Chaeyoung, Jimin, TaeHyung y Jin, un grupo de amigos inseparables, ven sus vidas ordinarias destrozadas cuando una epidemia estalla en su ciudad. Mientras intentan comprender la magnitud de la situación, se enfrentan a los primeros brotes de violenc...
El viaje por las calles destrozadas era un recordatorio constante de la nueva y brutal realidad en la que vivíamos. Jin conducía con una mirada seria, concentrado en esquivar los escombros y evitar cualquier encuentro con los Siniestros. TaeHyung, sentado en el asiento del copiloto, mantenía su mirada fija en el horizonte, listo para alertar de cualquier peligro.
Desde los asientos traseros, pude ver cómo la ciudad que una vez conocíamos se había convertido en un paisaje de horror. Edificios derrumbados, autos abandonados, y lo peor de todo, cuerpos inertes que yacían en las calles. En varias ocasiones, Jimin tuvo que cubrirme los ojos para protegerme de las escenas más grotescas.
Jimin:Chae, no mires. Todo estará bien. Jin y Tae nos cuidarán. Solo concéntrate en respirar.
Susurró suavemente mientras sus pequeñas manos cálidas tapaban mis ojos.
Intenté hacer lo que me decía, pero era difícil ignorar los gritos y los sonidos de la violencia que nos rodeaban. Después de un par de horas de viaje, Jin finalmente anunció que habíamos llegado a un posible refugio.
Jin:Parece que esa iglesia está en mejores condiciones que otros lugares..
Dijo, señalando una estructura relativamente intacta a un lado del camino.
Dejamos el auto escondido entre algunos árboles y nos acercamos con cautela a la iglesia. Mi corazón latía con fuerza mientras nos adentrábamos en el edificio. Al principio, todo estaba en silencio, solo el eco de nuestros pasos resonando en el vasto interior.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De repente, el sonido de voces y el movimiento nos alertaron. Cuatro figuras emergieron de las sombras, y en un instante, se pusieron en posición de ataque. Parecían tan sorprendidos como nosotros, pero sus miradas eran duras y desconfiadas.
xXx:¡¿Quiénes son ustedes?!
Gritó uno de ellos, un chico alto con el rostro lleno de determinación. Sujetaba una barra de metal como si estuviera listo para usarla en cualquier momento.
Jin:Baja la voz, no querrás atraer más infectados. Solo somos supervivientes.. no queremos problemas, buscamos un lugar seguro para quedarnos.
xXx:¿Cómo podemos confiar en ustedes?
Preguntó con una voz temblorosa pero firme. Sentí la tensión en el aire mientras esperábamos su respuesta. Mi mente corría con mil pensamientos, preguntándome si habíamos cometido un error al entrar en este lugar.
El aire en la iglesia estaba tenso. Podía sentir el miedo en cada respiración que tomábamos, y la situación no ayudaba a calmarme. Los cuatro chicos que nos encontramos tenían armas mucho más impresionantes que las nuestras. Jin, siempre el protector, estaba frente a nosotros, intentando negociar. Jimin y Tae se mantenían a mi lado, alertas.