Mentiras

38. Jack

Aylen

Estamos en el mismo hotel, la misma habitación, misma cama, pero tan lejos el uno del otro que da miedo. Parece tranquilo desde que se volvió a quedar dormido aun cuando su ceño parece un poco fruncido.

Hice y dije muchas estupideces, pero estaba tan enojada en ese momento que no encontraba el botón de apagado. El ya se había ido cuando yo lo seguí para seguir peleando, sabía perfecto lo que estaba haciendo pero simplemente no me pude detener. No puedo explicar exactamente que fue lo que sentí que me llevo a actuar de esa manera, solo se que tenía mucha rabia al saber que él si se quiere ir.

Se que lo lastime, no me lo tiene que decir para saberlo. Y yo por mi parte ya no tengo ni fuerzas para que no me vea llorar.

Cuando Ryan llego a mi casa lo último que me esperaba es que me mostrara ese artículo donde salía mi novio con otro nombre y con una familia a la que yo daba por muerta. Y no solo fue un artículo, fotos donde se ve muy diferente a la persona que conozco. Me sentí engaña, como si la persona de la cual estoy tontamente enamora no fuera él.

No se llama Michael, su verdadero nombre es Mikkel.

Desde que me subió al auto me dije que no le iba hablar, estuve en un par de ocasiones de preguntarle por su nariz pero no me quería ver débil, yo no pretendía hacerle daño.

En la habitación si me lleve un susto, estaba quedándome dormida cuando empezó a hablar y moverse. Escuche mi nombre un par de veces y seguido el nombre de su hermana. Estaba sudando y no encontraba forma de despertarlo.

Después de vaciar su estómago estaba decidido a irse, sigo enojada con él pero el estado en que esta no es bueno ni para el ni para mi. Cuando por fin acepto quedarse la noche se sentó un rato conmigo a ver la televisión, pero no tardó en quedarse dormido.

Mi móvil lo deje en la casa, ni eso pude sacar. Bajo a la recepción a ver si es posible que me presten una laptop o algo parecido. De nuevo en la habitación comienzo a buscar su verdadero nombre: Mikkel Hummels.

Hay cientos y cientos de fotos de él, en eventos usando ropa y trajes que a simple vista se ven súper costosos. Su padre se ve que es un hombre imponente, y su madre se ve muy joven. Encontré muchos artículos de revistas de negocios donde catalogan a Jack Hummels como el mejor en su área, pero también encontré algunas muestras de locura de Mikkel.

El sonido del teléfono me despierta, como puedo contesto.

Buenos días – dicen al otro lado con entusiasmo.

– Buenos días – respondo.

– Disculpe molestarla, pero en recepción hay una personas preguntando por Mikkel Hummels – miro a mi lado y Mikkel no está.

– Dame un segundo.

Dejo el teléfono en la mesa y voy al baño, intento abrir pero la puerta tiene seguro. Golpeo un par de veces y un segundo después Mikkel sale del baño arreglado.

– Alguien te busca – suelto –. En el teléfono.

– Gracias.

Pasa por mi lado y se sienta al borde de la cama. Me quedo esperando en la puerta y el solo dice que no suba antes de colgar.

– Mi padre esta abajo – dice mirándome con el ceño fruncido –. ¿Puedes bañarte rápido?

– ¿Estás seguro?

– ¿De que conozcas a mi padre? – asiento –. No va a ser lo que esperas, te lo aseguro.

– Dame 5 minutos.