58

19 2 0
                                    

Me libera, mirándome como si encontrara a su presa. Me escapo. Sí, esa es la palabra correcta.. Me escapo al baño. Me recompongo, me arreglo el maquillaje. Respiración profunda.. Miro el reloj.. 2 am. No puedo esperar a que termine esta noche. Quiero mi casa, mi cama, Poncho conmigo.. ¿Me estoy haciendo viejo? Quizás. Anahi huyendo de discotecas, hombres calientes, bebiendo y queriendo paz en casa. Realmente, un gran cambio.

Cuando salgo del baño, pongo mi celular en mi bolso, me encuentro con alguien. Doar pe cineva...

Anahi: Oh, lo siento.

XXX: Perdón. – me mira – Anahi? – Miro, los ojos se abren

Anahi: Rodrigo. – golondrina seca – Cuánto tiempo.

Rodrigo: En realidad. – se ríe – Es bueno verte aquí de nuevo.

Anahi: Es la despedida de soltera de Mai.

Rodrigo: ¿jurar? Dime dónde está, quiero felicitarla.

Anahi: Ya ha bebido demasiado, creo que es mejor mantener la distancia.. Sabes que ella nunca fue tu fan. – se ríe

Rodrigo: Bien recordado. Me quedaré solo. Y tú, ¿cómo estás?

Anahi: Bien. Muy bien. ¿tú también?

Rodrigo: Sí, genial. Vi que estás con Poncho, estás de vuelta en tu carrera.. Parece que todo está como antes.

Anahi: Creo que todo es como siempre debería haber sido. Sí, estoy con él, estoy muy feliz. Él hace una cara decepcionada

Rodrigo: Estoy feliz. – y sé que es mentira – Es bueno volver a verte, muy bien. Quién sabe, tal vez nos encontremos más.. – sonríe, desinteresado

Anahi: Sí, quién sabe. – sonrisa – Fue agradable verte también.

Él me saluda, yo sonrío y me doy la espalda. Sintiendo y sabiendo con seguridad que me mira inmóvil.

Paso el resto de la noche cuidando a Maite. Está podrida. Ya no llego a la pista, sigo huyendo del chico go go que estaba obsesionado conmigo. Rodrigo navegando aquí.. ¿Cómo podría olvidar esta discoteca, esta discoteca, su discoteca a la que vine tantas veces. ¡qué estúpido! Pero también, ¿cómo podría haber adivinado que estaría aquí hoy. ¿te digo que lo encontré para Poncho o no? ¿Vale la pena? .. Mejor no, después de todo, fue solo una charla informal y voy a arruinar nuestra gran atmósfera al plantear un tema enterrado para los dos. Rodrigo está en el pasado, como todos los demás que precedieron a Poncho. No quiero tocar eso. Cuando son las 4:40 me doy cuenta de que es suficiente. Me levanto, tomo mi bolso y a Maite. Casi todos los amigos de Maite ya se fueron, incluida Dulce, quien se fue temprano porque tenía una cita antes de viajar a Acapulco y necesitaría despertarse temprano.

Miro hacia arriba y veo que Rodrigo está apoyado en un pilar, mirándome, pero con ternura en los ojos. Sonrío de reojo y él brinda en el aire, sonriéndome. Tomo a Maite del brazo. Éste se despide del chico go go 30 veces. Le pido al guardia de seguridad que pida un taxi. No tarda mucho en llegar. De todos modos puse a Maite en el asiento trasero y nos dirigimos a su casa. Cuando llego, ayudo a Maite a entrar a la casa y mientras ella se quita la ropa lentamente, llamo a Poncho.

Anahi: Hola amor

Poncho: Hola – se ríe – ¿Cómo estás?

Anahi: Más o menos. – suspiro sonriendo

Poncho: ¿qué había? – escucha los gritos de Maite

Anahi: Maite está molesta. No podré volver a casa hoy y dejarla sola así. ¿Todo bien?

Poncho: Intentaré sobrevivir.. – me río

Anahi: Entonces, ¿cómo estuvo?

Poncho: Todos se fueron de aquí. Nunca más soy responsable, no podía esperar a que terminara.

no te dejare irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora