Capítulo 42

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[Triple Cap ❤️]

Touya miraba incómodamente hacia el lugar donde estaba la pareja. No podía escucharlos pero era bueno leyendo sus expresiones, ¿debería meterse entre ellos?

Que estuviera distanciado de sus hermanos no quería decir que fuera ignorante con la situación de Shoto. Sabía todo, desde las perspectivas de Natsuo y Fuyumi, ya que nunca le preguntó al menor para oírlo de su boca.

Eso se debía a que su hermano menor...bueno, ¿cómo explicarlo? Si salía a la luz el tema de Bakugou Katsuki, él se mostraría melancólico y distante. Su aura se volviera lúgubre y sus ojos reflejarían un profundo dolor.

Mencionarle a Katsuki era el equivalente de preguntarle a Enji por Rei. Bastaba mirarlo para que uno se sintiera deprimido.

Y, bien, él un excelente hermano mayor no era, pero en las pocas ocasiones que se encontraba con el bicolor quiera evitarle los malos sentimientos.

Aunque viéndole ahora con ese chico de cabello cenizo y ojos rojos, creía que finalmente en su corazón estaba avanzando.

¿Serían pareja? No, Fuyumi le habría dicho algo.

¿Amigos? No le parecía de KinoRoki. Además, sus palabras cargaban cierto acento de la región de YouGou.

Touya por lo general era bueno analizando a las personas. Necesitaba serlo para poder elegir a la víctima que quería robar. Pero el niño que estaba con su hermano era peculiar, abiertamente expresivo y a la vez, esquivo. Parecía guardarse sus emociones para sí mismo en lo que su hermano le hablaba y lo consolaba con pequeñas frases o tomando su mano.

De cualquier forma, a él le cayó bien. Si había alguien en este mundo que podía hacer que Shoto se volviera tan hablador y expresivo entonces quería que se quedará para siempre a su lado.

Aún así, se sentía ansioso mientras más esperaba que terminaran de hablar.

— ¿Touya? ¿Aún no te vas?

El azabache se giro hacia la persona que le llamaba, era un hombre en sus veintitantos años, con cabello rizado de color rubio echado hacia atrás y ceja tupidas, con un poco de vello facial en la barbilla. Usaba ropas negras y andaba despreocupado por el jardín.

Ese hombre era Keigo Takumi. El niño con el que escapó de KinoRoki a la edad de diez años porque ya no soportaba a su padre y había perdido su núcleo espiritual en un entrenamiento con él.

Su querido compañero en el crimen, Hawks. Y su esposo adorado.

— ¿Estás aburrido, pajarito? —preguntó en un tono de burla en lo que el rubio le hacía pucheros.

—Sabes muy bien que sí. Robarle a los pomposos de HaShima no es lo mismo sin ti —se quejo el de ojos amarillos —Me muero de aburrimiento. A este paso empezaré a meterme a sus casas solo para asustarlos en vez de robarles.

—Podrías matar a alguien de un infarto —se rió el más alto y atrajo a su esposo entre sus brazos, besando sutilmente sus labios —Perdón. Este tema familiar se ha alargado más de lo que imaginé.

—No te disculpes por eso. La familia es la familia —sonrió el rubio, devolviéndole el beso al más alto y mirando hacia los jardines —Oh, bueno, esa es una pareja extraña.

Keigo conocía a Shoto. Se habían visto varias veces. Por lo que debería estar hablando del niño que lo acompañaba.

— ¿Conoces a ese chico? —preguntó el de ojos azules con interés —Parece ser la pareja de Shoto. Es lindo. Un poco muy parecido a su antiguo amor. Mismos ojos y cabello.

¡Bienvenido de vuelta, Gran Maestro! [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora