Llegó el día todo está organizado y listo, discutimos bien el plan ayer por la tarde estaba un poco nerviosa pero más segura que antes porque ahora sé que Angelo no dejará que me pasé absolutamente nada, ya me lo había dejado claro.
Estaba terminando de arreglarme debía estar despampanante si quería llamar la atención de ese hombre, así que me vestí con un vestido manga 3/4 cuello alto de color negro brillante era corto hasta la mitad de mis muslos, no estaba acostumbrada a usar algo tan corto pero me miraba sexy y elegante al mismo tiempo, con unos stilletto color negro, el maquillaje era suave pues no debía parecer una chica mala y mi cabello suelto, realmente lucía espectacular.
En eso escuché la puerta abrirse y por ella entró Angelo. Lo miré y me escaneo de pies a cabeza.
- Estás bellísima tanto que ya no deseó que salgas de aquí, Creó que cancelaré todo.
- Gracias pero ya está todo listo así que hay que seguir.
- Cierto, todo está listo los hombres ya están en sus posiciones aquí están las llaves tienes que traerlo directo para acá no aceptes ir a otro lado, no dejes que se desvíe está bien, haz que deje a sus hombres abajo lo necesitamos solo, yo estaré vigilandote todo el tiempo no apartaré mi vista de tí. - terminó de decir y Asentí.Salí con rumbo al club iba sola, pero sabía que todo el tiempo estaban vigilandome y eso me daba un poco de valor. Llegué e ingresé, fuí hasta la barra y me senté a esperar debía llegar en cualquier momento y si siempre hace lo mismo al primer lugar donde iría sería a la barra solo debía actuar natural.
Después de lo que fue quizás una media hora, llegó con varios hombres se sentó en la barra igual a dos sillas después de mí, así que debía actuar ya, me levanté de mi asiento pasando por su lado y cómo era de esperarse no pasé desapercibida, me observaba lo sentí fuí hasta el servicio y retoque un poco el maquillaje, esperé un momento y luego salí para volver a mi lugar, en cuanto llegué le hice señas al bartender sentí que alguien se sentó a mi lado y volví a ver.
- Hola, mucho gustó soy Diego Maldonado puedo hacerte compañía? - dijo mirándome coqueto en realidad no era un hombre desagradable era guapo sino estuviera loca por Angelo creó que caería a sus pies.
- Hola, soy Rachel mucho gusto y sí puedes hacerme compañía. - dije con una sonrisa.
- Estás sola? - preguntó.
- Sí, quedé con unas amigas pero aún no llegan en realidad no sé si vendrán ya que llevó como media hora esperando.
- En serio? Que malas amigas, quieres tomar algo? Yo invito.
- Gracias pero no quiero molestar, además no estoy acostumbrada a beber mucho.
- No es molestia, un trago no te hará daño no acostumbras a salir acaso?
- No, en realidad no, rara vez salgo y más por hacerle compañía a mis amigas, no me gustan tanto estos lugares. - dije y se acercó un poco más a mí.
- Que quieres tomar? Dime. - dijo con una sonrisa en verdad calló.
- Una margarita. - asintió, hizo una seña al bartender y este vino de inmediato, si que es importante.
- Una margarita y un vodka. - dijo volvió su atención en mí - Eres una mujer muy bella.
- Gracias. - dije tímida no sé porque pero me salió natural debe ser porque es guapo.
- Tienes novio? - preguntó y lo miré fijamente.
- No, no tengo por el momento.
- Que bien, una suerte para mí. - sí supieras pensé.
- Tú debes de tener, ya que eres tan guapo.
- No, pero puede que la tenga frente a mí en este momento. - dijo quise rodar mis ojos pero tuve que contenerme. - Vives cerca.
- Sí, vivo a unas tres cuadras, en el edificio Romano, lo conoces?
- Si claro, es un edificio exclusivo eso quiere decir que tienes dinero.
- Mis padres, cómo su única hija me concienten y dan lo mejor. - dije tan natural que hasta yo me la podía creer - creó que mejor me voy ya que mis amigas no vinieron.
- Podría acompañarte, déjame llevarte a tu departamento. - dijo tocando mi mejilla con sus dedos su roce me causo escalofríos.
- No creó que sea buena idea apenas te conozco.
- Créeme si quisiera hacerte algo ya lo hubiera hecho, solo no deseó que pueda pasarte algo andando sola la ciudad es peligrosa de noche.
- Pensándolo bien tienes razón además no vivo tan lejos puedes acercarme si lo deseas.
- De acuerdo, te dejaré frente a tu puerta sana y salva. - dijo poniendo su mano en mi muslo quise quitarla pero debía seguír con el plan.
- No podrías subir andas con muchos hombres a tu alrededor si fueras tú solo no habría problema pero son muchos, no está permitido tu entiendes, verdad? - dije poniendo mi mano sobre la suya.
- Entiendo, no hay problema los dejó abajo y subo contigo quedaré más tranquilo si te dejo frente a tu puerta. - dijo tomando un sorbo de su bebida y yo hice lo mismo. - Nos vamos entonces? - lo miré y Asentí.Nos encaminamos hacia afuera, un auto se parqueo frente a la entrada y me hizo seguir, subimos y emprendimos el camino hacia el departamento, esperaba que todo estuviera saliendo bien no quería que algo estropeara el plan y se saliera de control. Una vez llegamos, bajamos del coche y subimos al ascensor los hombres de Diego se quedaron abajo como habíamos acordado, pero de repente me empecé a sentir mareada.
- Te pasa algo? - preguntó, cerré mis ojos tratando de reaccionar, diablos no sé que me pasá.
- Me siento mareada no sé que me pasá.
- Traes las llaves?
- Sí, están en mi cartera. - dije la tomó y sacó las llaves, una vez se detuvo el ascensor salimos y nos encaminamos hasta llegar a la puerta, la abrió y entramos.
- Me sentaré un rato. - dije encaminando me hasta el sofá.
- No te preocupes, la vamos a pasar bien. - dijo llegando hasta mí, me acostó en el sofá y se puso sobre mí.
- Para, detente!! - dije queriéndome lo quitar de encima. - que me hicistes? - pregunté ya que no me sentía bien.
- Es para que estes más relajada así será más fácil para tí. - dijo, más fácil pensé.
- No quiero quitate - dije pero no me hizo caso y empezó a tocar mi pierna con su mano - No me toques!!! - grité pero continúo subiendo su mano, con la otra agarro mis brazos poniéndolos sobre mi cabeza, me sentía débil, sin fuerza solo deseaba que Angelo llegará - No quiero, no quiero, ayuda!! - grité y tapó mi boca.
- Callate!! - dijo molestó, de repente sentí como lo apartaron de mí y me sentí aliviada, escuché ruido luego Angelo se acercó hasta mí y tomó mi rostro entre sus manos.
- Te encuentras bien? - preguntó en tono preocupado.
- No, no me siento bien, ayúdame. - dije y comencé a llorar.
- Vamos te llevaré al hospital, encarguense de él, llamen a Bruno ya sabe que hacer. - dio la orden y me cargó en sus brazos, subimos al ascensor luego sentí cuando subimos al coche y este arrancó - Estarás bien, confía en mí. - dijo y Asentí pero unos minutos después quedé inconsciente.
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Mascara Rota (+18)
RomansaÁngelo Ivanov un hombre frio, calculador, desconfiado, tremendamente guapo, poderoso y despiadado, jefe de una de las organizaciones mas importantes en el trafico de armas, confianza y amor solo lo tiene por su familia. Amaia Montez una chica que a...