𝟒𝟎

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𝑷𝒐𝒗:𝑴𝒊𝒏𝒂

Estaba exhausta después de un día cargando troncos y objetos pesados. El sudor resbalaba por mi frente, y sentía que mis músculos estaban al borde del colapso. Me tomé un breve respiro para relajarme, cuando de repente, JungKook apareció con una expresión de preocupación.

Mina:¿Qué sucede, conejo?

JK:Mina.. Chaeyoung tuvo un pequeño accidente.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar la noticia. Sin pensarlo dos veces, seguí a JungKook a través del refugio hasta llegar al almacén. Allí estaban TaeHyung, Jimin y Suga. Mi mirada se posó rápidamente en Chaeyoung, que estaba sentada en el suelo, tocándose el tobillo con una mueca de dolor.

Mina:¿Qué sucedió?

Pregunté con voz temblorosa, agachándome a su lado para examinar su estado. Mi niña levantó la vista hacia mí, tratando de sonreír a pesar del dolor.

Chae:No es nada, Minari.. solo tropecé y me torcí el tobillo.

TaeHyung se acercó y, con un tono práctico, nos dio su diagnóstico.

Tae:Lo más probable es que tengas un esguince. Deberías usar una crema para el dolor y darte masajes. También necesitas reposar para evitar que empeore.

Me acerqué a Chaeyoung y, con un movimiento decidido pero cuidadoso, la levanté en brazos, como si fuera una pluma. La cargué con suavidad hacia la habitación, con el corazón acelerado por la preocupación. Ella se recostó en la cama mientras me aseguraba de acomodarla bien.

Mina:Ten cuidado con tu piecito.

Le dije, mientras la colocaba suavemente en la cama. Mi bebé sonrió débilmente, agradecida por el gesto.

Chae:Gracias, Mina. Me siento un poco torpe por todo esto.

Mina:No es nada de qué preocuparse. Suga y Jimin van a buscar un bastón para que puedas moverte con más facilidad.

Respondí, mi voz era tierna y reconfortante. Suga se ofreció a buscar un bastón en la enfermería, y Jimin lo acompañó. JungKook y TaeHyung se despidieron, recordándole a Chaeyoung que no debía esforzarse demasiado.

Cuando estábamos solas, me incliné cerca de Chaeyoung, acariciándole la mejilla con ternura.

Mina:¿Cómo ocurrió todo esto?

Le pregunté con suavidad. Chaeyoung se sonrojó un poco, bajando la vista avergonzada.

Chae:Tropecé mientras caminaba por el almacén. No vi el obstáculo y simplemente me torcí el tobillo. Me siento bastante tonta.

Mina:No te sientas así, bebé. Todos tropezamos alguna vez. Lo importante es que estás aquí ahora, y yo estoy aquí contigo.

Dije, mientras le daba un suave beso en la frente. Mi niña sonrió, pero había un rastro de tristeza en su expresión.

Chae:¿Por qué te preocupas tanto por mí? Solo me siento un poco estúpida por no fijarme bien.

Mina:Porque te quiero. No importa lo que pase, siempre quiero estar aquí para ti.

Chaeyoung se inclinó hacia mí, buscando consuelo. La abracé con suavidad, dejándola recostar en mi pecho. Mi corazón seguía acelerado, pero esta cercanía me hacía sentir un poco más tranquila. Mientras tanto, la voz en mi mente comenzó a retumbar, pero hice mi mejor esfuerzo por ignorarla.

Dios, como jode en momentos así.

Chae:¿Cómo sigue tu ojito, unnie?

Preguntó el amor de mi vida, rompiendo el silencio con preocupación. Me removí ligeramente, tratando de mantener la calma mientras luchaba con la voz en mi mente.

𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐫𝐮𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐝𝐢𝐨      •𝗠𝗶𝗖𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora