¿Convertirse en el guía del villano misogino? ¡Absolutamente no!

Capítulo 58

Claude siempre se había burlado de los Espers que estaban obsesionados con sus Guías.

Sin embargo, como si estuviera siendo castigado por su burla, Claude se encontró excesivamente obsesionado con una mujer que ni siquiera era una guía.

—Claude, ¿no es que… te enamoraste de ella a primera vista? —preguntó Oscar desconcertado. Claude frunció el ceño.

“No digas tonterías.”

"Vamos, dejando de lado a los Espers y los Guías, todos somos humanos. Incluso una persona sin habilidades puede ser lo suficientemente encantadora como para atraer a alguien, ¿no?"

“…”

Claude desestimó las palabras de Oscar considerándolas completamente inútiles.

Incluso Oscar, que cambiaba de novias semanalmente, nunca prestó atención a las mujeres sin habilidades, y mucho menos a aquellas que no eran Espers.

Claude, un Esper de clase S, había logrado sobrevivir sin guía durante más de una década solo con medicación. Había dominado el autocontrol y la moderación.

Pero ahora, estaba atrapado en un torbellino de emociones tan intensas que parecía explosivo.

No podía dejarse influenciar por algo tan romántico como el amor a primera vista, a menos que fuera la atracción instintiva entre un Esper y un Guía.

Pero por mucho que lo negara, un civil no podía ser Guía.

Su mente racional le decía que se rindiera, pero sus instintos seguían persiguiéndola.

Hizo que alguien investigara sus antecedentes y reportara su agenda diaria.

Incluso se ofreció como voluntario para realizar ejercicios de entrenamiento simulados en los que nunca había participado antes.

Claude estaba enojado consigo mismo por tal tontería.

Detestaba las multitudes, el polvo y que lo arrastraran para realizar tareas inútiles, todo lo cual estaba presente en el entrenamiento. Era tan terrible como lo había previsto.

Lo peor de todo era su incapacidad para apartar la mirada de la mujer de cabello rosado, incluso cubierta de polvo.

Entonces la cueva se derrumbó, dejándolo solo con la molesta mujer de cabello rosado.

Nunca planeó dejarla morir. Podría haberse teletransportado para buscar otro pergamino y regresar.

Pero la mujer estaba convencida de que nunca la salvaría.

Inesperadamente, ella sacó a relucir un tema.

“… ¿Qué vi? Yo, uhhh, he visto muchas cosas, así que no sé exactamente de qué estás preguntando. ¿Esa parte en la que estabas al borde de un ataque de ira? ¿Que agarraste a alguien que pasaba al azar y lo besaste de inmediato? ¡Hiciste eso por siempre y luego...!”

Ella sabía con detalle sobre esa noche, cosas que el guardia y la mujer que decía ser su Guía desconocían.

¡Pum, pum!

Su corazón empezó a latir con fuerza.

Era cierto. Se sentía constantemente atraído por ella, incapaz de apartar la mirada.

La razón por la que sintió una sed inexplicable fue...

“Habla. La persona que viste. ¿Quién era?”

Di que eres tú.

Sólo di que eres mi guía.

Con esa frase, nunca más la soltaría.

Él la mantendría confinada y nunca permitiría que se alejara de su lado.

Para devastarla todos los días y todas las noches…

“¡Ah!”

Sobresaltada por el sonido del techo derrumbándose, la mujer cayó de repente en sus brazos.

No había piel expuesta excepto la parte superior de su camisa, desabotonada en el cuello.

Para Claude, que se sentía incómodo incluso cerca de la gente, un contacto así nunca ocurriría en circunstancias normales, pero fue tomado por sorpresa.

Los brazos de la mujer rodearon su cuello, su piel desnuda tocó la de él.

No hubo ninguna guía.

En cambio…

Lágrimas empapando su hombro…

Posiblemente mezclado con mocos y saliva…

Su corazón se enfrió rápidamente.

Esta mujer no era su Guía.