¡Bienvenido de vuelta, Gran Maestro! [TodoBaku]

Capitulo 54

La secta TemKam consistía en una serie de edificios antiguos y unos cuantos nuevos. No era extravagante como HaShima pero tampoco tan modesta como KinoRoki. Los edificios eran de color blanco y azul, los árboles eran enormes de color negro rojizo y ahora había una especie de flor que crecía por los alrededores de un tono amarillo y anaranjado.

Bakugou pensó que había cambiado mucho y a la vez no. Quizás fuera porque era verano pero hacia más calor que antes y se sentía una brisa agradable, fría y refrescante. No parecía un lugar lúgubre y tampoco se sentía la energía resentida en exceso como en el pasado.

Sero los llevo hasta el edificio principal de la secta, guiando a todos por un pasillo largo y ancho. Llegaron hasta unas enormes puertas blancas que fueron abiertas por el más alto y su esposa. Les pidieron pasar adentro.

Era uno de los salones principales de TemKam. El cenizo lo recordaba bien, se pasó ahí la mayoría de los banquetes en una mesa solitaria que había a la derecha pero cuando busco esa mesa solo encontró una vitrina. Una vitrina con espadas y cuadros. No pensó que usarán el salón como parte de un museo. Tenían otros edificios para eso y quiso acercarse para mirar pero no era el momento.

En la mesa más larga que se encontraba sobre una elevación de cinco escalones se encontraban unas cuantas personas. Del lado izquierdo, Enji Todoroki y su hija, detrás de ellos había dos hombres que el cenizo reconoció como Touya Todoroki y Hawks, los dos se veían muy despreocupados pero era la primera vez que les veía con cuchillos a la vista. En la cabecera estaba Ryu Kaminari quien no volteo a ver a sus invitados hasta que escucho la puerta del salón cerrándose.

Entonces, se giro a verlos. Sus ojos dorados brillando entre su cabello negro y cuando se paró, el cenizo calculo que debía medir dos metros. Tenía un cuerpo ancho y robusto. Intimidante. No bajo los escalones que separaban la elevación con el resto del salón, solo inclino la cabeza como si estuviera confundido y pregunto qué motivos traían a tantas personas a la vez a su secta.

Izuku dió un paso al frente y explicó todo lo que pasó en la Ciudad del Sol. También mostró lo que él llamaba evidencia de que Ryu estaba involucrado. Se trataban de talismanes que tenían la sangre del líder de secta de TemKam.

Que tuvieran la sangre de Ryu se podía probar con un examen de verificación. Pero el de ojos dorados se negó a hacerlo.

— ¡Entonces reconoces que has atacado a HaShima! —exclamó uno de los cultivadores del lado del pecoso — ¡Vas a pagar por esto!

— ¡Los de TemKam son crueles! ¡¿Por qué nos hacen esto?!

— ¡Están dementes!

Bakugou quiso defender la inocencia del menor. Midoriya estaba sonriendo, disfrutando de la manera en que todos sus cultivadores apuntaban con el dedo a Ryu y le decían cosas grotescas. Quiso detenerlos, pero Todoroki le agarro de los hombros y negó con la cabeza, para después señalar hacia su hermana mayor.

Ella estaba sonriendo, su bonito rostro mostraba una perfecta sonrisa. Pero no parecía albergar buenos sentimientos por los hombres de HaShima y su líder.

— ¿Qué le pasa? —murmuró sin querer llamar la atención de los demás.

—Esta furiosa. Ha pasado mucho tiempo desde que la ví así —contestó el bicolor que también encontraba interesante la reacción de su hermana —Ella y Touya-nii tienen la costumbre de sonreír cuando están enojados.

—...No pareces preocupado —comentó el cenizo.

—Mí hermana mayor es justa y racional. Incluso si está enojada, su juicio no se verá torcido —dijo el mayor —Solo que será más directa y agresiva de lo usual.