Debajo del roble ~ Libro 06 [Riftan] Historia paralela

Capítulo 13 ~ Un recuerdo feliz

Agonía pura despertó a Riftan. Por un momento, no pudo percibir lo que le rodeaba. Se sentía como una criatura de las profundidades del mar sacada del agua, y jadeaba como si hubiera olvidado cómo respirar. Todo su cuerpo parecía envuelto en un infierno. Bramó de dolor.

— ¡Por favor, aguanta un poco más! La curación no ha terminado.

La voz familiar llegó a su mente aturdida. Al mirar, vio a Ruth recomponiendo su brazo destrozado. La grotesca visión le hizo detenerse antes de que el dolor volviera a sentirse una fracción de segundo después. La insoportable sensación de huesos y carne fundiéndose e hirviendo sobre las llamas le hizo arañar la tierra con la otra mano. Se retorció para intentar escapar, pero algo le retenía.

Con los ojos dilatados, Riftan miró a su alrededor. Unas llamas azuladas parpadeaban alrededor de la oscura cueva y un intrincado diagrama estaba grabado en el suelo. Lo que parecían ser raíces de árbol lo ataban al suelo de la cueva.

Un sudor frío le recorría la espalda. La escena parecía un ritual para invocar a un demonio. Empezó a forcejear con más ímpetu contra sus ataduras.

— Maldito seas. ¿Qué intentas hacerme?

— ¡Curarte!

Las oscuras raíces que le rodeaban estaban a punto de romperse. Ruth se alarmó y le sujetó los hombros.

— ¡Por favor, quédate quieto! — El rostro del mago se arrugó mientras gritaba —. ¡Los daños permanentes no pueden curarse con hechizos curativos convencionales! ¿Tienes idea de cuánta sangre has perdido? Miembros mutilados, e incluso tus órganos sufrieron daños después de que esa bestia te electrocutara. ¿Por qué sigues luchando en ese estado? Está claro que has perdido la cabeza.

Riftan estaba a punto de replicar cuando el profundo dolor volvió a sacudir su cuerpo. Levantó la cabeza. Podía sentir cómo se regeneraban los huesos rotos del brazo y la pierna heridos. Sus músculos desgarrados se hincharon y se coagularon como el barro, mientras su cuerpo se hinchaba tanto que parecía a punto de estallar.

La muerte sería mejor que ese dolor insoportable.

Con el pecho agitado, Riftan gritó.

— Para... ¡Para!

— Maldición, te has despertado demasiado pronto. Todavía falta un rato para que te cures del todo.

Riftan estaba atónito. Aunque quería amenazar de muerte al mago para que se detuviera, lo único que escapaba de sus labios eran gemidos dolorosos. Apretó los dientes. Había pasado por todo tipo de penurias tras abandonar su hogar, pero esta clase de agonía era la primera. Incapaz de aguantar más, estaba a punto de morderse la lengua cuando Ruth le agarró la cabeza para detenerle.

— ¡No! ¡Debes soportarlo!

Riftan miró al mago con los ojos inyectados en sangre.

Ruth se mordió ansiosamente el labio durante un momento antes de parecer tomar una decisión.

— Te lanzaré un hechizo de ilusión para ayudarte a olvidar el dolor. Um... intenta evocar un recuerdo divertido o feliz.

Riftan dirigió una mirada de desánimo al mago antes de bombardearlo con maldiciones. El enano estaba loco. ¿Cómo iba a recordar algo feliz en su estado actual?

— Para inducir una ilusión agradable, primero debes pensar en un recuerdo positivo. Si lanzo el hechizo ahora, estarás en una horrible pesadilla.

— Me importa una mierda. ¡Hazlo!

— ¡No! Podría traumatizar gravemente tu psique. ¡Podrías no despertar de ella! Originalmente fue diseñado para confundir al enemigo, así que...

— ¡Ma... Maldita sea! ¡Entonces déjame morir!