Cambiando el Destino

Capitulo 49

Aurora: El calor que proviene del cuerpo de Hefesto, ese calor tan reconfortante cambio y ahora se ha vuelto diferente. No sé cómo explicarlo, pero. Al estar cerca de Hefesto, ahora me siento tranquila. Puedo sentir una gran paz, e incluso me atrevo a decir que. Ahora yo siento que todo va a estar bien... - Una sonrisa se formó en su rostro -: Nuevamente este dios me hace sentir sentimientos los cuales jamás había sentido, mi encantador Herrero... - Observo de pies a cabeza al dios -: Un momento, ahora que lo veo bien. ¡¿Hefesto se ha vuelto mucho más alto que antes?! ¡¿Por qué carajo tuvo que crecer tanto?! Ahora tengo una pregunta muy importante. ¡¿Cómo voy a poder darle un beso en los labios?! - Mueve la cabeza en señal de negación -: ¡No, Aurora! Este no es el momento para estar teniendo esa clase de pensamientos, aunque... - Vio detalladamente la parte superior del cuerpo del dios -: ¡Oh, madre mía! Pero, mira ese cuerpo... - Dio un paso hacia adelante -: No creo que Hefesto se moleste si hago esto... - Movió sus alas para elevarse unos pocos centímetros -: Mira este abdomen bien trabajado, y ese pecho... - Movió ambos brazos y con sus manos tocaba el cuerpo del dios -: A Aurora le gusta, a Aurora le gusta mucho... - Se mordió sus labios de forma coqueta -: Óigame, Herrero. ¿Necesito que me hagas unos cuantos trabajos con tu martillo?

Hefesto: ¡¿Qué?! - Retrocedió dos pasos mientras sonreía de forma nerviosa -: Aurora. ¿Qué te sucede? ¿Por qué dijiste eso?

Aurora: ¿He? - Al aterrizar en el suelo, vio el rostro del dios -: ¿Escuchaste lo que acabo de decir? - Ve que el dios movió la cabeza en señal de afirmación -: ¡¿Ha?! - Su rostro comenzó a tornarse de un color rojo por la vergüenza -: ¡Ay, no puede ser! Y yo pensaba que eso ultimo lo había dicho en mis pensamientos... - Movió sus brazos y coloco sus manos sobre su rostro -: Que vergüenza...

Hécate: Por lo visto, antes te sentías muy atraída por Hefesto. Ahora que él logro curarse de todas las deformaciones en su cuerpo, y con esa apariencia que tiene. Pues, por lo visto ahora te atrae mucho más...

Aurora: ¡Hécate, por favor! No empeores esto...

Al observar que la fénix agacho la cabeza para ocultar su rostro de color rojizo por la vergüenza, en ese momento Hefesto sonrió con cariño. Luego este camino hasta que se detuvo en frente de Aurora, en ese instante se pudo ver la gran diferencia que los dos tenían en cuanto a su tamaño. Siendo Hefesto mucho más alto que Aurora, esta última lentamente elevo su rostro. De pronto sintió como las manos del dios le agarro por la cadera, antes de decir alguna palabra ella fue cargada por Hefesto y atraída a él. Cuando estos dos estaban cara a cara, la fénix llevo su mirada hacia un lado para evitar observar a Hefesto. Este último empezó a reírse por ver lo tierna que era Aurora cuando se sonrojaba.

Hefesto: ¿Quieres saber algo interesante, Aurora? - Vio que la fénix lo miro con mucha curiosidad -: Después de que tome el brebaje que me ayudo a curar mi cuerpo, de repente mi espíritu y mi conciencia fueron transportados a un mundo oscuro. En ese lugar oscuro, yo pude ver mi pasado y mi presente. Luego, apareció un viejo amigo. Él era mi mejor amigo y fue quien me envió hacia este mundo... - Ve que la fénix lo observo con confusión -: Puede que no entiendas lo que digo ahora mismo, pero. En un futuro te voy a contar tanto a ti como a los demás mi verdadera historia, y cuando eso ocurra. Solo espero que tú y los demás puedan comprenderme, y también quisiera que no se vayan a decepcionar de mi... - Cerro sus ojos -: Aunque, estoy completamente seguro que Aurora y el resto se enojaran e incluso me van a juzgar. Ya que, cuando les diga: “Yo no soy el verdadero Hefesto, yo fui un humano que anteriormente era un cazador de demonios y seres sobrenaturales. Conocí a Hefesto gracias a que me sugirieron ir hacia su forja para que me creara armas las cuales me ayudaran a eliminar a todos los seres sobrenaturales que se me atravesara en todo mi camino. Después de un tiempo, él y yo nos volvimos grandes amigos. Finalmente cuando fui a una misión, yo me entere que Hefesto encontró un objeto sagrado. Yo deje la misión en la que me encontraba para evitar que Hefesto cometiera una locura, lo que sucedió en el momento en que llegue al sitio donde se hallaba Hefesto. Pues, intente convencerlo que no hiciera una locura pero al final Hefesto pidió un deseo y al final él me envió al pasado...” - Abrió los ojos -: Yo llegue al pasado y ahora estoy en el cuerpo de mi mejor amigo, y lo que me toca hacer ahora es cambiar su destino. Cambiar todo lo malo que le ocurriría y le puede ocurrir... - Exhalo con cansancio -: Me da miedo pensar. ¿Cómo reaccionaran los tíos de Hefesto? ¿Cómo va a reaccionar Atenea? ¿Cómo reaccionaran Aurora y sus hijos? ¿Cómo van a reaccionar todos los que lleguen ser mis seres cercanos?