¡Bienvenido de vuelta, Gran Maestro! [TodoBaku]

Capitulo 50

Tomura estaba seguro de que iba a ir a espiar por un rato la conversación entre los Bakugou gracias al tiempo que le había dado el incendio. Pero por alguna razón, eligió seguir de inmediato con las ordenes que le dió Midoriya de ir con el plan B y se dirigió a la Ciudad del Sol, a los barrios pobres.

Por algun motivo...le dolía su parte de abajo pero no le prestó la suficiente atención. Su misión tenía prioridad ahora.

Fue hasta un edificio muy viejo y bajo hasta el sótano, el olor a sangre y residuos le atacó en la nariz pero estaba acostumbrado. Tomó lo que necesitaba para usar en La Calamidad en TemKam y después dejo el resto libre, hizo un hueco en el suelo donde se empezó a filtrar toda la sangre que tenía en una laguna artificial y el piso entero empezó a temblar a medida que se formaban distintas grietas. A la vez se comenzaron a escuchar los gritos de las personas desde afuera del sótano.

El plan B que habían diseñado con Midoriya en caso de fallar con la acusación de que Ryu Kaminari mato a su hermano Denki para hacerse con el poder en TemKam consistía en algo muy simple. Una invasión de cadáveres feroces en la Ciudad del Sol, una ciudad donde no existía un cementerio desde hacia décadas y los crimenes eran moneda corriente de cada día.

Las personas enterraban los cadáveres debajo de sus casas. Los criminales enterraban los cadáveres cerca de los vertederos. Los prostíbulos enterraban los cadáveres de sus trabajadoras en el mismo edificio, en los sótanos, dejando que se pudrieran por siglos y sin un funeral para despedir sus almas cargadas de resentimiento.

Así que ahora del suelo estaban brotando todos esos cadaveres gracias a la sangre recolectada de cientos de personas que fueron a la Cascada del Ángel. Esa sangre hacia a los cadáveres más fuertes y resistentes, por lo que la batalla que tendría que dar HaShima contra estos cadáveres mutantes sería increíble.

Y lo más importante, Izuku podría usar el ataque como excusa para ir a TemKam, la secta más grande de cultivo demoníaco y cuyo líder era más que capaz de lograr tal hazaña.

Tomura se rió desde el sótano por como se daba toda la situación. Se preguntó cuántos muertos habría para cuando saliera el sol y se imaginó que serían cientos, por no decir miles.

La Ciudad del Sol tendrían que pasar a ser llamada La Ciudad de la Muerte.

Oh, a su maestro le hubiera encantado ver tanta destrucción. Si algo bueno había sacado el de pecas de su maestro era que también encontraba placer en el dolor y sufrimiento ajenos.

Tomura sonrió, en lo que veía la sangre en las grietas y luego se alejó del sótano.

Izuku estaba histérico. El incendio no sabía cómo mierda había ocurrido y los ataques en la Ciudad del Sol estaban pasando más rápido de lo que pensó.

Los inútiles de los cultivadores no estaban logrando apagar el fuego y su energía espiritual no era lo suficientemente fuerte como para hacerlo tampoco. La energía resentida sí, sabía que si la usaba podía apagar el incendio y salvar a Eijirou. Pero si lo hacía todos sabían que él eran un cultivador demoniaco. Sabrían lo que por años se esforzó tanto por ocultar, que podía usar mejor la energía resentida que la espiritual.