CAPÍTULO 31

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Iba saliendo de la universidad en dirección al estacionamiento, salí un poco antes de lo previsto y pensaba aprovechar este tiempo. Andrew caminaba a mi lado, nunca se me despega y habló de manera literal siempre está cerca de mí, solo me deja cuando entró al salón de clases o cuando llegamos a la casa o cuando tengo que ir al servicio. Era una orden que Angelo le había dado que cuando no estuviera con él, Andrew tenia que estar todo el tiempo a mi lado y él lo acataba al pie de la letra, en cuanto llegamos uno de los guardas abrió la puerta del coche e ingresé, luego rodeó el coche para ponerse al volante, Andrew ingresó en el lado del copiloto y el coche se puso en marcha rumbo al club.

Una vez llegamos al club; Andrew abrió la puerta del coche y bajé, en la entrada saludé a los dos guardas que estaban y nos adentramos, los empleados aún no habían llegado pues era temprano todavía así que, me dirigí directamente a la oficina donde sé que encontraría a Tyler y no me equivoqué ya que al entrar lo ví sentado en el escritorio revisando documentos.

- Buenas tardes Tyler, cómo estás? - saludé acercándome para tomar asiento frente a él, Andrew se quedó cerca de la puerta.
- Hola señora Ivanov, estoy bien, como está usted? Es bueno tenerla por aquí, el jefe me puso al corriente.
- Estoy bien, y bueno ya que me dió el permiso para poder venir al club, acá estoy para ayudarte en lo que me digas. - hablé tranquila.
- Entonces la pondré al día de todo. - concluyó y comenzó a ponerme al corriente de todo lo que debía saber después de eso empezamos a trabajar, me sentía bien era satisfactorio poder sentirme útil. Después de una hora, unos de los guardas entró por la puerta.

- Disculpen, trajeron este paquete para el señor Ivanov. - puso el paquete en el escritorio.
- Quien vino a dejarlo? - preguntó Tyler con un poco de desconfianza.
- Un mensajero dijo que era de parte del señor Bruno. - Asintió y el de seguridad se retiró. - Deben ser las muestras que el señor Angelo pidió.
- Muestras de qué? - pregunté curiosa.
- De vino. - asentí - bueno debemos ir a la bodega llegó nueva mercancía, quiero revisar y que le heche un vistazo a ver qué le parece. Después veremos ésto. - dijo señalando la caja en el escritorio.
- Está bien ,vamos. - salimos de la oficina los tres; hacia la bodega, llegamos y Tyler tomó una de las caja para ponerla en la mesa que estaba en media sala, me dispuse a acercarme cuando en éso se escuchó un gran estruendo, una explosión mejor dicho y todo se sintió como en cámara lenta. Mi movimiento fue instintivo al cubrir mi vientre con mis brazos, sentí como un cuerpo se aferró al mío por detrás y súpe que era Andrew, la explosión nos hizo caer al piso donde golpeé mi cabeza, sentí el dolor que se expandió fuerte y perdí la conciencia...

Angelo .

Pasé gran parte de la mañana en una de las bodegas, estaba vigilando que toda la mercancía saliera a tiempo ya que no deseaba volver a tener ningún contratiempo, no era bueno para los negocios quedar mal con los clientes así que, estoy haciéndome cargo personalmente.

- Victor, cuando todo esté listo prepara el coche para salir inmediatamente hacía el club, Amaia va a llegar más tarde y quiero estarla vigilando. - dije sabiendo que es capaz de hacer algo que no debe, aunque de alguna manera estaba tranquilo al saber que Andrew estaba con ella.
- Sí, señor.

En eso entró Saenz con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

- Señor, tenemos noticias ya tenemos ubicado a Maldonado. - sonreí.
- No esperemos más, vamos a matar a ese hijo de puta. - dije preparando mi arma - reúne a los hombres; está vez no dejaré que se escapé, voy a eliminarlo de una vez por todas.
- Enseguida señor. - dijo Saenz para salir.
- Victor, quiero que te quedes a cargo toda la mercancía debe salir a tiempo ésa será tu responsabilidad. - Asintió en respuesta, cuando salí de la bodega ya los autos estaban listos, subí a mi auto y emprendimos la marcha - Dónde lo ubicaron? - pregunté a Saenz.
- Está saliendo de la ciudad en estos momentos, quiere huir como la rata que es.
- Lástima que no vaya a funcionar. - sonreí de manera maliciosa.
- En cuanto me enteré mandé a un grupo, van más adelante. - avisó Saenz.
- Bien hecho. - está vez le daría punto y final.

Después de unos veinte minutos llegamos al lugar, mis hombres habían interceptado a Maldonado en la carretera se escuchaban las detonaciones, las balas volaban por todos lados, no esperé mucho. En cuanto el auto se detuvo bajé rápidamente, saque mi arma y empecé a disparar a los hombres de Maldonado dándole a dos, me escude con el auto cuando ellos respondieron, era una guerra a muerte y no tenía intenciones de perderla. Miré a mi alrededor y tres de mis hombres estaban heridos, Saenz estaba a mi lado como siempre.

- Maldito desgraciado!!! Acáso no te llegó el regalito que te mandé!!! Cómo pudistes salir ileso? - gritó Maldonado con furia.
- No sé, de que mierdas me hablas!!! Maldito bastardo, pero créeme que hoy no es tu día de suerte. - grité de regresó.
- Si no pude matarte con esa bomba, lo voy a hacer aquí en este mismo lugar!!! - fruncí el ceño.
- Cuál bomba? - susurré para mí mismo mientras detonaba mi arma contra otros de ellos, estaba tratando de ubicar a Maldonado en el intentó y pude divisarlo ubicado detrás del segundo vehículo - Está en el segundo vehículo. - dije a Saenz en un susurró y esté hizo la seña a los muchachos.
- Solo divisé a tres hombres más con él, pronto se quedará sin protección. - aseguró mientras nos levantamos para detonar las armas haciendo que varios de los nuestros avanzarán hasta que llegaron hasta ellos sometiendolos.

Les quitaron las armas y pusieron de rodillas, me acerque hasta Maldonado con una sonrisa de satisfacción.

- Así quería verte; a mis pies. - dije en tono de burla.
- Enserio? Mátame si vas hacerlo y no hables mucho.- ni en esta situación dejaba de ser altanero.
- No me esperabas, verdad? Pensastes que podías simplemente irte.
- Pensé que estabas muerto, unos de mis hombres dijo que la bomba estalló y como el muy idiota me aseguró que uno de tus coches estaba en el club; creí que me había desecho de tí, pero veo que no. Entonces, dime de quién era ese coche? - habló con una sonrisa perversa en su rostro, entonces sentí perder todo el valor que tenía hasta ahora.
- Amaia. - apenas pude susurrar - Saenz comunícate con Tyler!!! - le grité desesperado ya que tenía tanto miedo, sentí el pánico apoderarse de mí, tomé mi celular y empece a marcar el número de Amaia, pero no me contestaba me mandaba al buzón directamente, marqué al de Andrew y sucedió exactamente lo mismo.
- Señor, Tyler no contesta. - terminó de decir Saenz no pude decir que escuché bien esas palabras ya que me sentía perdido, como en un sueño del cual quería despertar.
- Maldito hijo de puta!!! - grité lleno de furia y dolor, un dolor en el pecho que  me estaba matando, cargue mi arma y la levanté apuntadola hacia él, todo fue tan rápido Maldonado se movió, sacó una pequeña arma de su tobillo apuntadome y disparo, sentí el primer impacto de bala y detone mi arma también dándole, pero volvió a jalar el gatillo y sentí dos balas más atravesando mi cuerpo haciéndome caer al suelo, escuché mas detonaciones y pude ver a Maldonado caer muerto, grité de dolor sentí como la sangre salía de mí, escuché como Saenz gritaba a los demás, sé acercó a mí haciendo presión en las heridas haciéndome gemir de dolor, lo escuché llamarme por mi nombre pidiendo que aguantará que no cerrará los ojos, sentí que no iba a salir de está estaba seguro, pero sí la mujer de mi vida ya no estaba conmigo de que serviría vivir? y con ese pensamiento caí en la oscuridad....

Mascara Rota (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora