𝟑𝟓

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𝑷𝒐𝒗:𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓

Al día siguiente, Mina despertó con una sensación extraña, como si estuviera emergiendo de un sueño profundo y confuso. Los recuerdos de la noche anterior eran fragmentarios, imágenes borrosas que apenas lograba encajar. Sabía que había hecho algo terrible, algo oscuro que revolvía su estómago al intentar recordarlo.

Pero, al mismo tiempo, se sentía desconectada, como si esos actos no le pertenecieran realmente, como si hubiera sido otra persona la que había tomado el control.

Se levantó rápidamente y se dirigió al baño. Al mirarse en el espejo, notó que se veía bastante bien, a excepción de algunas heridas en los nudillos y una pequeña cicatriz en su pómulo, señales claras de la violencia reciente. Al bajar la vista, vio que su ropa estaba manchada de sangre seca.

Su respiración se detuvo un segundo mientras la observaba, sus manos temblando ligeramente. No era su sangre, lo sabía. Los recuerdos de las horas anteriores la golpearon con fuerza: el grito del hombre, su propio rostro iluminado por una satisfacción cruel.

Sacudió la cabeza, tratando de apartar esos pensamientos, y salió del baño para buscar ropa limpia. Pero al abrir la puerta de su habitación, se encontró con Chaeyoung, quien la miraba con una mezcla de sorpresa y preocupación. Mina se quedó congelada un segundo, notando cómo la expresión de su menor cambiaba al ver su estado.

Chae:¿Qué te pasó?

Preguntó la menor, alzando una ceja, su tono mezcla de incredulidad y alarma mientras sus ojos recorrían las manchas de sangre en la ropa de Myoui.

Mina dudó un instante, eligiendo cuidadosamente sus palabras. No quería alarmar a Chaeyoung ni contarle la verdad completa. Sabía que ella no entendería, que no aprobaría lo que había hecho, por más justificado que le pareciera en su mente.

Mina:Esto.. Tuve una especie de enfrentamiento. Nada grave, amor.. solo un par de Siniestrøs y un imbécil que quiso pasarse de listo.

La menor la miraba con una mezcla de escepticismo y preocupación, cruzándose de brazos mientras fruncía el ceño.

Chae:¿Ah, sí?, ¿de verdad nada, Mina? Esa mancha de sangre dice muchísimo. No me gustan las mentiras, de una vez lo digo.

Su voz sonaba cortante, con una frialdad que raramente usaba con la mayor.

Myoui sintió un nudo en el estómago, pero forzó una sonrisa, intentando suavizar el ambiente. Se acercó a la coreanita, colocando una mano en su mejilla con suavidad.

Mina:No es nada de lo que debas preocuparte, Chaeyoungie. Estoy bien, ¿no lo ves? Solo quiero cambiarme y estar contigo.

Dijo en un tono cariñoso, intentando desviar la conversación.

Chaeyoung no parecía convencida. Había algo en los ojos de Mina, en su actitud evasiva, que la inquietaba profundamente. Pero antes de que pudiera insistir, Mina la abrazó, apretándola con ternura contra su cuerpo. La calidez del gesto hizo que Chaeyoung bajara un poco la guardia, aunque una sensación de incomodidad seguía latente.

Chae:Te pones mucho en riesgo, lo que quiero evitar es perderte..

Mina cerró los ojos, disfrutando de la cercanía, pero sin responder inmediatamente. La promesa se le hacía difícil, sabiendo que había algo en ella, una oscuridad que no podía controlar completamente. Pero no quería preocupar a Chaeyoung más de lo necesario.

Mina:Te prometo que estaré bien. Siempre estaré aquí para ti.

Dijo al fin, besando la coronilla de Chaeyoung

𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐫𝐮𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐝𝐢𝐨      •𝗠𝗶𝗖𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora