Keigo y Touya les habían dicho que sería más seguro para ellos si se quedaban dentro de aquel edificio. Más que nada cuando se empezó a notar que llegaban cada vez más y más invitados a la secta HaShima. Que salieran ahora podría ser peligroso por lo que Shoto y Katsuki aceptaron quedarse hasta que fuera de noche.
Antes de que empezará la cena de esa noche, la pareja se fue diciendo que tenían que ir a cumplir su trabajo. El cenizo pudo ver que el bicolor estaba preocupado por su hermano mayor y que lo seguía estando una vez él se fue.
—No te gusta su trabajo, ¿verdad? —le interrogó al respecto, sentándose a su lado en el sillón y agarrando su mano.
—No me gusta que esté en peligro. Touya-nii es un poco extraño e imprudente —respondió el más alto —Me preocupa que le pase algo.
El de ojos rojos sonrió y apoyo su cabeza en el hombro del bicolor. Ya que estaban solos no se sentía tan avergonzado y podía pegarse más a él sin ser tan tímido.
—Ese hombre que está con él parece que le cuida bien —mencionó buscando hacer que el mayor se sintiera mejor.
Todoroki asintió, sabía que Keigo cuidaba bien de su hermano, que evitaba que se metería en problemas graves y lo mantenía con los pies en la tierra. Pero también era imprudente y arriesgado, por lo que seguía preocupado.
Sin embargo, cuando vio la manera en que Bakugou intentaba consolarlo se fue olvidando de su preocupación por su hermano mayor y colocó una de sus manos en el rostro del menor, lo acarició y se encontró con sus ojos rojos que le veían fijamente.
Después de hacerle tantas confesiones aquel día no podía comprender porqué aún no lo había besado. Más cuando lo tenía tan cerca y sus labios se veían tan hermosos. Quería acercarse más para cumplir con su deseo pero se preguntó si podría controlarse a sí mismo.
Por otro lado, el cenizo al ver que el mayor estaba tan cerca pensó que lo besaría y cerro los ojos, esperando y anhelando aquel beso. Pero no pasó, en cambio escucho su ligera risa y sintió como acariciaba su nuca y oreja.
—Me estás matando, Katsuki —susurro el bicolor apoyando su frente con la del menor.
—...Es solo besarnos —abrió los ojos el cenizo viendo hacia el contrario, sintiéndose inquieto por el deseo y anhelo en su mirada.
—No creo que pueda contenerme ahora. Aún si es solo un beso.
Bakugou trago saliva, su corazón empezó a latir con más fuerza y su cuerpo parecía sentir como subía la temperatura mientras más cerca estaba del mayor. Sus ojos le dieron un repaso a su cuerpo, al pecho que estaba a su alcance y su rostro. No sintió miedo cuando lo vió y tampoco pasó por su mente que no merecía al hombre que estaba a su lado, solo...estaba un poco nervioso.
Pero sin dudas quería que pasara lo que tenía que pasar entre ellos. Por lo que se subió encima del regazo de Todoroki, rodeando con sus brazos su cuello y lo beso él mismo.
Fue toda la señal que el bicolor necesito para tirar por la borda su autocontrol. Sus manos fueron hasta el trasero y caderas del menor, apretando todo su cuerpo provocando que el cenizo soltará jadeos y gemidos con la voz ronca. Mientras sus bocas se unían el más bajo tiro de las ropas blancas del mayor para dejar al descubierto su pecho y espalda, tocó todo lo que tenía a su alcance y lo araño cuando sintió un pellizco en su trasero.
El bicolor también empezó a desnudar la parte superior del cenizo, jaló de sus ropas hasta que tuvo sus dos pezones a la vista y empezó a morder lascivamente uno de ellos.
— ¡Ahn! Uhh, ahmmm —se mordió los labios el de ojos rojos para evitar soltar más sonidos vergonzosos —Ahh, uhg...
Katsuki inclino el cuello para ver la expresión que hacia Shoto mientras mordía y succionaba su pecho, ver su lengua rosada jugando con su pezón provocó que moviera más la cadera para que hubiera más fricción entre sus miembros erectos. El bicolor gruñó ante aquella sensación y le empezó a morder los pectorales para dejarle unas cuantas marcas que serían muy pero muy visibles por un tiempo.
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¡Bienvenido de vuelta, Gran Maestro! [TodoBaku]
FanfictionNi muerto tenía paz. Para Bakugou Katsuki, el conocido Gran Maestro del Cultivo Demoníaco, era una enorme ironía lo que estaba viviendo.Lo habían revivido, no sabía cómo...bueno, sí sabía cómo, pero no sabía porqué y lo iba a descubrir. ¿Y quién sa...