𝟐𝟐

96 12 11
                                    

𝑷𝒐𝒗:𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓

Un mes había pasado desde el beso que había cambiado todo entre Mina y Chaeyoung. Sin embargo, la relación entre ellas se había vuelto extrañamente inconsistente. A veces, Mina la trataba con el cariño y la atención de una novia devota; otras veces, parecía ignorarla por completo, como si Chaeyoung no existiera. Esta fluctuación constante mantenía a Chaeyoung en un estado de confusión y ansiedad perpetua.

Esa noche, las estrellas brillaban en el cielo despejado, y el frío era leve y agradable. Chaeyoung no podía dormir, su mente llena de preguntas sin respuesta sobre Mina. Decidió salir al patio, esperando que el aire fresco y la calma de la noche la ayudaran a aclarar sus pensamientos.

Mientras miraba el cielo, perdido en sus pensamientos, escuchó pasos detrás de ella. Se giró y vio a Sunoo, quien parecía tan inquieto como ella.

Sunoo:Tampoco puedes dormir, cierto?

Chae:No, simplemente tengo demasiado en la cabeza.

Sunoo se sentó a su lado, y pronto se encontraron hablando y riendo, disfrutando de la compañía mutua. Si alguien los viera desde lejos, podría fácilmente pensar que eran novios, tal era la química y la comodidad entre ellos.

Después de una hora de conversación, Chaeyoung sintió que era hora de volver a su habitación. Se despidió de Sunoo y se dirigió hacia la mansión, sumida en sus pensamientos. Estaba oscuro, y apenas había luz que la guiara.

De repente, sintió una presencia detrás de ella. Antes de que pudiera reaccionar, un brazo se enganchó alrededor de su cuello, atrayéndola hacia un cuerpo familiar. El aroma era inconfundible: era Mina.

Mina:¿Qué haces despierta, pequeña?

la voz de Mina era un susurro ronco, tan excitante para la menor. Chaeyoung trató de mantenerse tranquila, aunque su corazón latía con fuerza.

Chae:Estaba.. hablando con Sunoo.

La japonesa apretó su agarre, acercando aún más sus cuerpos.

Mina:No me agrada ese chico.

En sus palabras no había más que posesividad.

Mina:Querida Chaeyoungie~ eres mía.. tan mía.. Me perteneces.

Chaeyoung sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, sus nervios a flor de piel por el tono de su mayor. La ponía tan dispuesta ante la japonesa..

Chae:N-No te preocupes por él.. solo es un amigo..

Mina:Tsk, no me es suficiente.. Dime qué eres mía, amor.. Di que eres mía.. que me perteneces solo a mí~

Insistió Mina, su voz más baja y peligrosa. Chaeyoung se giró ligeramente para mirarla a los ojos, encontrando en ellos una mezcla de deseo y desesperación.

Chae:Mina..

Mina:Dilo, solo.. dilo. Por favor, di que eres solo mía, mi Chaengie~

la voz de Mina era casi una súplica, sus labios apenas rozando la oreja de Chaeyoung. La coreana cerró los ojos, sintiendo cómo el calor del cuerpo de Mina se mezclaba con el suyo. Podía sentir el latido rápido del corazón de Mina contra su espalda, el temblor en su voz.

Chae:Soy tuya, Mina.. mi corazón, cuerpo y alma te pertenecen a ti..

Susurró finalmente, su voz temblando ligeramente.  Mina soltó un suspiro de alivio, relajando su agarre y envolviendo a Chaeyoung en un abrazo más suave, pero igualmente firme.

𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐫𝐮𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐝𝐢𝐨      •𝗠𝗶𝗖𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora