- ¿Qué haces? - pregunté rápidamente.
- Es obvio. - respondió y empezó a mover su dedo en forma circular, fue tan delirante que gemí, no podía evitarlo sentía que iba a explotar, me estaba torturando con su toqué, aferré mis manos a sus hombros y enterré mis uñas acción que lo hizo gruñir, sentí una corriente eléctrica en mi interior, espasmos en mi vientre, se me tensaron los músculos y sentí que algo explotó en mí, que hizo que arqueara la espalda y gimiera alto, luego me sentí débil, relajada, mis piernas flaquearon.Entonces Ángelo se acomodó entre mis piernas, se deshizo de su toalla dejándome asombrada al mirar el tamaño de su miembro, estaba bien dotado digo yo, pues no tengo una referencia para compararlo, quito la última prenda que llevaba puesta.
- Aún, no hemos terminado. - dijo acercándose a mi volviéndome a besar con pasión, con hambre, ansioso, nos separamos por falta de aire, sentí cómo acomodó su miembro en mi entrada.
- Espera!! - dije un poco agitada.
- ¿No quieres que siga? - preguntó mirándome fijo.
- No es eso, es que yo nunca he...- no sabía cómo decirle que era virgen, no quería que fuera un impedimento para él y parará.
- ¿Eres virgen? - preguntó mirándome expectante por la respuesta, Asentí ya que no sentí valor para hablar. - ¿Quieres qué pare? - negué con la cabeza - Mírame, no apartes tu mirada de la mía, seré suave está bien- Asentí, estaba un poco nerviosa mi pecho subía y bajaba rápidamente. Entonces comenzó a penetrarme lentamente, cerré los ojos al sentirlo. - ¿Te lastimé? - preguntó, abrí los ojos nuevamente para verlo.
- No, sólo se siente extraño. - dije sin apartar mí mirada de la suya, cogió mis manos y las colocó sobre mi cabeza entrelazándola con las suyas, empujó en mi interior y sentí un poco de dolor, fruncí el ceño.
- Mírame, dolerá un poco, pero será un momento, lo prometo. - dijo y Asentí, salió un poco y entró de una sola estocada.
- Ayy! - sentí dolor, cerré mis ojos con fuerza y resbalaron lágrimas por mis mejillas.
- ¿Estás bien? - preguntó y abrí mis ojos.
- Sí, estoy bien sólo me dolió un poco.
- Ya pasará. - dijo volviéndome a besar apasionadamente sintiendo nuevamente la sensación en mi cuerpo, quería sentirlo así que, me removí un poco que fue cómo carta blanca para él que empezó a moverse de manera suave y lenta, se sentía tan bien.
- Mmmm, Ángelo. - dije en un gemido.
- Qué bien se escucha mi nombre en tus labios, dilo de nuevo.
- Ángelo - pronuncié y atrapó mis labios, sentía fuego en mi vientre y empecé a mover mis caderas al ritmo de las suyas, soltó un gemido de placer y supe que lo estaba disfrutando igual que yo, enrollé mis piernas alrededor de su cintura y comenzó a moverse más rápido dentro de mí.
- Estás tan estrecha que se siente bien, estar dentro de ti es la puta gloria. - dijo soltando un gruñido - A partir de ahora tú cuerpo me pertenece, tú me perteneces, entendiste. - la manera tan posesiva de decirlo hizo que me excitará aún más, mis paredes se contrajeron que apretaron su pene haciéndolo gruñir, era todo lo que se escuchaba en la habitación nuestros gemidos, las respiraciones agitadas y el choque de nuestros cuerpos, sus embestidas se volvieron más rápidas y duras que explote nuevamente, todo mi cuerpo se estremeció y arquee mi espalda, solté un gemido con su nombre y me derrumbe, Él siguió embistiendo y luego de unas estocadas más se corrió dentro de mí, pude sentir su semen escurriendo, me besó y salió de mi interior, dejándose caer a un lado.- Eso fue espectacular, mejor de lo que me imaginé. - habló agitado, yo estaba igual que él tratando de regular mi respiración, cuando nuestra respiración se reguló me atrajo hacia él, acomodé mi cabeza sobre su pecho. - De ahora en adelante trabajarás para mí.
- Ya trabajó para ti - contesté lo obvio.
- Habló generalmente, ya que presenciaste esa escena te imaginarás que mis negocios no son tan legales, serás de gran ayuda.
- No quiero. - contesté, él me empujó en la cama quedando encima de mí y tomó mi rostro con su mano ejerciendo un poco de fuerza.
- No te estoy preguntando, es una orden. Tú vida ya no te pertenece ahora eres mía o ¿no has entendido? Tú harás lo que yo mandé sin discutir, es mejor que cooperes porque a las malas será peor. - sentenció y no podía creer lo que escuché - Amaia entendiste? - dijo su voz era firme, su rostro serio y su mirada tan intimidante.
- Sí, entendí - contesté, pues era todo lo que podía hacer obedecer sumisamente porque podría hacerme algo peor que amarrarme a una silla y aunque no quería creer que él fuera capaz de hacerme daño, la verdad si lo dudaba un poco.
- Perfecto, vamos a descansar, mañana será un día pesado, te pondré al corriente de todo lo que tengas que saber. - dijo y sin mucha dificultad conseguí dormir, estaba muy agotada por todo lo que pasé que mi cuerpo solo se dejó llevar.Y tal y como lo dijo así fue, me puso al tanto de todo lo que debía saber y lo que debía llevar a cabo, ya ha pasado una semana desde ese primer encuentro sexual y después de eso tuvimos sexo dos veces más en su casa, era algo de lo que no me quejaba ya que él me gustaba mucho, pero estaba algo confundida ya que no sabía que tipo de relación teníamos bueno, era algo que no habíamos hablado aún....
Hoy iríamos a la empresa de transporte, Ángelo quería que conociera a Bruno ya que trabajaríamos juntos con él. Llegué un poco más temprano de lo normal porque en la universidad suspendieron la última clase dado que la profesora no llegó, quise verme un poco profesional para la reunión, me vestí con una camisa de algodón cuello tortuga de manga 3/4 color crema, una falda volada talle alto con un largo hasta la rodilla color café y unos stilettos color beige, mi maquillaje sencillo, pero bien elaborado me gustó el resultado, en realidad quería que Ángelo me mirará hermosa, llegando al club entré y pasé directo a la oficina, en el camino me topé con Víctor lo saludé y seguí, abrí la puerta y quede petrificada en mi lugar, lo que miraban mis ojos no era de mi agrado más bien me puso furiosa, Caterina una de las meseras del club estaba sentada sobre las piernas de Ángelo muy cerca de él para mi gusto.
Ángelo volteó la mirada, me miró fijamente y sonrió, fruncí el ceño, era un descarado y exploté.
- ¿Sabes una cosa? ¡¡¡¡A la mierda este trabajo y tú, Renunció!!! - grité dando la vuelta decidida a irme del lugar.
- No dejes que se vaya, detenla. - escuché su gritó y sí que sus órdenes fueron acatadas, porque no llegué lejos cuando Víctor me llevaba devuelta a la oficina. - Caterina, Víctor salgan - ordenó, fue tan frío al hablar que debí de sentir miedo, pero estaba tan furiosa que era lo último que sentía - ¿Qué es lo que te pasa? - preguntó tranquilamente, lo miré incrédula.
- Pasa, que simplemente ya no trabajaré más para ti, yo me marchó. - di la media vuelta, pero llegando a la puerta sentí su mano tomar mi muñeca apretando su agarré fuerte.
- ¿Crees que esto es una puta broma? ¿Un juego? ¿Crees que lo que digo son palabras tiradas al aire? Cuando te dije que tú vida ya no te pertenece, no lo decía en broma era en serio, no creas que puedes venir aquí hacer un berrinche - dijo ejerciendo presión en mi muñeca.
- Ángelo suéltame, me lastimas. - pedí e intenté quitar su mano, pero fue imposible.
- Piensas que, porque tuvimos sexo puedes hacer esas escenas de celos, somos dos personas adultas que tuvieron sexo es todo, un momento de placer, no significa más nada. - dijo y esas palabras sí que dolieron dentro de mí.
- Yo... Pensé que... - dije en un susurró la verdad no sabía que decir.
- Pensaste? Sacaste conclusiones erróneas, yo soy tu jefe y tú mi empleada, tú deber es obedecer y acatar todas mis órdenes, créeme lo digo por tu bien. - terminó de decir y me soltó, me sobé la muñeca y Asentí, fue todo lo que pude hacer, derramé unas lágrimas no quería llorar, pero era inevitable solo fluyeron. - Te daré 20 minutos para que te calmes, estaré en el coche esperándote para irnos. - salió del despacho, traté de recomponerme, tomé aire y un poco de agua para calmar el dolor que sentía, no sirvió de mucho, pero por lo menos calmó mi llanto, cuando me sentí mejor bajé y subí al coche ignorando completamente la presencia de Ángelo y emprendimos la marcha con rumbo a la empresa...
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Mascara Rota (+18)
RomanceÁngelo Ivanov un hombre frio, calculador, desconfiado, tremendamente guapo, poderoso y despiadado, jefe de una de las organizaciones mas importantes en el trafico de armas, confianza y amor solo lo tiene por su familia. Amaia Montez una chica que a...