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Llego a la casa de Maite y ella me responde con una sonrisa que sé que es falsa.

Anahi: Hola Mai

Maite: Cualquiera.. – ella me abraza – ¿Cómo estuvo tu viaje?

Anahi: Fue increíble, Mai.

Maite: Ni siquiera pude llamar para felicitar a Poncho, pero no creo que se lo haya perdido.. – Sonrío

Anahi: Oh, bestia. – I grimace – Entonces, ¿qué está pasando, Mai?

Maite: Igual que siempre. Ya no sé qué hacer. - se sienta exhausta en el sofá

Anahi: Mai, ¿no estás creando una tormenta para nada con esto? ¡Él no te está engañando!

Maite: ¿Cómo lo sabes mejor? La evidencia me dice que sí. Ya no lo quiero, ya no quiero esto. – se cubre la cara con las manos.

Anahi: Mai, cree en lo que construiste, en el sentimiento.

Maite: No lo sé, cualquiera.. Ya no sé nada.

Entiendo a Mai. He tenido este dilema muchas, muchas veces con Poncho. La miro con cariño. Cómo desearía que ella no sintiera eso.. Sinceramente, no entiendo la estúpida idea de Koko. La cruel sensación de sentir lo que más te gusta que te arranquen de las manos. Es tan difícil que pierdes fuerza, pierde el conocimiento.. Poncho se me escapó de las manos tantas veces, mi corazón podría haber tenido todos los motivos para vivir roto, pero creí, continué y hoy, finalmente, puedo decir que estoy completamente feliz. Me levanto y voy a Maite. La abrazo de lado y ella se acuesta sobre mi hombro y se abstiene de llorar.

Anahi: Calma, Mai.. Respira y cree. Mírame – ella me mira – Él te ama. Nu îndoiesc asta.

Maite: ¿Cómo lo sabes? – ella deja caer una lágrima

Anahi: No sé. Ya sabes. Sentiste este amor, sientes este amor. Ya sabes. – ella sonríe

Maite: Lo sé, pero es muy difícil.

Anahi: Știu, prietene. Realmente lo sé. – ella me abraza

Me quedo con Mai toda la tarde. La distraigo contándole sobre Bora Bora y todo lo que Poncho y yo experimentamos. Ella se ríe mucho. Decidimos ver una película y hacer brigadeiro. Sugerí una paliza muy Hollywood. Después de todo, no queremos una comedia romántica tosca. Al final de la tarde me voy. Me subo al coche y lo primero que hago es llamar a Koko. Él responde en el tercer anillo.

Koko: Hola cualquiera. ¿ya llegó?

Anahi: Uite, Koko. Te adoro, realmente lo hago. Estoy muy agradecido por todo lo que hiciste por mí. Soy el primero en apoyarte a ti y a Mai. Pero ya no soporto verla triste. Tienes una semana para pedirle que se case contigo o te lo contaré todo. – se ríe

Koko: Lo siento, cualquiera. Tengo mis razones. Pero ahora que has llegado, no necesito demorarme más.

Anahi: ¿Por qué esperarme? ¿Qué estás pensando?

Koko: Entonces.. Lo que tengo en mente es lo siguiente..

Llego a casa por la noche. Poncho está hablando por teléfono en la sala. Por lo que tengo entendido, él también acaba de llegar. Está de espaldas, parado en la habitación. Llego en silencio y lo abrazo por detrás, sonriendo. Se da vuelta, me abraza.

Poncho: Luego continuamos, Marcos. Te llamaré por la mañana. – Y cuelga – Hola, mi amor. – Lo beso

Anahi: ¡hola! ¿Cómo estuvo tu día?

Poncho: Cansado. ¿Pero muy bueno y tuyo?

Anahi: Completo. Pero me perdí días como este.

Poncho: Me imagino.. ¿Hablaste con Mai?

no te dejare irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora