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Vuelvo a coger el teléfono y llamo a Koko.

Poncho: Tómalo con calma..

Anahi: Claro. – él responde – Hola, Koko.

Koko: Hola cualquiera. ¿Cómo está todo ahí?

Anahi: Todo maravilloso. Poncho le envía saludos.

Koko: Envíale a él también.

Anahi: Te llamé porque acabo de hablar con Maite.

Koko: ¿algún problema?

Anahi: De fapt, multe probleme. ¿Por qué la haces sufrir así?

Koko: Calmați-vă, orice. Hay una razón.

Anahi: Entonces dime qué es...

Koko: Tan pronto como regreses le pediré que se case conmigo, ¿vale?

Anahi: ¿Por qué tienes que esperar a que regrese?

Koko: Porque necesitaré tu ayuda.

Anahi: ¿Prometes no hacer nada hasta que regrese?

Koko: Promesa.

Anahi: În regulă atunci. No tardaremos.

Koko: Fără prisa. Disfrútalo, te lo mereces.

Anahi: Gracias.

koko: Nos vemos luego, cualquiera.

Anahi: Hasta. – Y cuelgo – Hoy es difícil. – Poncho sonríe

Poncho: Déjalos, cualquiera.. Él la sorprenderá. Si fue algo serio, pero no lo es, relájate.

Anahi: Cansado. – me abraza

Por la noche, Poncho y yo tenemos una cena súper agradable en Bungalow y después de ver una película abrazos, nos quedamos dormidos. Quiero decir, en realidad, Poncho se quedó dormido. Me levanté tranquilamente, después de estar seguro de que dormía mucho. Mañana es el cumpleaños de Poncho. Me propuse dormir antes de medianoche. Quiero que cada segundo del día se sienta especial cuando se despierte, quiero que cada segundo del día sea inolvidable. Aproveché esta tarde en la playa y dije que iba a comprar algunos souvenirs para mi madre. Pero en realidad me preparé. Y ahora tengo mucho que ordenar para cuando se despierte..

Malo Dormí esa noche. Poncho abre los ojos con sueño, perezoso y bostea. Mi corazón corre. Siente la cama buscándome. Levanta su cuerpo y ve la cama vacía.

Anahi: Buenos días. – me mira

Estoy sentado en un sillón, vestido con un camisón corto, ajustado y blanco sediento. Mi cabello está suelto y definido en rizos, pero lo arruiné para que pareciera que acabo de despertar. No sabe que ni siquiera dormí bien.. Él sonríe, una sonrisa guiso.

Anahi: Feliz cumpleaños mi amor. – Sonrío y me levanto dirigiéndome hacia él.

Poncho: ¡nuestro! ¡Qué misterioso! – se ríe – Gracias.

Me acerco a él y le sostengo la cara, dándole un picoteo. Me agarra del brazo y me lleva a besarme, pero me alejo.

Anahi: Calmează-te, inima. ¿Cuál es la prisa? – se ríe

Poncho: ¿Qué estás haciendo, Anahi? – Le sonrío traviesamente

Anahi: Bueno, digamos que volvimos en sí Vamos muy rápidamente – Camino por la habitación – No tuve tiempo de invitarte a un buen regalo. – Me detengo frente a la cama, actuando como si no entendiera – Oh, he estado pensando.. ¿Qué podría regalarte? O mejor dicho, ¿qué podría comprarte aquí? – él sonríe – De todos modos, no me vino nada a la mente. Hasta.. – salgo de la habitación, tomo una bandeja con fruta, chocolate, dulces y entro a la habitación atrás – pensé en un buen regalo. Un regalo que creo que te gustará..

no te dejare irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora