Perla: ¡Salir! – se pone histérica - ¡Sal!!
El fuego comienza a extenderse.
Anahi: Ajută-l pe Poncho! ¡Está herido! – grita, aterrorizado
Koko y Caio van a ayudar a Poncho, sosteniendo a uno a cada lado de él y sacándolo de la habitación. Perla comienza a arrastrar a Velasco por los hombros tratando de sacarlo. Maite se acerca a ella y le quita los brazos a Velasco, empujándola al suelo, cerca del fuego.
Maite: Eres un hijo de puta. Pero se acabó Perla, se acabó. Sois dos gusanos que se merecen tanto el uno al otro que tendréis el mismo fin. – ella escupe a Perla, quien está aterrorizada llorando – Tú mismo acabaste contigo.
Maite viene a mí y me apoyo en ella. Estoy tan débil y el olor a humo, al fuego, todo me debilita, más enfermo, veo todo girando, apenas puedo soportarlo. Ella me tira y salimos de la habitación. Cuando nos vamos, ella cierra la puerta, con Perla y Velasco adentro, no se cierra, simplemente se cierra. Estamos caminando, pero soy asombroso, mi visión comienza a oscurecerse. Koko regresa corriendo para ayudarnos. Me desmayo. Maite grita y Koko corre hacia nosotros. El fuego ya se ha extendido por toda la casa. Koko se encuentra con nosotros en el pasillo, me levanta y sale apresuradamente de casa con Maite y yo. Cuando salgo de casa abro los ojos, miro a mi alrededor y no veo a Poncho..
Anahi: ¿Dónde está Poncho? – murmullo
Koko: Caio lo llevó al hospital, estaba perdiendo mucha sangre.
Anahi: Necesito verlo. Lo necesito,.. – me caigo y Maite me sostiene
Maite: Stai aici, orice. Vamos tras él, sólo espera a la policía.. – llega la policía con los bomberos – Eso es todo, han llegado.
Me siento en el asiento trasero del auto y cierro los ojos, orando a Dios para que no permita que le pase nada serio a Poncho. Pidiendo todo lo santo para que esté bien, para que esté bien. Lloro, sintiendo un dolor agudo en el corazón. Koko está lejos, hablando con la policía, Maite está a su lado. Entran corriendo a la casa, que en ese momento ya está envuelta en fuego. Maite se sube al coche, a mi lado.
Maite: Calmați-vă, orice. Todo estará bien.
Anahi: Poncho.. – Lloro, susurrando débilmente
Ella me lleva a su regazo y me acuesto, llorando, abrazándome la pierna. Me acaricia el pelo, tratando de calmarme. Koko está sola frente a la casa, entró la policía. Maite grita.
Maite: Koko!! ¡vamos!
Koko le indica que espere. Pronto un oficial de policía sale de la casa, tose y deja de hablar con Koko. Pone su mano sobre el hombro del policía, le agradece y se despide, regresando al coche. Entra y arranca el auto, mirándonos a los dos.
Koko: Pérdida total en la casa, todo está destruido. – Levanto mi cuerpo, mirándolo con la boca abierta – Ni siquiera los dos pudieron salir.
Maite: ¿Murieron? ¿Realmente murieron?
Koko: Sí. Los bomberos están apagando el fuego, pero el policía me dijo que es correcto. No había manera de que pudieran salir.
Maite: Dios me perdone, pero gracias a Dios.
Dentro de mí siento un enorme alivio. Plantaron su propia muerte y tuve mucha suerte de salir vivo de ella, Poncho y yo. Doy un suspiro de alivio y vuelvo a abrazar la pierna de Maite. Koko empieza a conducir.
Cuando llegamos al hospital, Koko me lleva adentro en su regazo. Maite estaciona el auto y entra justo detrás. Me llevan en camilla y simplemente susurro el nombre de Poncho, desmayándose de nuevo, demasiado débil.
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no te dejare ir
FanfictionMucho ha cambiado desde que Anahi y Alfonso se separaron con el fin de RBD, cada uno siguió su propia vida, su propio camino. Pero, ¿fueron realmente las decisiones tomadas en aquel entonces las mejores? La vida responde. Y, en un reencuentro inespe...