Capítulo 53

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Aurora: Antes de que iniciemos nuestro enfrentamiento contra de esos demonios, Atenea. Te debo de entregar esto... - Le lanzo la lanza a la diosa, vio cómo su amiga agarro la lanza y la miraba con mucha atención -: Esa lanza, al igual que el escudo que tengo son para ti. Hefesto las creo para que te ayudaran en tu enfrentamiento contra los demonios... - Ve que la diosa la veía con asombro -: Por lo que él me dijo, estas armas son capaces de eliminar a los demonios. Aunque, Hefesto no me explico correctamente a que se estaba refiriendo. Pero...

Atenea: Por la conversación que esos dos demonios tuvieron hace unos minutos atrás, yo pude escuchar que sus almas regresan al infierno y se adentran en unos recipientes inertes. - Vio con seriedad a los demonios que los seguían mirando -: Después de que escuche eso, en mi mente se vinieron unas cuantas teorías. Pero, la que estoy un 70% segura que puede ser la correcta es: Cuando los demonios son asesinado, y sus cuerpos dejan de serle de utilidad. Las almas de ellos salen de sus cuerpos y se van hacia el infierno, al momento en que esas almas llegan al infierno ellas buscan los cuerpos de respuesta que tienen y de esa manera ellos vuelven a la vida. Es decir, podemos: Cortarlos en pedazos, explotarlos en miles de pedazos, quemarlos hasta las cenizas. Pero, al final sus almas saldrán de esos cuerpos y viajaran hacia el infierno para buscar sus cuerpos de repuesto. De esa manera ellos volverán a la vida, y continuaran haciendo sus maldades... - Agarra el escudo que le estaba entregando la fénix -: Gracias... - Ve que los demonios estaban temblando de miedo -: Probablemente, Hefesto sabia sobre esto. Estas armas fueron creadas por el con el único objetivo de eliminar los cuerpos y las almas de los demonios...

Aurora: Conque, fue por eso que Hefesto me entrego mis dagas y me entrego tus armas... - Movió sus brazos y con sus manos agarro las empuñaduras de sus dagas -: En fin, es mejor que dejemos de hablar tanto. Quiero acabar con ellos dos para poder ir hacia el castillo del señor Hades, tengo que asegurarme que mis bebes se encuentren bien... - Saco sus dagas y se colocó en posición de combate -: Por cierto, Atenea. Fui la primera que vio a Hefesto ya curado, es decir. Tengo la ventaja entre nosotras dos...

Atenea: ¡¿Ha?! - Ve que la fénix se fue corriendo -: ¡Desgraciada! ¡Puede que tú lo hayas visto primero, ya todo curado! ¡Pero yo seré quien lo bese primero, lo haga mío y le dé su primer hijo!

En la frente de Aurora broto una vena por el enojo que estaba sintiendo, ya que no le había gustado el comentario de la diosa. Pero, ella decidió ignorar a su amiga y solo se enfocó en atacar a uno de sus enemigos. Rápidamente la fénix se acercó hacia el sitio donde se hallaba Phenex, y en un rápido movimiento esta le dio una patada en el centro del pecho. Esto provocó que el cuerpo del demonio saliera disparado a unos cuantos metros, en el momento en que Aurora toco con sus pies el suelo. Ella dio un salto el cual la impulso hacia adelante, sorpresivamente la fénix apareció aun lado del demonio y nuevamente le dio una patada pero esta vez en las costillas derecha del demonio. En ese instante se vio a Phenex quien salió disparado hacia cierto sitio, de pronto el cuerpo de este atravesó unas cuantas rocas hasta que finalmente aquel demonio impacto su espalda contra el suelo.

A unos metros en frente del sitio donde el demonio estaba, se observa a Aurora quien había aterrizado con elegancia en el suelo. La expresión que tenía la fénix en su rostro era de seriedad, lentamente ella empezó a caminar hacia adelante y después ella se detuvo al ver que Phenex se estaba levantando con dificultad.

Aurora: Conque te volviste a levantar... - Una sonrisa se formó en su rostro -: Eso me da a entender que vas a luchar contra mí, y no permitirás que te elimine tan fácilmente. ¿Estoy en lo correcto?

Phenex: Desgraciada, esas dos patadas me han lastimado. Eres un ser muy fuerte, de eso no hay duda... - Vio de pies a cabeza a su rival -: Desde el momento en que apareciste, tú sola presencia se ha llevado toda mi atención. Dime. ¿Quién eres? ¿Eres una diosa al igual que Atenea, verdad?

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