Capítulo 42

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Karin conocía a su primo y sus amigos casi tanto como se conocía a si misma. Sabía cuando estaban molestos y cuando estaban alegres, sabía en qué momento necesitaban estar solos y cuando necesitaban compañía. Para ella, leerlos era tan fácil y tan natural como si así debiera haber sido siempre. Quizás era por eso que le causaban tanta intriga las reacciones de sus amigos a aquella noche de copas.

No era ni de cerca la primera vez que salían todos juntos, incluso cuando las otras chicas habían llegado, las salidas eran algo común entre ellos, involucraran un bar o no. Pero había algo en particular aquel día que simplemente le hizo sentir que algo había cambiado y no sabía que ni cuando.

Por naturaleza, Karin era observadora. Suigetsu se había burlado de ella miles de veces por usar lentes y ser tan buena observando a las personas. Y claro que ella jamás admitiría con él que aquello era una ironía que también la divertía de vez en cuando, sería darle el gusto de tener razón y no le gustaba la idea. Esa cualidad le ayudaba a leer a sus amigos, a conocerlos y a sus reacciones, que incluso así, no dejaban de sorprenderla nunca.

Su primo Naruto era alguien protector, era casi algo instintivo, así que no era extraño verlo acompañar a Sakura, Temari o a ella misma en la pista de baile para que nadie se les acercara con malas intenciones. Podía varias de bailar con ellas toda la noche a solo permanecer cerca por si necesitaban algo. A veces se preguntaba si se daba de que lo hacia. Era común también verlo acercarse a cualquiera de ellos y preguntarles si querían beber algo más o si se estaban divirtiendo, luego volvía a sus propios asuntos pero siempre los priorizaba a ellos. Primero sus amigos, segundo sus amigos, tercero sus amigos y luego él mismo. Aquella noche no había sido la excepción y antes de comenzar su competencia tonta con Suigetsu, se había encargado de que cada uno tuviera su bebida favorita, había bailado con Temari e Ino cuando un joven extraño se les habia quedado mirando por varios minutos, estuvo un largo rato con Karin solo sentados bebiendo y luego de sacar de quicio a Sasuke, finalmente había comenzado aquel reto con el albino.

Incluso en ese momento, Karin notaba como al final de cada vuelta de carro su mirada viajaba de inmediato a ellos, fue solo hasta varias vueltas más tarde que se dió cuenta de que no los veía a todos ellos. Su mirada se dirigía inmediatamente a Hinata que reía con Sakura en la pista de baile y a pesar de moverse por todo el bar, Naruto siempre parecía saber dónde encontrarla, dónde fijar su mirada, como si la tuviera en su radar sin importar adonde fuera. Karin no creia que eso era adrede, se veía demasiado natural, como si simplemente hubiera algo que lo atara a la pelinegra. Un hilo invisible quizás.

No era el más curioso de todos. Sai revoloteaba alrededor de Ino sin parar cuando se dió cuenta de como la rubia empezaba a beber más de la cuenta y cuando finalmente exclamó a voz en grito que llamaría a su ex a decirle todas sus verdades, Karin y Temari vitorearon algo parecido a:

-¡Eso es, chica!

Para su buena o mala suerte, Ino no lograba encontrar su teléfono por mucho que buscará y Karin fingió no haberse dado cuenta de como Sai lo deslizaba por la mesa en silencio y lo guardaba en el bolso de la rubia, olvidado en una silla cerca a él. Pensó que esa era la manera en la que él la cuidaba de algo de lo que se arrepentiría.

También fingió no darse cuenta de como Shikamaru solo se puso de pie cuando el extraño chico que había estado observando a Ino y Temari bastante rato atrás, se acercaba a la de ojos verdes con una expresion que a Karin le genero desconfianza. El pelinegro salio a bailar con Temari y Sakura y nuevamente la pelirroja fingió que no notaba como sujetaba las bebidas de ambas cuando ya se cansaban de tenerlas, solo para que nadie les echara nada. Se hizo de la vista gorda cuando el chico paso su brazo por sobre los hombros de Temari cuando finalmente ella y la pelirrosa volvieron a la mesa con los demás.

En Naruto era algo normal, en Sai y Shikamaru podía entenderlo hasta cierto punto porque aquellas personas eran sus amigas, chicas con las que convivían diariamente desde hace ya varios meses y que se habían ganado su preocupación, eso que hacían era solo una prueba para ella de que querían protegerlas de lo que pudieran.

Fue Sasuke el que casi le saca un gritito de sorpresa. Karin no entendía del todo la dinámica que él y la pelirrosa mantenían, disfrutaba verlos cuando se daban comentarios sarcásticos y a veces incluso mordaces, pero no entendía cómo era que luego eran "cercanos" a su propia manera. Hasta cierto punto le recordaba su relación con Suigetsu. Confusa pero funcional.

Le dolió el estómago de tanto reir cuando Sakura se lanzó a la espalda de Sasuke y casi lo derriba en el proceso, seguramente esa imagen mental le serviría para reir por mucho tiempo luego de ese día. Cuando Juugo menciono que alguien debería llevar a Sakura, Karin estuvo a punto de ofrecerse porque sabía que a su amigo le incomodaba tanto contacto físico y cercanía, pero cuando todos giraron a mirarlo, aún tratando de safarse de la chica, él soltó un suspiro casi imperceptible y relajo sus hombros.

-Ya vamonos- dijo él y la mirada de sorpresa de Karin debía ser igual a la de los demás.

Ninguno añadió nada mas y empezaron a caminar antes de que el pelinegro cambiara repentinamente de opinión o hiciera algo que no se esperarán. Karin hizo como que no escuchó cuando en un tono mucho más suave y relajado que antes, apenas más alto que un susurro, él le hablaba a Sakura.

-Vamos, molestia, no querrás caerte.

También fingió no ver la pequeña sonrisita en su rostro cuando Sakura se acomodo en su espalda y rodeo sus hombros con los brazos para no caer. Karin había visto muchas facetas de Sasuke, era quizás quien mas de ellas habia visto aparte de la familia Uchiha y Naruto. Pero sabía con certeza absoluta que nunca había mostrado una faceta como la que enseñaba con Sakura, era extraño e interesante a partes iguales. Cuando Sakura estuvo dormida y ellos llegaron al departamento, Sasuke le hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera y ella obedeció en silencio, le ayudo a abrir la puerta de la habitación de la pelirrosa y fingió no estar viendo fijamente mientras él la depositaba con cuidado en la cama y la arropaba. Karin supo que no iba a decir una sola palabra de eso cuando los vio allí tan tranquilos, como si eso fuera lo más normal del mundo y de repente le pareció que los gritos, las discusiones tontas y los comentarios afilados eran un poco más amables.

Ella los había escuchado antes y tenía su propio pensamiento. Sasuke era Romeo. Sakura era Julieta. Eso era verdad. Pero tenía la certeza de que no acabaría en tragedia porque no giraban uno alrededor del otro, cada uno giraba a su propia velocidad y en su propio eje. El sarcasmo y las tonterías que tanto la habían entretenido, eran solo ellos tratando de acoplarse al eje del otro sin abandonar el suyo, y cuando Sasuke se quitó los brazos de Sakura del cuello y salio de la habitación cerrando suavemente para no hacer ruido, Karin penso que eso era lo mas bonito que lo habia visto hacer. Y se pregunto cuánto conocía en realidad a sus amigos, quizás debía ser un poco más observadora.

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