma correcta si está en grandes cantidades, lo que a su vez hace que sean difíciles de usar para asesinatos, por lo que debemos aprender desde lo más obvia hasta lo más pequeño y oculto. El veneno que corta los canales de chi es el mismo que Arnook usó conmigo, pero la dosis fue tan pequeña que solo me noqueó, la maravilla de los venenos.

Al parecer es imposible usar agua control en los venenos, por lo menos no sin que los mezclemos primero con algo de agua, lo que a su vez disminuye los efectos. Eso me da una buena idea de arma química, tal vez lo utilice como arma contra Zhao.

- ...Pero por sobre todo, nunca intenten transformar una solución venenosa en gas.

.

..

...

¿Qué? ¿Me estás diciendo que podemos ser potencia en armas químicas y se prohíbe?

- Aratak, ¿Alguna pregunta?

Bueno, parece que notó mi cara de sorpresa.

- Si. Se supone que con esto podemos usar nuestra naves e incluso movimientos relámpago para diezmar a batallones enteros de la nación del fuego, siempre y cuando tengamos los recursos suficientes para producir veneno. ¿Entonces por qué nos limitamos a las misma tácticas al momento de un ataque? Con esto podríamos cambiar el panorama de la guerra con tan solo unos años de investigación.

Tan pronto como lo dije todas en la habitación comenzaron a preguntar lo mismo, parece que he sido el único con imaginación en proponer esto.

- *ahh* No es tan fácil. - nunca me gusta cuando Yugoda dice eso - Para llevar a cabo eso se tiene que entrenar a los guerreros en venenos, por lo que tendrían que aprender medicina y eso se vería como una falta a la tradición.

...

No puedo más...

Estoy seguro que produje varias grietas en la cabaña, no puedo creer esto.

Desafortunadamente no puedo hacer nada... por ahora.

- Tranquila, gracias por explicarme. - contesté de la forma más calmada posible, aunque era obviamente falso.

El resto de la clase consistió en la clasificación de venenos, en la siguiente iniciaríamos con la extracción. Al final todos agradecimos a Yugoda, algunas se quedaron unos minutos para aclarar dudas mientras que los demás salíamos directamente.

Por lo menos esta vez salieron conmigo en vez de ofrecerme como sacrificio. Miro unos segundos al acantilado, no hay nadie. Sin embargo, noté el movimiento de uno de los canales cerca de las cabañas. Miré el lugar de los guardias, bueno, más bien en donde deberían estar, pues no había nadie.

Casi al instante una gran ola se formó en dirección nuestra, dirigida específicamente hacia mi. Por suerte no soy un novato, pues logré disolverla en el momento en el que fue alzada. Concentré mi sonar hasta notar a tres personas a unos cuantos metros de las cabañas de curación.

BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora