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Me despierto temprano al día siguiente. Me prepararé pronto. Mi vuelo sale a las 2 pm, pero necesito organizar todo, después de todo, voy a pasar unos buenos días fuera y luego viene la boda de Maite, Navidad, Año Nuevo.. Un final de año muy ocupado.

Poncho baja las escaleras, todavía en ropa de dormir. Estoy hablando por teléfono con mi mamá.

Anahi: Nu-ți face griji, mamă. Te llamaré cuando llegue... Sí, también llamaré después del espectáculo. Todo estará bien, mamá. – Me río – Hemos sobrevivido a giras más grandes. Relájate... No voy a ir sola, mamá. Estaré con Guille, con todo el equipo. Calma. No pasará nada. Sí, estamos tomando guardias de seguridad para evitar... Bine, promit. Gracias. ¡Te amo! ¡Te amo mucho! Besos y cuelgo

Poncho: ¡buenos días!

Anahi: ¡buenos días! – Me río – Me encanta ese rostro arrugado tuyo. – se ríe

Poncho: Muy cansado.

Anahi: Oh, me imagino. – Sigo haciendo las maletas

Poncho: ¿Cómo voy a mantenerme alejado de ti durante tanto tiempo? – me abraza por detrás y me río

Anahi: Ni siquiera me preguntes, yo tampoco lo sé. – me besa el cuello

Me vuelvo hacia él, mirándolo profundamente a los ojos. Él sonríe, sosteniendo mi cara, trazándola con los dedos. Me mira con una expresión indescifrable, una sonrisa enigmática. Frunzco el ceño.

Anahi: ¿Qué fue?

Poncho: Cualquier cosa. – me besa – Estoy feliz por ti.

Anahi: ¿realmente no puedes ir? – Hago un puchero

Poncho: Oh, cualquiera.. – me abraza – Realmente, realmente, realmente quería ir..

Anahi: Pero entonces está bien. Entiendo. El trabajo es trabajo. – me besa

Poncho: Todo estará bien. ¡Te verás fantástico!

Anahi: Unrun.. – me acaricia el pelo y suena el teléfono – ¿Hola?

Fue Guillermo, reviso algunos problemas con él, mientras Poncho sube a ducharse y prepararse.

Estoy en la cocina, tomando café cuando él baja, acompañándome. Tomamos un café charlando felices. Luego me ayuda con mis maletas y me lleva al aeropuerto. Cuando llego Guillermo ya me está esperando, y también una lluvia de fans. Intento servir a todos, me alegro de haber llegado temprano, Poncho me ayuda y también les sirve con mucho cuidado. Me registro, hablo rápidamente con Guillermo y escuchamos la llamada del vuelo.

Poncho: Ve allí y encanta a todos. Te esperaré lleno de anhelo.

Anahi: Cuídate, ¿vale? Buenas grabaciones. – me besa la frente

Poncho: Cuídate también. ¡Llámame!

Anahi: Todo bien. – me río

Poncho: Te amo.

Anahi: Yo también. – me besa

Guillermo: ¿Vamos, alguno?

Poncho me deja ir y le guiña un ojo a Guillermo, quien asiente sonriendo. Lo miré con expresión intrigada. Pero no digo nada. Voy con Guillermo. Poncho nos acompaña hasta la entrada. Cuando me siento en el vuelo, respiro profundamente. Otra gira, después de tanto tiempo. Todo estará bien. Ve Sí.. Guille toma mi mano y le sonrío. Aquí vamos, próxima parada: Uruguay.

Llegamos a Uruguay y los fanáticos me dan la bienvenida al aeropuerto. Llamo a mi mamá, Poncho. Descansamos el resto del día. Paso un poco en Twitter, salgo a cenar con Guillermo. El día 8 ensayamos por la mañana. ¡El espectáculo nocturno es un éxito! ¡aglomerado! ¡ataques de intensidad! El día 9 por la mañana nos dirigimos a Argentina. Más ataques en el aeropuerto. Recibí tantos regalos que tuve que comprar una maleta extra para meterlos todos. El espectáculo argentino fue el mejor hasta el momento, luego del primero por emociones. Pero algo me dice que Brasil será inolvidable. Brasil es Brasil. Los sitios sólo informan sobre mi regreso, sobre el éxito de los shows, números, datos, fotos de fans conmigo. Twitter está en auge. ¡Y estoy feliz! Hablo con Poncho y mi madre todos los días. Poncho habla de las grabaciones, yo le hablo de los shows. Lo extraño. Realmente desearía que estuviera aquí conmigo. El día 10 de la mañana viajamos a Colombia. Por la tarde, después de llegar del almuerzo con Guillermo, enciendo la televisión. Hay un programa de celebridades.

no te dejare irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora