El reloj marcaba las siete de la mañana cuando Ben se despertó, sobresaltado por un sonido inusual. Se giró en la cama y notó que Madison no estaba a su lado. Con la luz tenue de la mañana filtrándose por las cortinas, Ben se incorporó y se estiró antes de salir de la habitación.
En la cocina, el aroma del café recién hecho mezclado con el leve aroma a leche calentada llenaba el aire. Madison, con el cabello despeinado y una expresión cansada, estaba preparando un biberón para Emma, que yacía acurrucada en el sofá, envuelta en una manta con dibujos animados. La pequeña tenía los ojos vidriosos por la fiebre y miraba la televisión con una expresión adormecida.
“Buenos días, amor,” dijo Ben, acercándose con pasos silenciosos. Sus ojos se posaron en Emma y, al ver su estado, su preocupación creció de inmediato. “¿Qué ha pasado? ¿Por qué estamos despiertos tan temprano?”
Madison se giró lentamente, y aunque estaba agotada, le sonrió a Ben con cariño. “Emma ha estado con fiebre toda la noche. No ha dejado de llorar. Pensé que era mejor levantarme y prepararle un biberón para darle algo de consuelo. La fiebre no baja y los dibujos parecen ayudarla a calmarse un poco.”
Ben se acercó al sofá y se inclinó para besar a Emma en la frente. “Hola, princesita. ¿Cómo te sientes hoy?”
Emma levantó la vista, mostrando una sonrisa débil. “Papá,” dijo con voz apenas audible.
Ben le dio un suave beso en la frente y se sentó a su lado. “Lo siento mucho, cariño. No me gusta verte así. Pero estamos aquí para ti.”
Madison le pasó el biberón a Emma, quien comenzó a beberlo lentamente. “Gracias por prepararlo,” dijo Ben mientras se acomodaba en el sofá junto a Madison. “Tuve suerte de que el entrenamiento se cancelara por la lluvia. Así que puedo quedarme con ustedes hoy.”
“Me alegra que estés aquí,” respondió Madison, mirando a Ben con gratitud. “Pensé que sería un día largo, pero ahora que estás aquí, me siento un poco mejor.”
El sonido de la lluvia cayendo contra las ventanas creaba un ambiente tranquilo y acogedor en la casa. Ben se acomodó en el sofá, rodeando a Madison con un brazo mientras ella seguía con la vista fija en Emma. La pequeña bebía su biberón con lentitud, y el ambiente cálido contrastaba con el frío y la lluvia del exterior.
“¿Has hablado con el pediatra?” preguntó Ben, acariciando la cabeza de Emma con ternura.
“Sí,” respondió Madison. “Me dijo que es una fiebre viral común en esta época del año y que, mientras no suba demasiado, solo necesitamos mantenerla hidratada y darle algo de paracetamol. Pero ha sido una noche difícil.”
Ben asintió, sabiendo que Madison había estado preocupada y ocupada toda la noche. “Déjame hacerme cargo de Emma por un rato. Tú deberías intentar descansar un poco.”
Madison se puso de pie y estiró los músculos cansados. “Gracias. Solo necesito un momento para recuperarme.”
Ben tomó a Emma en brazos con suavidad, y la pequeña se acurrucó contra su pecho mientras seguía bebiendo el biberón. Madison fue a la cocina para prepararse una taza de té y aprovechar para sentarse un momento.
Mientras observaba la lluvia caer, pensaba en lo importante que era para ella y Ben estar juntos en estos momentos. Aunque la mañana había comenzado con desafíos, el estar rodeados de amor y apoyo mutuo hacía que todo fuera más llevadero.
Finalmente, Emma terminó su biberón y Ben la colocó de nuevo en el sofá, envuelta en su manta. Madison se unió a ellos, y los tres se acurrucaron en el sofá, disfrutando de un momento de calma en medio del ajetreo.
“La Navidad está cerca,” dijo Ben suavemente, rompiendo el silencio. “Y aunque hoy no sea como esperábamos, me alegra que estemos juntos.”
Madison sonrió, mirando a su familia. “Sí, lo más importante es que estamos juntos. Esto es lo que realmente importa.”
Mientras la lluvia seguía cayendo y el día avanzaba lentamente, la pequeña familia encontró consuelo en la compañía mutua, sabiendo que, sin importar las dificultades, siempre se tendrían los unos a los otros.
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Líneas Cruzadas
RomanceBen shelton y Maddison fritz,la hermana pequeña de Taylor fritz,se conocen en persona y eso cambia todo en su amistad.