𝑷𝒐𝒗:𝑴𝒊𝒏𝒂
El sol apenas se filtraba entre las ramas de los árboles, mientras Chaeyoung y yo caminábamos juntas por el bosque. Le había dicho mil veces que se quedara en cama, que debía reposar su tobillo, pero como siempre, Chaeyoung era terca. No quería dejarme sola con los trabajos del refugio, y aunque llevaba su bastón y no hacía mucho esfuerzo, no podía evitar preocuparme.
Mina:¿Todavía te duele mucho?
Le pregunté, mirándola de reojo mientras avanzábamos.
Chae:Es un dolor soportable, pero lo que realmente me molesta es no poder hacer mucho. Odio sentirme inútil.
Me detuve por un momento y me incliné para besarla suavemente en los labios. Era una costumbre que había desarrollado últimamente, un gesto que me hacía sentir cerca de ella, que me recordaba por qué seguía luchando, por qué seguía resistiendo a esa oscuridad dentro de mí. Pero, justo cuando nuestras bocas se separaron, una sensación extraña recorrió mi cuerpo.
—Ten cuidado… detrás de ti.
La voz en mi cabeza me alertó con un tono siniestro, y giré rápidamente, solo para ver a cinco Siniestrøs acercándose a nosotras a una velocidad alarmante.
La voz en mi cabeza me alertó con un tono siniestro, y giré rápidamente, solo para ver a cinco Siniestrøs acercándose a nosotras a una velocidad alarmante.
Mina:¡Chaeyoung, atrás de mí!
Grité, sin perder tiempo en sacar el cuchillo que llevaba escondido en la cintura. Golpeé a los dos primeros con mi fuerza descomunal, derribándolos antes de que pudieran siquiera rozarnos, pero la voz en mi cabeza no se quedaba callada.
—¿Tanto amas a esa mocosa? Entonces protégela, si puedes…
El tono burlón de la voz me irritó, pero también me hizo reaccionar. Mis ojos buscaron a Chaeyoung, que estaba un poco más atrás, luchando por mantenerse en pie con su bastón. Pero antes de que pudiera hacer algo más, vi a dos de esos monstruos acercándose peligrosamente hacia ella.
Mina:¡No!
Grité con toda la fuerza de mis pulmones y corrí hacia Chaeyoung, neutralizando a los dos Siniestrøs con movimientos rápidos y precisos.
El sonido de los cuerpos cayendo al suelo resonó en el aire, pero no había tiempo para celebrar. Mis instintos estaban a mil, mi corazón palpitando con fuerza en mi pecho. No podía permitirme un error, no con ella a mi lado. La voz seguía riéndose en mi mente, disfrutando de la tensión que sentía, alimentándose de mi miedo y mi furia.
—Mira lo débil que eres… No puedes protegerla para siempre. Al final, siempre fallarás.
Ignoré las palabras, centrándome en la batalla. Había cuatro Siniestrøs caídos, pero el quinto, que se había mantenido un poco atrás, aprovechó el momento de distracción. En un movimiento rápido, sentí sus dientes clavándose en mi antebrazo. Un dolor agudo recorrió mi cuerpo, y el temor a la infección me golpeó de inmediato.
Chae:¡Mina!
Chaeyoung gritó mi nombre, sus ojos llenos de pánico al ver la mordida..
El dolor era insoportable, pero no podía permitirme flaquear. Con un grito de furia, giré el cuchillo y lo clavé en el cráneo del Siniestrø, acabando con él de una vez por todas. El cuerpo inerte cayó al suelo, y me quedé allí, jadeando, con la sangre brotando de mi brazo.
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𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐫𝐮𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐝𝐢𝐨 •𝗠𝗶𝗖𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴•
AléatoireChaeyoung, Jimin, TaeHyung y Jin, un grupo de amigos inseparables, ven sus vidas ordinarias destrozadas cuando una epidemia estalla en su ciudad. Mientras intentan comprender la magnitud de la situación, se enfrentan a los primeros brotes de violenc...