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La música clásica resonaba por todo el salón, las parejas bailan al compás de la música mientras yo me limitaba a observar con una copa en la mano. Me era agradable observar y analizar , ya que todo esto del cortejo a una señorita me era un tema gracioso.
Las mujeres vestían sus mejores vestidos y lo más costosos, hacían de todo con solo llamar la atención de un hombre. Qué tontería.
--Mi lord, el clima de esta noche no es algo espléndido. -- Una joven y bella mujer me hablo, a juzgar por su apariencia era de una clase tan privilegiada.
--Claro, hace un clima perfecto esta noche, lady...
--Bellerose.
--Lady Bellerose...
Se me consideraba uno de los solteros más deseados del pueblo, soy joven,guapo y asquerosamente rico y ni hablas de mi título de Conde que me precede, soy considerado una mina de oro andante, y el mejor partido.
Pero este año no me interesaba consagrar nupcias con ninguna señorita de aquí, al menos no por el momento, mi meta era conseguirle un buen hombre a mi hermana Min-ji, la cual acaba de debutar en la sociedad.
--Mis disculpas señorita, que tenga una buena velada. --Me dirige hacia donde estaba mi hermana.
--¿Y qué tal tu baile con Lord Harrington?
--Fue espléndido hermano, pero me siento algo cansada ¿Podemos ir a casa?
Asenti.
Deje mi copa sin finalizar sobre una mesa, y nos fuimos en camino al carruaje que nos esperaba a las afueras. Min-ji durante todo el viaje me habló de todo los jóvenes que bailaron con ella, y de cómo había pasado su noche.
--No puedo creer que me he perdido esto durante mucho tiempo, los bailes son increíbles. Todo me parece tan romántico hermano.
¿Romántico?
El amor no existe, quise decirle pero no podía romper la ilusión de mi inocente hermana. Ella siempre ha sido una joven muy soñadora, y yo tengo la culpa de eso, en gran parte. Desde mis viajes siempre le compraba libros que hablaban sobre el romance y cortejo.
Pero todo esto no es más que un negocio, y una forma de seguir con el legado de las familias.
Al llegar a casa madre nos esperaba en la entrada. -- Min-ji ¿Cómo estuvo todo hija?
--Madre qué haces aquí, deberías estar en tus aposentos descansando.
Mi madre estaba muy enferma ultimamente, ninguna medicina ha podido curarla por completo.
La mujer me ignoro.-- Siento mucho no haberte acompañado.
--Madre..--La chica la tomó del brazo.--Vamos a tu cuarto y te contaré todo.
--Esta bien.
Me partia verla así, pálida y delgada.
Una vez que me aseguré de que ambas llegaran al cuarto de madre sin problemas, me fui a mi despacho, últimamente tenía problemas para dormir y como no podía hacerlo usaba ese tiempo trabajando.
Lo único en lo que soy bueno.
No supe cuanto tiempo estuve, dentro de aquel lugar hasta que alguien toco la puerta.