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Vuelvo a la cama, abriendo la puerta lentamente y Poncho tiene los brazos cruzados sobre la cabeza, mirando la puerta. Me relajo, sin necesidad de guardar tanto silencio. Levanta su cuerpo y sonríe.Poncho: Esta cama está muy vacía sin ti.
Anahi: ¿Estás acostumbrado? – Me río
Poncho: Me acostumbras mucho, eso es lo que pasa.. – Me acerco
Me tira por la cadera, haciéndome caer encima de él. Me caigo riendo y él me detiene. Le tomo los brazos y él me agarra la cara.
Poncho: Eres la mujer de mi vida, ¿lo sabías?
Anahi: No lo sabía. ¿Lo soy? – se ríe
Poncho: Te amo de una manera que nunca imaginé que lo haría. – Lo beso
Anahi: Me haces tan feliz. Sólo quiero pasar cada segundo de mi vida contigo, así, te abrazo – completamente feliz.
Me acaricia el cabello, me pasa el pulgar por toda la cara, me toca los labios y me mira profundamente a los ojos.
Poncho: Eres perfecto.
Anahi: Tu.
Poncho: Perfecto y hecho para mí.
Anahi: Ejem.. – y el beso.
Tira la sábana que me cubrió y se sienta en la cama, colocándome en su regazo. Me aferro a él y echo la cabeza hacia atrás mientras él me acaricia la espalda y deja caer la boca sobre mis senos. Me presiona más fuerte, apretando mis caderas. Su erección pulsa debajo de mí y yo gimo. Me tira del pelo, mientras me tira lentamente del pezón y los dientes. Lo agarro con las uñas, gimiendo. Me levanto un poco y él ajusta a su miembro en mi privacidad. La tomo de hombros y me siento, dejándome llenar, poseído lentamente, sintiéndome, volviéndome loco. Él gime y yo ruedo. Él me penetra hasta el fondo y me muevo, ordenando. Me siento desenfrenado, loco, lleno. Él gime y yo empiezo a moverme a un ritmo frenético. Sostiene mi cuerpo con fuerza y agarra mis senos, haciendo movimientos circulares en mi pezón con su lengua. Te rasco la espalda. Y penetra con fuerza, con velocidad, gimiendo. Estoy tan rendido.. Soy tan suyo... Entonces su.. Y él es tan mío.. Y siempre será así.. gime fuerte, alcanzando el orgasmo y él jadea mi nombre en el valle de mis pechos, alcanzando el clímax.
Le sostengo la cara y lo levanto. Él me mira. Todavía estamos mareados, perdidos, entregados a esas locas sensaciones. Me sostiene posesivamente. Beso tus labios y murmuro un “Te amo”. Me abraza y cae con el cuerpo hacia atrás, dejándome caer con él. Él me deja y yo caigo a un lado, acostado sobre su pecho. Él sigue acariciándome la espalda y cierro los ojos.
Poncho: No quiero volver a levantarme de esta cama nunca más.
Anahi: Para qué mundo si tenemos nuestro paraíso privado.
Poncho: Pero creo que es genial salir de nuestro paraíso privado por un momento para comer algo. Tengo hambre.
Anahi: Y no tengo ganas de cocinar. – Me río
Poncho: Salgamos a cenar. – me besa el hombro – ¿Qué opinas? ¿eh?
Anahi: Creo que es una excelente idea. Sólo necesito coraje para prepararme.
Poncho: Nu te pregăti. Te ves hermosa así. Él viene. – se levanta – Duchémonos – me da la mano y me levanto – ¿Solo ducha?
Anahi: ¡Solo ducha! – y vayamos al baño
Poncho viste pantalones cortos y una blusa blanca. Me puse zapatos planos y un vestido holgado con un tejido fino de color amarillo, con tensión en la cintura. Decidimos ir a un restaurante abierto y comer algo de comida japonesa. De hecho, caminamos, está a solo dos cuadras de mi casa. Poncho me toma de la mano tan pronto como nos vamos. Te abrazo el hombro. Tan feliz con esta libertad, con este amor que me hace tan realizado. Caminar de la mano de Poncho por las calles me asegura que esto no es un sueño. La gente que nos rodea sonríe, habla con nosotros, nos felicita y eso es real. Parece un sueño, pero no.. YOesto es real.
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no te dejare ir
FanfictionMucho ha cambiado desde que Anahi y Alfonso se separaron con el fin de RBD, cada uno siguió su propia vida, su propio camino. Pero, ¿fueron realmente las decisiones tomadas en aquel entonces las mejores? La vida responde. Y, en un reencuentro inespe...