¡Bienvenido de vuelta, Gran Maestro! [TodoBaku]

En YouGou con el líder Bakugou y la dama Bakugou.

Fuyumi miraba las cajas con un ojo crítico y severo, como si estuviera buscando el menor detalle que hiciera que Masaru Bakugou se las mandara de vuelta.

—Fuyumi-chan, ya es suficiente inspección, ¿no crees? —comentó Touya que estaba mirando las mismas cajas con ella desde hace una hora —Shoto eligió bien.

—Unos tres vinos de Luna Blanca, unos libros de poesía, un kimono para la dama Bakugou y una pintura muy bonita —describió Hawks que estaba a un lado de su esposo —A mí me parecen buenos regalos para darle a su suegro y cuñada.

—Para mí deberíamos enviar más cosas —murmuró la albina de mechas rojas — ¿Y si el líder Bakugou piensa que no tratamos con suficiente respeto la unión entre Shoto y Katsuki-kun?

—Tampoco es que pudiéramos negociar una dote con el líder Bakugou, neechan —intervino Natsuo —Bakugou y Shoto no van a pedirle permiso para que se puedan casar. Son adultos.

—Aún así es importante que Shoto deje una buena impresión a su familia política —insistió la femenina —Iré con papá. Le pediré unas pinturas más y unas piedras espirituales.

Natsuo y Touya no se esforzaron en disuadir a su hermana de lo que quería hacer. Hawks incluso la acompaño por curiosidad y para evitar más gastos.

Cuando se quedaron los dos solos, vieron nuevamente las cajas perfectamente decoradas con los colores de KinoRoki. Las cajas eran de madera de roble pintada en un tono blanco y variaban de tamaño según lo que llevarán dentro. Tenían pintado en la parte de adelante patrones de nubes en un tono azul y les colocaron un lazo encima que era de un tono celeste.

Por tradición los regalos de boda debían ser vistos por todos los miembros de la familia para que se pudieran aprobar y agregar cosas si alguien pensaba que no era suficiente, como era el caso de Fuyumi. Shoto los había dejado en el salón para que todos ellos lo vieran.

Como era de esperarse de su comunicativo miembro más joven no les dijo para qué eran los regalos pero les basto a todos con saber para quienes eran. La familia Bakugou, a la cual Shoto y Katsuki irían a visitar en tres días.

Touya y Natsuo vieron las cajas más detenidamente.

— ¿Agregamos una espada? —propuso el albino —La dama Bakugou debe ser muy hábil. Tener una espada de práctica quizás le guste.

—Bien. Yo buscaré un par de licores más —dijo el de ojos azules —Tal vez algunos dulces. No sé qué mierda se les da a los líderes de clanes pero supongo que le gustará lo mismo que a su hijo.

—Le pediré a Eri que me ayude a elegir otro kimono —dijo el albino —Ella y la dama Bakugou son buenas amigas. Seguro sabe qué le gustará más.

—Hawks conoce a alguien de un pueblo cercano que crea pinturas al óleo muy buenas —comentó el mayor —Le preguntaré si tiene alguna de YouGou.

Touya y Natsuo se sintieron muy satisfechos con sus planes. Por lo que salieron en ese momento para poder cumplirlos antes de que la pareja se fuera en tres días.