Agito los brazos y Ana Paula me abraza y caminamos emocionados hacia el árbol. Santi se queda atrás tambaleándose. Poncho se detiene en la pared con su hermano, bebiendo vino y sonriendo ante la escena cómica, Ana Paula y Santi sentándonos en el suelo, rompiendo los regalos como niños felices. Termino de entregar todos los regalos, recibo algunos, pongo el tuyo. Santi duerme en el regazo de Jorge, Ana Paula también duerme tambaleante. Charlamos alegremente en el salón, alrededor de la chimenea. Neni decidió irse a buscar a los niños. Se despide y mi madre la acompaña. Pronto la familia de Poncho decidió ir también. Me despido de todos y se van. Poncho los acompaña hasta el auto. Estoy recogiendo las copas de vino de la sala cuando él entra. Me doy vuelta para caminar hasta la cocina y me encuentro cara a cara con él.
Anahi: ¡Qué susto! – Me río
Poncho: Déjalo caer. – me quita las gafas de las manos y las vuelve a poner sobre la mesa. – él sonríe
Se aleja y regresa con un enorme cuadro cubierto. Sonríe tonto y lo menosprecia.
Poncho: Feliz Navidad. – Lo miro sonriendo – Abierto.
Me siento como un niño que acaba de encontrar el regalo de Papá Noel debajo del árbol. Destrozo el papel que cubre el cuadro y cuando lo veo pierdo significado. Es nuestro cuadro, con pequeñas fotografías completando un cuadro enorme. Va desde la primera foto que tomamos juntos hasta la foto más reciente. Fotos de grabaciones, fotos detrás del escenario, fotos de viajes, fotos de fiestas, fotos de besos de actuación, besos reales, fotos de espectáculos, fotos y más fotos.. Me emociono y me pongo las manos sobre la boca, sonriendo. Se preocupó de seleccionar foto por foto, preparó todo con mucho cuidado..
Poncho: A nuestra nueva casa.
Anahi: Es hermoso.. Ni siquiera sé qué decir.
Poncho: No necesitas decir nada.
Anahi: No hay vuelta atrás en el tiempo, pero me alegro de que tengamos los recuerdos. Siempre hiciste mi vida más feliz. Gracias por cada foto y cada momento. Me conviertes en la persona más feliz de este mundo. – sonríe y toca mi cara – Ahora es mi turno. – levanta la ceja – ¿O pensaste que lo había olvidado? – se ríe
Me levanto, traigo una caja pequeña y se la entrego.
Anahi: Es un pequeño regalo comparado con lo que me diste, pero es del corazón. – se ríe
Poncho: Todo lo que viene de ti ya me encanta.
Anahi: Ábrelo.
Abre la caja. Hay dos gemelos de camisa, con “los A” grabado. Él sonríe.
Anahi: Para que lleves nuestro amor a donde quiera que vayas.
Poncho: ¡Es hermoso, cualquiera! ¡me encantó!
Anahi: ¿igual?
Poncho: ¡claro! ¡es increíble!
Anahi: Gracias por el regalo y por esta Navidad. Fue lo mejor de mi vida.
Poncho: Fue lo mejor de nuestras vidas. – Me recuesto sobre su pecho
Anahi: El año pasado tuve la peor Navidad de mi vida y lo único que deseaba era algún día poder sonreír y celebrar la Navidad felizmente de nuevo. Y hoy estoy aquí, abrazándote.
Poncho: Olvídalo. A partir de ahora, cada Navidad será feliz así.
Anahi: ¿Y vas a poner tu deseo navideño ahora?
Poncho: Ahh.. muy bien recordado. – se ríe – Ya lo estaba olvidando.
Anahi: ¿Y qué sería? – Levanto mi cuerpo mirándolo
Me toca los brazos, deslizando las manos hasta los hombros y luego bajándolas, acariciándome. Cierro los ojos y él se inclina para besarme. Se toca los labios con los míos y empieza a deslizar mi vestido por mis brazos. Me quito las mangas del vestido y me arrodillo, abrazándolo, quitándome la ropa y agrediéndole la boca. Me sujeta las caderas y me coloca en su regazo, besándome el regazo, soltando mi sostén. Le clavo las uñas en el hombro y él me mira con ternura.
ESTÁS LEYENDO
no te dejare ir
FanfictionMucho ha cambiado desde que Anahi y Alfonso se separaron con el fin de RBD, cada uno siguió su propia vida, su propio camino. Pero, ¿fueron realmente las decisiones tomadas en aquel entonces las mejores? La vida responde. Y, en un reencuentro inespe...