Mascara Rota (+18)

CAPÍTULO 21

Estaba en la oficina según yo vine a trabajar pero no he podido concentrarme para nada, me sentía ansiosa, molesta, distraída ni siquiera fui a la universidad porque desperté hasta tarde lo peor fue saber que Angelo se había ido desde temprano y seguramente está con ella eso es lo que me tiene mas intranquila, mi humor no es bueno tanto que no toleró a nadie cerca para colmó ya es tarde y Angelo no ha llegado, ni siquiera contesta mis llamadas así que parezco león enjaulado en la oficina.

En eso escuché la puerta abrirse me emocioné pensando que era Angelo, pero la que apareció por ella fue Caterina entró traía una sonrisa en los labios que ya me estaba fastidiando y eso que aún no ha hablado, que querrá está arpía.

- Veo que estás inquieta? Problemas en el paraíso acáso? - y empezaba a provocarme.
- A tí que te importa ve a trabajar que para eso estás aquí. - dije sería, no quería oírla en estos momentos.
- Aranxa anda por acá y muy junto a Angelo si los hubieras visto ayer en el club tan empalagosos al parecer vinieron a acabar con tu reinado, ilusa. - maldita cizañosa.
- Piensas que creeré algo de lo que me digas, vete a tirar tu veneno a otra parte.
- Pues deberías Aranxa es una mujer bellísima mucho más que tú y hasta donde tengo entendido es con ella que Angelo quería casarse.
- Quería, bien dijistes hasta que me conoció a mí, soy su esposa y sé que te debe de doler ya que es un lugar que querías ocupar, pobrecita de tí. - dije en tono de burla.
- No nos hagamos tontas Angelo se casó contigo por el embarazo, porque se nota quien es la mujer que lo hace delirar y esa no eres tú, estúpida. - no supe en qué momento pero la irá creció en mí y me abalance sobre ella propinandole una cachetada en la mejilla, ella no se quedó quieta y me la regreso, nos agarramos del cabello callendo al piso rodamos por la oficina, me puse encima de ella y empecé a darle de cachetadas estaba tan furiosa, frustrada y estresada que no medi lo que estaba haciendo solo quería descargar la rabia que sentía en ella, pero en eso entró Tyler con otro hombre de seguridad de seguro escucharon sus gritos y entonces nos separaron.
- SUÉLTAME!!! - grité a Tyler que me tenía agarrada - déjame que quiero arrancarle hasta el alma a esta maldita mujer.
- Sí, suéltala veremos a quien le va peor. - dijo desafiante aunque ella había recibido más golpes que yo.
- Sácala de aquí. - Ordenó Tyler y el tipo saco a Caterina - cálma señora esto puede hacerle daño. - dijo y entré en razón así que traté de controlarme.
- Dónde está Angelo? Dime!!. - dije aún molesta.
- Está ocupado haciendo negocios. - contestó.
- Con ella, verdad? Maldita sea!!- dije en eso sentí un dolor en mi cabeza, era como una presión y fatiga - Aayyy, me duele.
- Señora qué sucede? - preguntó Tyler acercándose hasta mí.
- Me duele la cabeza no me siento bien Tyler ayúdame, mi bebé. - dije empezando a llorar, Tyler me tomó en sus brazos y me cargó hasta llegar al auto, subió al volante y arrancó el vehículo hasta que llegamos al hospital, me subieron a una camilla y fuí atendida por uno de los doctores, tenía miedo por mi bebé y sería mi culpa por no cuidarme, por dejar que mis celos me controlarán...

Angelo

Habíamos terminado de cerrar un importante negocio con un nuevo cliente, Aranxa, Bruno y yo nos encontrábamos en la oficina de la transportadora celebrando este gran trato que acabamos de obtener que nos dejará grandes sumas de dinero.

- No pudo salir mejor, este trato nos dara buenos dividendos. - dijo Bruno contento.
- Bueno debemos agradecer a nuestra socia que nos hizo el contacto con este pez gordo. - dije levantando mi copa en dirección a Aranxa.
- Gracias pero todos hicimos nuestra parte así que el triunfo es de todos. - contestó con una sonrisa. Me puse a revisar mi celular y miré varias llamadas perdidas de Amaia fruncí el ceño ya que no era normal que ella insistiera tanto así que marqué su número para devolver la llamada, pero no contestaba hice el intento dos veces más e igual no atendía, lo que me preocupo iba a llamar a Tyler cuando me entró una llamada de él, contesté inmediatamente.