CAPÍTULO 37

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Un mes tardó la recuperación de Angelo, un mes muy difícil ya que este hombre era tan terco que a veces se me hacía imposible lidiar con él, tenía que ingeniarmela para que hiciera todo lo que él doctor recomendaba a las dos semanas tuve que amenazarlo prácticamente diciendo que sí, se iba sin autorización del médico se iría solo porque tomaría mis cosas y me iría a casa de mi tía, me miró tan sería que decidió quedarse hasta que el doctor le diera el alta, por mi parte decidí quedarme todo el tiempo con él, Angelo me decía que no era necesario, pero lo conocia se comportaba como un niño malcriado cuando se lo proponía, no podía dejarlo solo y aquí íbamos en el auto con rumbo a la casa.

- La familia está reunida en la casa, esperándote. - dije en cuanto termine de leer un mensaje que Isabel me había mandado.
- Cómo se enteraron de mi salida? - preguntó con el ceño fruncido.
- Recuerda que Alexander se comunica directamente con el doctor Solís. - le recordé lo obvio.
- Tienes razón, debí decirle que no dijera nada.
- Amor, son tu familia y merecen saber ellos han estado al pendiente de tí.
- Lo sé, pero no creo necesario está reunión ya estoy bien, no necesitan estar tan al pendiente.- a veces se comportaba tan frío que me hacía enojar.
- A veces eres tan egoísta solo piensas en lo que tú deseas, o acaso eres incapaz de comprender todo el sufrimiento que pasamos al pensar que podíamos perderte? - mi tono sonó molestó, sorprendiendose por el modo que hablé.
- Lo siento, no te molestes sabes que no lo digo por mal es solo que demasiada atención me abruma, realmente deseaba llegar e ir directo a la recámara a descansar. - dijo soltando un suspiro.
- Bueno los planes cambiaron así que, comportate. - sentencie y Asintió con un puchero en los labios que me hizo sonreír, no podía con él me acerqué dándole un besó corto en los labios.

Una vez llegamos bajamos del coche, entramos  a la casa y nos dirigimos hasta la sala donde estaban todos reunidos. Una cosa que me intrigaba es la cercanía de mi tía y mi suegro, no había podido hablar con ella por estar al pendiente de mi esposo aunque quería aclarar ese asunto, no deseaba que esto se volviera un problema ya que sí estaban en una relación, no me imagino como se lo tomaría Angelo.

- Bienvenido. - dijeron todos en coro, acercándose hasta Angelo y saludandolo uno a uno, una vez finalizaron nos acomodamos en el sillón, Angelo rodeó mi cintura con su brazo atrayendome hacía él.
- Gracias a todos por esta bienvenida. - dijo Angelo con una sonrisa, que aunque me hubiera dicho que se abrumaba sé en el fondo se sentía feliz al estar rodeado de su familia.
- De nada hijo, te sientes bien? Que te dijo el doctor? Alguna recomendación en especial? - preguntó don Maximo.
- Padre, no creó que no sepas lo que me dijo el médico porque tengo entendido que Alexander se comunica con él. - le dí un suave golpe en el brazo porque era tan brusco en hablar, me miró y rodó los ojos - Estoy bien, el doctor dijo que todo estaba en orden solo tengo que ir a unos cuantos chequeos más, pero ya puedo continuar con mi vida.
- Me alegra y alivia mucho, además de estar tranquilo porque mi nuera te cuida bien. - me miró y le devolví una sonrisa.
- Y muy bien, si no fuera por ella hubiera abandonado el hospital hace mucho. - y no lo decía en broma.
- Entonces ya puedes hacerte cargo de tus negocios. - habló Alexander, ni siquiera le estaba preguntando era una afirmación.
- Primo, creó que te dejaré a cargo unas semanas más, pensándolo bien necesito tiempo para estar al cien además lo estás haciendo de maravilla. - dijo con tono de burla, sabía que era broma porque no se quedaría quieto.
- Soy bueno en todo lo que hago, pensándolo bien podría desplazarte fácilmente. - le regresó Alexander.
- Mi gente me es leal así qué, ni sueñes. - Alexander sonrió y negó con la cabeza. - cambiando de tema, cuándo nos vas a anunciar de la relación de ustedes dos? - preguntó Angelo mirando a su padre, abrí mis ojos grande por la sorpresa pues no creí que él sospechará algo, y no era la única sorprendida Alexander e Isabel estaban igual, intuía que don Miguel y Juliette ya lo sabían ya que en su rostro no había sorpresa alguna.
- Hijo quería decirte, solo estaba esperando el momento adecuado.
- Y cuando sería ese momento según tú. Desde cuándo están viéndose? - preguntó Angelo, no sabía si estaba molesto ya que su rostro era neutro, yo miraba espectativa a mi tía la cual no había hablado aún.
- Tú padre y yo hemos tenido contacto desde que nos conocimos, que fue para su compromiso. - dijo mi tía dejándome anonadada.
- Pero eso fue hace meses, y no me habías dicho nada, porqué? - pregunté un poco indignada.
- Bueno fue una decisión que tomamos porque primero queríamos ver sí funcionaba o no. - dijo tan tranquila.
- Y entonces cuando pensaban decirlo o es que todavía no están seguros?
- Pensabamos hacerlo una vez volviéramos de nuestro viaje. - habló don Maximo está vez.
- No me habías dicho que saldrías de viaje? - preguntó Angelo.
- No siempre te digo todo lo que hago, salimos de viaje junto a tus tíos, lo estábamos cuando nos avisaron del incidente.
- Mmmm entiendo. - Angelo estaba algo pensativo.
- Mi relación con Paola va en serio, mis deseos son casarme con ella. - realmente sus palabras me sorprendieron.
- Y usted señora Paola también desea casarse con mi padre? - preguntó Angelo su voz sonaba tranquilo y esperaba que esto no sé saliera de control.
- Sí, estos meses al lado de tu padre han sido maravillosos, jamás me había interesado en ningún hombre como en tu padre, él me hace feliz y yo quiero hacerlo feliz. - dijo mi tía tomando de la mano a don Maximo, me hacía ilusión verla enamorada, ver qué tenía a alguien a su lado, que ya no estaría sola.
- Bueno entonces que esperan para casarse? Sí mi reacción era lo que los detenía déjenme decirles que yo jamás me opondria a la felicidad de mi padre. - dijo Angelo con una sonrisa, miró fijamente a su padre - Sé que mi madre es el amor de nuestra vida, pero mamá murió hace muchos años y desde entonces haz estado solo, siempre he deseado que encontraras a alguien que te haga feliz y sé que mamá querría lo mismo, sí ya encontrastes a esa persona solo me queda desearte mucha felicidad, te amó padre, lo sabes aunque no te lo diga mucho. - terminó de decir Angelo, don Maximo se levantó de su lugar acercándose a Angelo dándole un fuerte abrazo y yo aproveché para felicitar a mi tía porque estaba feliz por ella y a mi suegro también recomendándole que la cuidará mucho, todos los demás hicieron lo mismo, lo que pensé que iba a terminar en una discusión terminó en una celebración de compromiso, Angelo mandó a traer champagne y jugo para las embarazadas, todo salió mejor de lo esperado cada quien con el amor de su vida al lado, me acerqué a Angelo dándole un suave besó.

- Eres lo mejor que pudo pasarme en la vida, te amó Angelo Ivanov. - dije volviendole a besar.
- Y yo te amó a tí, Amaia Ivanov. - sonreí por sus palabras me encantaba cada vez que las decía, a pesar de que no comenzamos de la mejor manera, el transcurso de nuestra relación florecía día a día lo que hacía que nuestro amor creciera más y más.....

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Otro capítulo más que esperó disfruten, el próximo capítulo es el último así que me voy a esmerar en dar un buen final.

Gracias a todos los que leen, votan y comentan los apreció.

Saludos y abrazos por mil 🤗🤗🤗

Mascara Rota (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora